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La pareja y el cuñado de una mujer, a juicio por femicidio

El femicidio se descubrió cuando su hija, de por entonces un año y medio, fue encontrada deambulando sola por las calles de Longchamps.
Domingo, 28 de junio de 2020 01:28

La pareja y el cuñado de Marcela Alejandra Coronel, una enfermera asesinada en mayo de 2018 en la localidad bonaerense de Longchamps, serán juzgados desde agosto por el femicidio de la mujer, cuya hija de un año y medio fue abandonada en una plaza tras el hecho para simular un robo.

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La pareja y el cuñado de Marcela Alejandra Coronel, una enfermera asesinada en mayo de 2018 en la localidad bonaerense de Longchamps, serán juzgados desde agosto por el femicidio de la mujer, cuya hija de un año y medio fue abandonada en una plaza tras el hecho para simular un robo.

El debate comenzará el 18 de agosto cuando Gabriel "Gabito" Guevara (27) sea juzgado ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 de Lomas de Zamora por el "homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por haber sido perpetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género".

Además, su hermano Pablo Daniel Guevara (31) será enjuiciado como presunto partícipe secundario del delito de "homicidio calificado por alevosía".

Fuentes judiciales informaron que la fiscal Marcela Juan, especializada en Violencia de Género y Familiar, instruyó la causa en la que estableció que el crimen de Coronel (33) fue cometido en la madrugada del 28 de mayo de 2018 en una vivienda situada en Roberto Arlt al 3500 de Longchamps, partido de Almirante Brown.

El femicidio de la enfermera que trabajaba en el Hospital Italiano de la Capital Federal se descubrió cuando su hija, de por entonces un año y medio, fue encontrada deambulando sola por las calles de Longchamps y se convocó a la Policía.

"Gabito", padre de la niña, se presentó en la comisaría de ese partido y dijo ser la pareja de la enfermera, que ésta trabajaba en el hospital en el turno tarde y que esa mañana, cuando él se había retirado, su hija había quedado al cuidado de ella.

El hombre contó que él se enteró por las redes sociales que su hija había sido encontrada en la calle y que cuando se comunicó con su hermana a raíz de esto, ella le dijo que Marcela le había enviado un mensaje diciéndole que no fuera a cuidar a la niña ese día, como lo hacía habitualmente, porque ambas irían a la casa de su madre.

Debido a que el relato del esposo no resultó creíble, la fiscal Juan ordenó una inspección en el domicilio de la pareja, situado en Roberto Arlt al 3500 de Longchamps, donde se encontró el cadáver de la enfermera envuelto en una frazada en una habitación utilizada como galpón.

La autopsia determinó que la mujer fue atacada de tres hachazos, que luego fue estrangulada a lazo y que finalmente murió asfixiada al ser sofocada cuando le taparon la boca y la nariz.

Para la fiscal de instrucción, la enfermera "se encontraba en una situación de indefensión" dado que su pareja "previamente le había propinado una feroz golpiza en diferentes partes del cuerpo".

"Posteriormente en el mismo día y lugar, en horario aún no determinado a las 8 horas, un sujeto de sexo masculino, identificado como Pablo Guevara, brindó a su hermano Gabriel Guevara una cooperación en la ejecución del hecho antes descripto, de carácter secundario, toda vez que su aporte no ha sido necesario para que el hecho se consume", afirmó Juan en la elevación a juicio.

Para garantizar impunidad

El cuñado de la víctima desordenó la casa y se llevó a la niña.

Según la funcionaria judicial, la participación del hermano fue “con la clara finalidad de asegurar la impunidad” de “Gabito” debido a que eso había sido “pactado con anterioridad en horas de la madrugada”.

“Consistiendo su accionar en alterar la escena del crimen previamente descripto, desordenando los bienes existentes en la vivienda, para luego llevarse a su sobrina, la menor de un año y medio de edad desde la vivienda mencionada hacia la localidad de Burzaco, para simular la perpetración de un hecho de robo, todo ello en el contexto de violencia familiar”, determinó la fiscal Juan.

En tanto, según la versión de Pablo Guevara, un expolicía exonerado en 2017, el día del hecho su hermano lo llamó entre las 3 y las 5 de la madrugada para pedirle ayuda porque “se le había ido la mano con Marcela”. Pablo afirmó ante la fiscal que cuando llegó a la casa de Gabriel, su hermano ya se había encargado de mover el cuerpo y limpiar y lo único que reconoció es haber colaborado para hacer parecer un robo y en llevarse a su sobrina.
 

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