El fútbol 5 esperaba con ansias las palabras del gobernador Gustavo Sáenz y sus funcionarios, con la ilusión de volver a retomar la actividad, luego de una semana de veda, tanto para quienes lo practican como para los que administran las canchas.
“Vamos a pedir urgente reunión con el ministro Mario Peña, vamos a mover cielo y tierra”, le dijo Marcelo Cil a El Tribuno.
Cil es presidente de la Asociación de Predios y Administradores Deportivos, que nuclea a los dueños de las canchas de fútbol 5. Esta agrupación ya tenía un plan que iban a poner en consideración de las autoridades en caso de volver a ser habilitados. Y así lo harán.
La idea es profundizar el protocolo, designando un veedor por cada cancha de fútbol 5. Una persona que correría por cuenta de cada predio y que se encargará de hacer cumplir el protocolo. “El fútbol nos puede poner cara a cara con un rival, por enojos y cuestiones normales del juego, y esta persona intervendría para evitar estos contactos directos”, ejemplificó Cil.
El veedor se encargaría, además, de señalizar las entradas y salidas y ejercer como árbitro informal, como un pasa pelota que también sería el responsable de sanitizar los elementos y superficies. Si bien esta actividad siempre fue considerada como comercial, también se evalúa la importante desde el punto de vista deportivo, al que muchas personas recurren semanalmente.
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El fútbol 5 esperaba con ansias las palabras del gobernador Gustavo Sáenz y sus funcionarios, con la ilusión de volver a retomar la actividad, luego de una semana de veda, tanto para quienes lo practican como para los que administran las canchas.
“Vamos a pedir urgente reunión con el ministro Mario Peña, vamos a mover cielo y tierra”, le dijo Marcelo Cil a El Tribuno.
Cil es presidente de la Asociación de Predios y Administradores Deportivos, que nuclea a los dueños de las canchas de fútbol 5. Esta agrupación ya tenía un plan que iban a poner en consideración de las autoridades en caso de volver a ser habilitados. Y así lo harán.
La idea es profundizar el protocolo, designando un veedor por cada cancha de fútbol 5. Una persona que correría por cuenta de cada predio y que se encargará de hacer cumplir el protocolo. “El fútbol nos puede poner cara a cara con un rival, por enojos y cuestiones normales del juego, y esta persona intervendría para evitar estos contactos directos”, ejemplificó Cil.
El veedor se encargaría, además, de señalizar las entradas y salidas y ejercer como árbitro informal, como un pasa pelota que también sería el responsable de sanitizar los elementos y superficies. Si bien esta actividad siempre fue considerada como comercial, también se evalúa la importante desde el punto de vista deportivo, al que muchas personas recurren semanalmente.