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Gladys, una solidaria que abriga a los recién nacidos

La mujer tiene 80 años y asegura que la clave de la vida es ayudarse, que nadie se salva solo. Pide colaboración de lana para seguir tejiendo escarpines para donar.
Domingo, 26 de julio de 2020 00:41

"Yo nací con las agujas de tejer en las manos", señala entre risas Gladys Tejeda, una mujer que a los 80 años asegura que "la clave en este mundo moderno es ayudarnos entre todos para salir adelante".

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"Yo nací con las agujas de tejer en las manos", señala entre risas Gladys Tejeda, una mujer que a los 80 años asegura que "la clave en este mundo moderno es ayudarnos entre todos para salir adelante".

En la actualidad pasa sus días en su casa de barrio San Remo, en la zona sur. Es que desde marzo está confinada por el avance de la pandemia de coronavirus. Su hijo la visita en la semana y le lleva lo que ella necesita.

"Cuando uno es jubilado no tiene muchas obligaciones. Es por eso que paso mis horas viendo la televisión y haciendo escarpines", contó.

Desde abril comenzó a tejer escarpines para abrigar los pies de los recién nacidos. Su idea es donarlos al Hospital Público Materno Infantil, donde a diario nacen varios niños. "Comencé a tejer y en mayo se me terminó la lana. Entonces usé plata de mi aguinaldo, compré un poco más y pude terminar 30 pares de escarpines y algunas gorras", contó.

Gladys tiene una voz tranquila, pero es muy firme cuando habla. Y detalla su obra de arte y de bien: "Me salieron bien y alegres los escarpines. Los hice de varios colores. Me salieron muy lindos, hasta tienen una cintita".

Señala que nació con una aguja tejedora en las manos, por lo que no le cuesta tejer cosas para los bebés. "Mi abuela era muy buena tejedora. Es que antes se usaba mucho el tejido. Además mi hermana era profesora de manualidades", resalta.

Esta mujer tiene un espíritu solidario. "Hay una frase que dice: el que no vive para servir, no sirve para vivir. A esta altura de mi vida estoy viviendo gratis, pero no por eso me puedo tirar al abandono. Hay mucha gente que tiene necesidades y no nos puede superar la pandemia y los precios", afirmó.

Cuenta que haciendo los escarpines se entretiene mucho. "Más allá de que me gusta hacer esto. Lo hago para ayudar a los padres de estos niños que vienen al mundo. A lo mejor ellos no tienen plata para comprarles escarpines a esos bebés", señala.

Más allá de su gran generosidad, ahora apela a la solidaridad de los vecinos, ya que se quedó sin lana. "Yo le pido a los funcionarios y a la gente que done lo que pueda, que es para los recién nacidos. Esa lana tiene que ser de colores para bebé, así les puedo tejer escarpines, gorras y chalequitos".

Los cuidados

En estos últimos días se van conociendo más casos en la provincia, por lo que el cuidado tiene que ser fundamental para evitar una mayor expansión. Gladys sabe que por su edad tiene que evitar los lugares donde hay mucha gente.

"Pienso que la mejor forma de cuidarnos es quedándonos en la casa. No hay que andar en reuniones, eso no será nada bueno", dice con tono sabio.

Su historia

Su vida fue de mucho sacrificio y trabajo. Cuenta que prestó servicio durante 32 años, hasta que cumplió 50.

"Soy perito mercantil y siempre trabajé de administrativa, en estudio de contadores y hasta en la empresa HyR Maluf. También me encargaba de la liquidación de sueldos y jornales en la empresa Vivienda Salta y también en la cerámica", recuerda.

De sus años de trabajo afirma que era bastante "quisquillosa", lo que la hizo pasar por 10 trabajos distintos, pero siempre mostrando compromiso en su tarea.

"La gente tiene que pensar que estamos en este mundo para ayudarnos, no nos debemos robar. Hay que despertar de alguna manera las buenas formas, tengo esperanza. Hay que entender que la vida es corta", concluyó.

 

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