Santa Victoria Este arde desde anoche cuando al menos 40 caciques tomaron la Municipalidad, en la ciudad ubicada a unos 500 km de la ciudad de Salta.
Los problemas comenzaron el miércoles de la semana pasada con cortes viales sobre la ruta provincial 54.
La ausencia de respuesta del cuestionado intendente Rogelio Nerón hizo que anoche endurecieran las medidas y se decida por la ocupación del edificio comunal.
Desde los funcionarios que acompañan al intendente dijeron que Nerón anda trabajando todo el día, aunque también admitieron el toma de la Municipalidad.
“La medida de fuerza está tomada por cacique que responder políticamente a Moisés Balderrama”, dijeron desde Prensa de la Municipalidad.
En las últimas elección del año pasado, Rogelio Nerón, un wichi, le ganó la pulseada electoral al criollo Moisés Balderrama. El dato es incomprobables, pero siempre está el fantasma de “Moisés” en el aire de todas las protestas contra el nuevo intendente.
En la larga lista de reclamos de los caciques que usurparon la comuna se destaca el pedido de los módulos alimentarios.
“Hicimos una lista de reclamos ante el intendente Nerón por su mal desempeño laboral y por el abandono hacia las comunidades. Nosotros ya intentamos dialogar con él y nunca nos atendió”, dijo Abel Mendoza, el hombre que se hizo reconocido por el desarrollo de un diccionario wichi.
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Santa Victoria Este arde desde anoche cuando al menos 40 caciques tomaron la Municipalidad, en la ciudad ubicada a unos 500 km de la ciudad de Salta.
Los problemas comenzaron el miércoles de la semana pasada con cortes viales sobre la ruta provincial 54.
La ausencia de respuesta del cuestionado intendente Rogelio Nerón hizo que anoche endurecieran las medidas y se decida por la ocupación del edificio comunal.
Desde los funcionarios que acompañan al intendente dijeron que Nerón anda trabajando todo el día, aunque también admitieron el toma de la Municipalidad.
“La medida de fuerza está tomada por cacique que responder políticamente a Moisés Balderrama”, dijeron desde Prensa de la Municipalidad.
En las últimas elección del año pasado, Rogelio Nerón, un wichi, le ganó la pulseada electoral al criollo Moisés Balderrama. El dato es incomprobables, pero siempre está el fantasma de “Moisés” en el aire de todas las protestas contra el nuevo intendente.
En la larga lista de reclamos de los caciques que usurparon la comuna se destaca el pedido de los módulos alimentarios.
“Hicimos una lista de reclamos ante el intendente Nerón por su mal desempeño laboral y por el abandono hacia las comunidades. Nosotros ya intentamos dialogar con él y nunca nos atendió”, dijo Abel Mendoza, el hombre que se hizo reconocido por el desarrollo de un diccionario wichi.
El hambre golpea históricamente a las comunidades indígenas y en plena pandemia se acentuaron de manera dramática. Desde el Municipio dijeron que sí se reparten los bolsones, pero que no dan abasto. El monte chaqueño es demasiado grande como para llegar a todos los parajes rápidamente.
“Nosotros queremos los pozos de agua que prometió Marcelo Tinelli. Dijo que haría 10 pozos y sólo hicieron 3 en lugares que ya había pozo”, reclamo Mendoza a lo que el Municipio dijo que los pozos llevan su tiempo y que pasaron muy pocos meses desde que comenzó a llegar la ayuda. En enero y febrero último, toda la zona vivó un verdadero infierno de niños desnutridos que se morían por diarreas.
Luego hay pedido puntuales como los de la viuda del fallecido cacique Pedro Lozano y los ticket de 300 pesos que no se ven en las familias.
Controles, en la mira
Uno de los puntos centrales fue el pedido de control en la ruta provincial 54 que atraviesa todo el territorio y que llega hasta la triple frontera entre Argentina, Paraguay y Bolivia.
“Por acá pasan camiones paraguayo y bolivianos y nadie les controla ni la temperatura. Hay un descontrol total en la ruta y en las comunidades; es un peligro”, dijo Abel Mendoza.
Lo cierto también es que en su momento el intendente Rogelio Nerón solicitó la presencia de Gendarmería Nacional para el control sanitario. “Nosotros valoramos, felicitamos y destacamos la labor de los gendarmes en la zona que realizan nuestro territorio. Por supuesto que siempre puede pasar que se filtre un camión, pero no se puede decir que no hay controles”, dijeron desde Prensa.
En este panorama de pandemia, las diferencias siguen siendo abismales. A la falta de trabajo, sin clases, sin comedores, el olvido, los desmontes, la movilidad hacia los centros urbanos, la contienda política y la casi segura represión policial; se le suma una cuarentena que si bien no existe casi en el monte incide en los recursos que llegan a sus pobladores.