Estamos viviendo tiempos de una gran incertidumbre en todos los niveles, y que además suman nuevas dificultades a las muchas que las industrias ya venían sobrellevando. La falta de financiamiento, los costos laborales durante esta pandemia, la imposibilidad de competir en el mercado y la caída de la demanda, por nombrar algunos, son limitaciones que comprometen el futuro de la actividad productiva.
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Estamos viviendo tiempos de una gran incertidumbre en todos los niveles, y que además suman nuevas dificultades a las muchas que las industrias ya venían sobrellevando. La falta de financiamiento, los costos laborales durante esta pandemia, la imposibilidad de competir en el mercado y la caída de la demanda, por nombrar algunos, son limitaciones que comprometen el futuro de la actividad productiva.
En Salta, por ejemplo, en cinco años perdimos un 25% de las empresas industriales que daban trabajo genuino, casi 160 empresas.
Cada uno desde su lugar hace lo mejor posible para atravesar esta cuarentena, pero eso no alcanza; se necesita la ayuda del Estado para poder salir de esta crucial coyuntura. Y más aún en regiones como la nuestra, que históricamente viene siendo relegada frente a la región central del país, lo que tiene como secuela la pérdida de posibilidades de desarrollo productivo, industrial, y sobre todo, humano.
Desde el Gobierno nacional se tomaron una serie de medidas para ayudar a las empresas, pero su impacto fue muy bajo en el Norte, y particularmente en nuestra provincia.
Necesitamos activar protocolos de logística y transporte de productos esenciales e insumos que permitan el libre tránsito, garantizando así el abastecimiento. A su vez, se requiere un funcionamiento normal de los organismos, para que permitan trabajar a proveedores y les den continuidad de exportaciones.
Para mantener la producción son imprescindibles los salarios. Muchas veces nos encontramos en la decisión de pagar impuestos o salarios; obviamente elegimos pagar a nuestra gente y endeudarnos con el Estado. Los impuestos nos agobian y solicitamos a la Provincia una reducción en el impuesto a las actividades económicas y a Nación, la aplicación de impuestos diferenciales que contemplen nuestra zona. Es hora que, de una vez por todas, los impuestos estén también concebidos con la impronta de un país federal.
Se perdieron cientos de empleos hasta diciembre, antes de que comenzara la cuarentena; ahora, nos encontramos con legisladores que no comprenden o no valoran que es imprescindible crear las condiciones para generar empleo registrado.
Casi la mitad de los trabajadores están informalizados, y la sanción de leyes como la doble indemnización o el teletrabajo, dificultan aún más la situación. Queremos regularizar el sistema productivo y solo es posible creando incentivos para que las empresas vuelvan a tomar trabajadores, a pesar de esta difícil situación por la que atraviesa la Argentina y con un gran número de industriales trabajando al 50% de su capacidad instalada.
Es imprescindible la reducción en las cargas patronales, eliminar las rigideces anacrónicas en los contratos laborales, inspirados en una visión impropia de las exigencias de la economía contemporánea, y revisar los criterios jurídicos que se aplican en los juicios laborales, etc. Los industriales valoramos el capital humano, consideramos que la mano de obra no es, ni remotamente, un insumo más, conocemos y ponderamos su importancia en la empresa y somos plenamente conscientes de la responsabilidad social que supone la generación de empleo en blanco, registrado y en las condiciones que establece la ley.
Ellos son el motor de las empresas y queremos que trabajen en condiciones óptimas, que cuenten con la capacitación imprescindible y que se sientan estimulados para comprometerse con sus tareas.
Queremos que la Argentina recupere el orgullo del trabajo.
Como región estamos aislados, y el gobierno central privilegia las demandas de las regiones centrales.
Queremos continuar produciendo y generando actividad económica en nuestra región, con empleo de calidad. El financiamiento para capital de trabajo y para proyectos de inversión es la condición clave si existe la decisión de sostener las empresas y reactivar nuestra economía.
Cuesta mucho producir y no podemos endeudarnos con tasas tan altas, porque no sabemos si podremos seguir produciendo. Es una situación nueva para todos, pero queremos acciones, ejecutividad y eficiencia en las decisiones, queremos producir, dar trabajo, poder planificar a mediano y largo plazo, y volver a crecer en nuestra Salta y nuestra Argentina.