Como en todas las crisis económicas que, en cada década, desde hace medio siglo, se ensañan con la Argentina, el campo, por ser la actividad más competitiva, sigue siendo el recurso más noble y firme para salir del pozo. Pero no es solo una buena cosecha. Esta vez, cuando la cuarentena estricta impuesta por el gobierno nacional anticipa una caída sideral del Producto Bruto, la reconstrucción del país pasará por la producción de alimentos, los desarrollos tecnológicos, la adecuación a los mercados internacionales y una mirada adecuada al escenario planetario
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Como en todas las crisis económicas que, en cada década, desde hace medio siglo, se ensañan con la Argentina, el campo, por ser la actividad más competitiva, sigue siendo el recurso más noble y firme para salir del pozo. Pero no es solo una buena cosecha. Esta vez, cuando la cuarentena estricta impuesta por el gobierno nacional anticipa una caída sideral del Producto Bruto, la reconstrucción del país pasará por la producción de alimentos, los desarrollos tecnológicos, la adecuación a los mercados internacionales y una mirada adecuada al escenario planetario
El coloquio virtual Experiencia IDEA Agroindustria, organizado por el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina, desde la provincia de Santa Fe, sostuvo que "el sector agroindustrial argentino es hoy un eficiente competidor por la innovación tecnológica y el desarrollo de sus múltiples redes de servicios".
“Esto debe contribuir a la agricultura sostenible y de vanguardia mundial” (Julián Echazarreta)
La matriz productiva agroeconómica ya está cambiando y con dos ejes: la matriz energética y las nuevas tendencias de consumo. Nada es estático ni todo depende de la pandemia. La dinámica del mundo y los mercados acicatean a la economía argentina y a las economías regionales.
El Presidente de IDEA, Roberto Murchison, hizo hincapié en el rol del sector. "La agroindustria necesitará combinar esfuerzos con otros pilares y otros motores. Buscar institucionalidad, respetando los principios y garantías de nuestra Constitución Nacional, tener reglas claras y perdurables es pensar en el trabajo para los argentinos".
“No se trata solo de cuánto producimos sino de qué país vamos a ser” (Roberto Murchison)
Omar Perotti, gobernador de Santa Fe fue el anfitrión de un encuentro en el que el secretario de Agricultura de la Nación, Julián Echazarreta, abogó por una "interacción pública privada y que podamos utilizarla efectivamente como herramienta conjunta para una agricultura sostenible y de vanguardia mundial".
En esa línea confluyeron todos los expositores.
“El país se propone aumentar la exportación en su plan pospandemia” (Omar Perotti)
Para Salta, este fue un llamado de atención debido a su potencial agroalimentario anestesiado por la inacción de los últimos doce años. Consultado por El Tribuno sobre el rol del Norte Grande en el escenario agroindustrial (una población de diez millones de personas, con enormes extensiones rurales dependientes de la economía de subsistencia), Echazarreta ratificó que esas áreas no desarrolladas quedan en la agenda de la Secretaría de Agricultura Familiar. En enero, cuando la prioridad sanitaria eran los niños wichi, el ministro Daniel Arroyo prometió "una economía familiar en escala", para esas zonas. Después llegó la COVID 19.
El desarrollo humano del Norte Grande depende de que sus regiones rurales dejen de estar aisladas de la realidad económica global. El interrogante sobre el rol de la región en el plan agroindustrial no encontró respuestas concretas.