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Reclama por un taxi: “Me dejaron en la calle”, asegura

Pide que la Justicia le permita recuperar el vehículo. Admite que tiene una exclusión del hogar. 
Sabado, 29 de agosto de 2020 02:08

Walter Gallo asegura que no puede acceder a su herramienta de trabajo: un vehículo con el que trabajaba como taxista. Admite que fue excluido del hogar, pero cuestiona que lo dejen sin su fuente de ingresos. Sostiene que es uno de los hombres maltratados -que no representan un gran porcentaje en las estadísticas- y remarca que necesita una respuesta concreta de la Justicia. 
Hay que remarcar que en Salta las mujeres son las principales víctimas de la violencia familiar. En su relato trata de despegarse y asegura que el fue víctima de “maltrato”.
 “Treinta y cinco años manejando un taxi. Más de tres décadas cuidando de mis hijos, dos mujeres y un varón, y a los 56 años me encuentro en la calle, sin mi taxi, sin mi licencia, sin casa y bueno, gracias a Dios lejos de quienes tantos años me maltrataron”, empezó su relato.
“No tengo ningún antecedente por delito alguno. No debo pasar cuota alimentaria ya que todos mis hijos no solo son mayores, sino que no conocen el trabajo”, afirmó.
“Estoy seguro que a muchos les puede causar gracia, pero no es así. Sé que no soy el único”, afirmó.
“Para mí no hay ni existen mis derechos, solo vivo para las obligaciones”. El hombre insiste en que se investigue todo y que pueda recuperar su taxi.
Gallo describe una situación familiar compleja. Se resguardan algunos detalles. Su reclamo apunta a que los hombres también sean escuchados en la policía y en las fiscalías. 
“Me cansé el 3 de abril. Busqué refugio en la Justicia. Fui a la comisaría 10, no me tomaron la denuncia. Fueron a buscar a mi expareja para que ella declare a puertas cerradas lo que quisieron. A mí me escribieron la denuncia cómo se les dio la gana y me obligaron a firmarla bajo pena de ser conducido a un calabozo”, relató.
“Jamás fui violento. Sí lo fueron conmigo. Pedí ayuda al Estado y me dieron una exclusión de hogar. Me sacaron bajo amenazas de si no me retiraba me iba a pasar lo mismo que al chico Gallardo”, aseguró.
“Así me fui de mi casa. Hace más de cuatro meses que deambulo buscando justicia, que me devuelvan mi taxi, mi único compañero, hoy secuestrado sin razón”, lamentó.

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Walter Gallo asegura que no puede acceder a su herramienta de trabajo: un vehículo con el que trabajaba como taxista. Admite que fue excluido del hogar, pero cuestiona que lo dejen sin su fuente de ingresos. Sostiene que es uno de los hombres maltratados -que no representan un gran porcentaje en las estadísticas- y remarca que necesita una respuesta concreta de la Justicia. 
Hay que remarcar que en Salta las mujeres son las principales víctimas de la violencia familiar. En su relato trata de despegarse y asegura que el fue víctima de “maltrato”.
 “Treinta y cinco años manejando un taxi. Más de tres décadas cuidando de mis hijos, dos mujeres y un varón, y a los 56 años me encuentro en la calle, sin mi taxi, sin mi licencia, sin casa y bueno, gracias a Dios lejos de quienes tantos años me maltrataron”, empezó su relato.
“No tengo ningún antecedente por delito alguno. No debo pasar cuota alimentaria ya que todos mis hijos no solo son mayores, sino que no conocen el trabajo”, afirmó.
“Estoy seguro que a muchos les puede causar gracia, pero no es así. Sé que no soy el único”, afirmó.
“Para mí no hay ni existen mis derechos, solo vivo para las obligaciones”. El hombre insiste en que se investigue todo y que pueda recuperar su taxi.
Gallo describe una situación familiar compleja. Se resguardan algunos detalles. Su reclamo apunta a que los hombres también sean escuchados en la policía y en las fiscalías. 
“Me cansé el 3 de abril. Busqué refugio en la Justicia. Fui a la comisaría 10, no me tomaron la denuncia. Fueron a buscar a mi expareja para que ella declare a puertas cerradas lo que quisieron. A mí me escribieron la denuncia cómo se les dio la gana y me obligaron a firmarla bajo pena de ser conducido a un calabozo”, relató.
“Jamás fui violento. Sí lo fueron conmigo. Pedí ayuda al Estado y me dieron una exclusión de hogar. Me sacaron bajo amenazas de si no me retiraba me iba a pasar lo mismo que al chico Gallardo”, aseguró.
“Así me fui de mi casa. Hace más de cuatro meses que deambulo buscando justicia, que me devuelvan mi taxi, mi único compañero, hoy secuestrado sin razón”, lamentó.

“Quiero vivir con dignidad mis últimos  años”

El hombre dijo que nunca pensó en llegar a esto y relató que en 2018 fue asaltado por un cadete de la Policía y que fue a la fiscalía de villa Mitre y no recibió un apoyo concreto, según afirmó a este medio.
“Hoy recurro a la Justicia para poder vivir con dignidad mis últimos años y sin mediar investigación alguna me convierten en un sin techo, privado por la ley de su herramienta de trabajo.
Qué delito cometí. Haber llevado adelante un hogar y haber criado a hijos hoy mayores de edad que solo me dieron como pago, gracias a la Justicia, la intemperie y el despojo. No hay derecho”, se quejó Walter Gallo.


 

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