Los habitantes del pueblo de Campo Santo se vieron sacudidos por la noticia de que en la empresa azucarera Ingenio San Isidro se dispararon los casos positivos de COVID-19 con 50 contagiados. Desde la empresa señalaron que los empleados permanecerán en un hotel hasta recuperarse, e hicieron más estrictos los protocolos en la fábrica. La gran mayoría es asintomática y solo algunos presentan síntomas leves, señalaron desde la empresa.
El ingenio cuenta con unos 350 trabajadores de los cuales 190 fueron hisopados. Uno de los propietarios del Ingenio San Isidro, Diego Ruiz, manifestó: “Sabíamos que esto podía pasar, que los contagios podían ocurrir porque al virus es difícil de controlar, cualquier persona puede contraer la enfermedad con solo ir al almacén, cargar nafta, juntarse con amigos o con familiares, esperábamos poder controlar los casos positivos si se daban, pero esto llegó de golpe, nosotros nos cuidamos desde el primer día, cumplimos con todos los protocolos de bioseguridad, nos interesa sobremanera la salud de nuestros empleados, somos una empresa esencial que pudo seguir trabajando, con todas las desventajas que hoy presenta el mercado por la caída del consumo, hacemos un gran esfuerzo para que los sueldos se cobren el primer día de cada mes. Cerrar el ingenio no es una opción, si pasa eso se cae toda una economía regional, eso lo saben nuestros trabajadores, por eso le están poniendo el pecho a la situación”.
El empresario agregó: “Muchas empresas de renombre cerraron sus puertas, las mineras tuvieron que hacerlo y fueron palpables las consecuencias, una gran cantidad de desocupados y toda una región paralizada”.
inicia sesión o regístrate.
Los habitantes del pueblo de Campo Santo se vieron sacudidos por la noticia de que en la empresa azucarera Ingenio San Isidro se dispararon los casos positivos de COVID-19 con 50 contagiados. Desde la empresa señalaron que los empleados permanecerán en un hotel hasta recuperarse, e hicieron más estrictos los protocolos en la fábrica. La gran mayoría es asintomática y solo algunos presentan síntomas leves, señalaron desde la empresa.
El ingenio cuenta con unos 350 trabajadores de los cuales 190 fueron hisopados. Uno de los propietarios del Ingenio San Isidro, Diego Ruiz, manifestó: “Sabíamos que esto podía pasar, que los contagios podían ocurrir porque al virus es difícil de controlar, cualquier persona puede contraer la enfermedad con solo ir al almacén, cargar nafta, juntarse con amigos o con familiares, esperábamos poder controlar los casos positivos si se daban, pero esto llegó de golpe, nosotros nos cuidamos desde el primer día, cumplimos con todos los protocolos de bioseguridad, nos interesa sobremanera la salud de nuestros empleados, somos una empresa esencial que pudo seguir trabajando, con todas las desventajas que hoy presenta el mercado por la caída del consumo, hacemos un gran esfuerzo para que los sueldos se cobren el primer día de cada mes. Cerrar el ingenio no es una opción, si pasa eso se cae toda una economía regional, eso lo saben nuestros trabajadores, por eso le están poniendo el pecho a la situación”.
El empresario agregó: “Muchas empresas de renombre cerraron sus puertas, las mineras tuvieron que hacerlo y fueron palpables las consecuencias, una gran cantidad de desocupados y toda una región paralizada”.
Sobre la cantidad de casos en la fábrica, Ruiz manifestó: “Nosotros hace 10 días comenzamos con los primeros casos, por lo tanto decidimos realizarle hisopados a la mayoría de los trabajadores, en total unos 190, nos llegaron los resultados en dos tandas que totalizaron 50 empleados positivos, de los cuales 37 son asintomáticos y 13 con síntomas leves. La empresa contrató un hotel en General Güemes, para que allí permanezcan todos aislados con el control médico correspondiente. Esos puestos de trabajo ya los cubrimos con nuevo personal; en la medida que se vayan recuperando volverán a retomar sus funciones”.
“En lo personal creo que los casos en la provincia van a seguir en aumento, la circulación de personas no se puede controlar, ya estuvieron mucho tiempo encerradas y no se puede volver a aislar a la gente, solo esperemos que los contagios sean en forma lenta para que no se sature el sistema de salud”, finalizó Diego Ruiz.
Se supo que el primer caso del ingenio fue un trabajador que tuvo contacto estrecho con una persona asintomática de Güemes. Luego tuvieron cuatro personas con síntomas, a quienes les hicieron un hisopado que dio positivo.
Trabajo conjunto
La situación del San Isidro derivó en una urgente reunión del COE departamental con la intendenta de Campo Santo, Josefina Pastrana. “Sabíamos que el ingenio era un lugar de riesgo por la concentración de trabajadores. Pudimos comunicarnos con uno de los dueños y nos dijo que se contrató un hotel en Güemes para aislar a los trabajadores afectados, nosotros nos haremos cargo de controlarlos en cuanto a su salud, las familias de estas personas ya se encuentran aisladas. Recordemos que el ingenio cuenta con gente de los tres municipios, por lo tanto los tres intendentes vamos a trabajar en forma conjunta. Solo esperamos poder controlar la pandemia. El ingenio deberá continuar con su producción incrementando las medidas de bioseguridad. Fue como un balde de agua fría, pero tenemos que seguir trabajando porque esto no ha terminado”, declaró al intendenta Pastrana.