El basural a cielo abierto ubicado en la ciudad de Güemes continúa siendo el lugar elegido por personas desaprensivas, para abandonar a gatos y perros recién nacidos. Esta lamentable situación viene siendo denunciada por el Sr. Cacho Zárate, un reciclador ambientalista, que tiene una Cooperativa de Reciclaje metros antes de llegar al centro del basural: “Perros abandonados aparecen en forma semanal, a veces vienen ya grandes y se quedan en el basural por la comida, esos deambulan por todas partes y lamentablemente llegan a procrear. Pero también están aquellos que llegan desde cachorros dentro de una caja, que la gente deja en horas de la noche cuando aquí no hay nadie”, explicó Zárate, quien tuvo que hacerse cargo de una veintena de perros abandonados cerca del predio donde se encuentra ubicada su cooperativa.
“Muchas veces regreso por la mañana para continuar con mi trabajo y me doy con cajas llenas de cachorros, lamentablemente soy muy sensible y debo quedarme con ellos, lo primero que intento es encontrarles familias, muchas veces lo pude conseguir, de lo contrario esto ya estaría superpoblado de animales, pero no siempre se llevan a todos los que tengo y cuando se hacen grandes ya no los quieren llevar, tampoco eligen las perras seguramente porque hay que cuidarlas más”, comentó el reciclador.
En la jornada de ayer encontró una caja con otros cinco cachorros, “me lamenté mucho porque cada nuevo animal a mí me significa una mayor erogación de dinero para alimentarlos, por suerte una mujer que conocía se comprometió a quedarse con dos de ellos y encontrarles un hogar a los otros”.
Los animales abandonados por lo general se encuentran en una etapa de amamantamiento, eso significa que no pueden comer cosas sólidas, “yo debo comprarles leche, busco la más barata pero me cuesta $45 y compro cuatro sachet por día, es decir son $ 200 solo para ellos, después compro alimentos en bolsa para los adultos. Yo no recaudo mucho con este trabajo de reciclador, soy una persona sola pero tengo mis gastos, además por estar en este lugar que es muy insalubre se enferman, contraen sarna y debo atender también ese problema. Lo que yo pido es que sean responsables con las mascotas que tienen en sus casas, que recurran a la castración para evitar que sigan teniendo perros y si los tienen que se hagan cargo, que no los abandonen, debe haber una tenencia responsable, una mascota es un integrante más de la familia”, dijo Cacho Zárate, quien siempre se dedicó al reciclado de cartón, una práctica que aprendió en Buenos Aires donde vivió muchos años, “intenté armar una cooperativa aquí igual a la que tenía en Buenos Aires, no logré que las otras familias que juntan cartón u otro material se sumen, continué solo y trabajé con la Municipalidad para recibir y separar los elementos reciclables, para ello se me asignó un espacio en el basural. Sigo trabajando pero con un parate similar al que vivimos todos”, finalizó.
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El basural a cielo abierto ubicado en la ciudad de Güemes continúa siendo el lugar elegido por personas desaprensivas, para abandonar a gatos y perros recién nacidos. Esta lamentable situación viene siendo denunciada por el Sr. Cacho Zárate, un reciclador ambientalista, que tiene una Cooperativa de Reciclaje metros antes de llegar al centro del basural: “Perros abandonados aparecen en forma semanal, a veces vienen ya grandes y se quedan en el basural por la comida, esos deambulan por todas partes y lamentablemente llegan a procrear. Pero también están aquellos que llegan desde cachorros dentro de una caja, que la gente deja en horas de la noche cuando aquí no hay nadie”, explicó Zárate, quien tuvo que hacerse cargo de una veintena de perros abandonados cerca del predio donde se encuentra ubicada su cooperativa.
“Muchas veces regreso por la mañana para continuar con mi trabajo y me doy con cajas llenas de cachorros, lamentablemente soy muy sensible y debo quedarme con ellos, lo primero que intento es encontrarles familias, muchas veces lo pude conseguir, de lo contrario esto ya estaría superpoblado de animales, pero no siempre se llevan a todos los que tengo y cuando se hacen grandes ya no los quieren llevar, tampoco eligen las perras seguramente porque hay que cuidarlas más”, comentó el reciclador.
En la jornada de ayer encontró una caja con otros cinco cachorros, “me lamenté mucho porque cada nuevo animal a mí me significa una mayor erogación de dinero para alimentarlos, por suerte una mujer que conocía se comprometió a quedarse con dos de ellos y encontrarles un hogar a los otros”.
Los animales abandonados por lo general se encuentran en una etapa de amamantamiento, eso significa que no pueden comer cosas sólidas, “yo debo comprarles leche, busco la más barata pero me cuesta $45 y compro cuatro sachet por día, es decir son $ 200 solo para ellos, después compro alimentos en bolsa para los adultos. Yo no recaudo mucho con este trabajo de reciclador, soy una persona sola pero tengo mis gastos, además por estar en este lugar que es muy insalubre se enferman, contraen sarna y debo atender también ese problema. Lo que yo pido es que sean responsables con las mascotas que tienen en sus casas, que recurran a la castración para evitar que sigan teniendo perros y si los tienen que se hagan cargo, que no los abandonen, debe haber una tenencia responsable, una mascota es un integrante más de la familia”, dijo Cacho Zárate, quien siempre se dedicó al reciclado de cartón, una práctica que aprendió en Buenos Aires donde vivió muchos años, “intenté armar una cooperativa aquí igual a la que tenía en Buenos Aires, no logré que las otras familias que juntan cartón u otro material se sumen, continué solo y trabajé con la Municipalidad para recibir y separar los elementos reciclables, para ello se me asignó un espacio en el basural. Sigo trabajando pero con un parate similar al que vivimos todos”, finalizó.