Los productores vitícolas de Salta esperan que este año el precio de la uva mejore, luego de tres campañas en las que no hubo subas en el precio.
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Los productores vitícolas de Salta esperan que este año el precio de la uva mejore, luego de tres campañas en las que no hubo subas en el precio.
Los viticultores estiman que este año hay un menor stock de vino en las bodegas, por lo que con este indicio consideran que se podría romper la estacionalidad del valor de la fruta que, en términos reales, cayó por efecto de la inflación.
Durante las últimas tres campañas, la uva tuvo un precio promedio de entre 20 y 22 pesos la Malbec, y de entre 4 y 6 pesos la variedad Torrontés.
El productor vitivinícola, bodeguero y vicepresidente de la Asociación Bodegas de Salta, Alejandro Martorell, indicó a El Tribuno que "todavía no tenemos precio de la uva, algo que tiene mucho que ver con lo que es la economía de los valles", y que es un tema "para esperarlo".
"Hay expectativas porque los stocks de vino han bajado, y esto genera un optimismo en que el precio mejore porque venimos de tres años en los que la uva costó lo mismo", indicó Martorell, pero llamó la atención sobre el hecho de que "en términos reales el valor de la uva bajó durante ese período, por efecto de la inflación".
El año pasado "hubo un poco más de consumo de vino y se exportó más también, con una cosecha sana", reveló y remarcó que "en 2020, cuando llegamos a la cosecha, había bodegas que todavía tenían stock de vino del año anterior y, al parecer este año eso no está sucediendo".
"Al menos el año pasado a esta altura del año no había tanto comprador de uva moviéndose, y este año sí se ve mayor demanda", indicó Martorell.
Por otra parte, el productor dijo que "hay algunos nichos dentro de la venta de vino que mejoraron un poco en la cuarentena, pero en general no. Incluso hubo más retenciones a las exportaciones. Está complicado".
Podría adelantarse la cosecha
Productivamente, en la actual campaña hubo "bastante seca en los meses de noviembre y diciembre, con temperaturas altas y eso hizo que la uva se adelante un poco", reveló Martorell, y agregó que "lo que se ve es que hay mucha sanidad, ahora está empezando a llover y podría adelantarse un poco la cosecha".
"Es importante destacar que no hubo más capturas de lobesia botrana" (la plaga conocida como polilla de la vid) y destacó que "son dos los lugares del mundo que lograron erradicarla: Cafayate y Napa Valley" (el área vitivinícola de la región de California, Estados Unidos).
Martorell recordó que "la lobesia entró a la Argentina por Chile hacia Mendoza y desde ahí llegó a Cafayate; es una plaga que puede hacer perder hasta un 30% de la uva y, además afectar la calidad, por lo que es importante haberla erradicado porque al tener mayor sanidad, también impacta en la calidad de vino".
La provincia de Salta cuenta con tres mil hectáreas destinadas a la producción de vino, pero es muy variable el rendimiento en términos de volumen, ya que depende de la variedad y tipo de viñedo. "Por ejemplo, el torrontés te puede dar 40 mil kilos por hectárea y, el malbec, seis o siete mil kilos por hectárea".
Respecto de las perspectivas para este año luego de lo que fue la pandemia, Martorell consideró que "lo que hace duros los años es el nivel de presión impositiva", y "mientras sigamos con este nivel impositivo no vamos a tener nunca años felices".
"Es como la espada de Damocles, que cuando te va bien te suben algún impuesto, pero si te va mal no te bajan nada ni llega ninguna ayuda y eso está haciendo difícil todas las actividades económicas del país".
"Un claro ejemplo es lo que está pasando con el maíz", graficó.
Finalmente, destacó que pese a las complicaciones de la pandemia el año pasado pudieron trabajar bien. "Bodegas de Salta hicieron un protocolo, pero además cada una de las bodegas grandes tiene uno propio, se cuidó mucho la actividad".