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"Pasamos meses terribles sin poder vender ropa"

Gabriela Martínez, desde hace diez años, se dedica a comercializar ropa usada. Tiene un hijo con síndrome de Down.
Martes, 12 de enero de 2021 02:04

Las denominadas ferias americanas siguen sin ser habilitadas en San José de Metán debido al contexto de pandemia.

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Las denominadas ferias americanas siguen sin ser habilitadas en San José de Metán debido al contexto de pandemia.

La más grande y antigua se encuentra en la intersección de las calles Lerma y General Gemes y según las autoridades de Inspección y Control de la Municipalidad va a continuar cerrada. La mayoría de los que trabajan en ese lugar vienen desde General Gemes y de Jujuy.

Desde hace años su actividad genera una gran polémica y el rechazo de los comerciantes que tienen su negocio legalmente constituido, sin embargo, siguieron funcionando, hasta que se desató la pandemia por la COVID-19.

El fin de semana pasado, feriantes que llegaron desde Campo Santo y El Bordo, del departamento General Gemes, quisieron abrir sus puestos en ese lugar, pero la Policía y personal de la Municipalidad se lo impidieron.

Una situación particular vive la metanense, Gabriela Martínez, de 37 años, quien tiene un hijo de siete años con síndrome de Down, una nena de cinco años y un varoncito de tres. Su pareja, Ariel Colque, hace changas y se dedica también a la siembra de verduras en el paraje Paso del Durazno, pero le fue mal en la última cosecha debido a las tormentas que se registraron en la zona.

"Desde hace diez años que trabajo con esta pequeña feria que es familiar y siempre contó con habilitación municipal. Estuvimos más de diez meses parados desde que se inició la pandemia y queremos tener la posibilidad de trabajar porque estamos muy mal económicamente", dijo Gabriela a El Tribuno.

Comentó que alquilan una prefabricada y que adelante está el sector techado en el que colocan los tablones con la ropa usada.

"Yo a la ropa la compraba de Bolivia, pero desde que comenzó la pandemia no pude viajar más. Toda la que tengo había sido adquirida con anterioridad. Tenemos mucha que necesitamos terminar de vender", destacó la mujer.

Dijo que el sábado pasado abrieron al mediodía, pero que luego llegó gente de Inspección y Control y les pidió que cerraran porque no estaba habilitada debido a la situación sanitaria.

"Ahora nos están diciendo que nos van a permitir trabajar, pero yo quiero la autorización por escrito para no tener inconvenientes. Mi feria estuvo siempre habilitada y como corresponde pagamos el piso al municipio", especificó Martínez.

"En el patio de tierra"

El matrimonio vive con sus hijos en una prefabricada muy humilde que tiene muchas aberturas e imperfecciones, en la calle Belgrano (Este) 564.

"Soñamos con la casa propia, pero no tuvimos suerte en los sorteos del Instituto Provincial de la Vivienda", comentó Gabriela, mientras sus pequeños hijos jugaban en el patio de tierra que se convierte en una feria familiar de venta de ropa usada cuando colocan los tablones.

"Solamente queremos trabajar, lo que percibo del Gobierno por mis hijos no nos alcanza para vivir y el trabajo dignifica. Mi marido hace changas cuando sale algo y con las verduras le fue mal en el campo, luego de mucho esfuerzo y horas de trabajo", lamentó.

Solo quiere trabajar

Destacó que debido a la pandemia por la COVD-19 a los tablones los coloca a unos tres metros de distancia y los que concurren deben hacerlo con barbijo.

"Desde hace diez años me gano la vida de esta manera y soy nacida y criada en Metán. No quiero que me regalen nada, solamente quiero vender la ropa usada, que no va a trasmitir ninguna enfermedad", concluyó Martínez, visiblemente conmocionada.

 

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