El termómetro marcaba 31 grados y parecía que todo se derretía en la tarde del sábado. Decenas de personas llegaron ayer hasta el natatorio Nicolás Vitale de barrio El Tribuno para disfrutar de la pileta.
La nueva normalidad exige nuevas reglas y costumbres. Es por eso que de entrada el gran complejo de la zona sur de la ciudad está habilitado solo para 300 personas, que de antemano tienen que sacar un turno vía web, para poder concurrir al natatorio, de otra forma es imposible.
Los trabajadores del natatorio, nostálgicos, recuerdan cuando antes podían ingresar hasta 800 personas a esta pileta. No entraba ni un alfiler, pero el avance del coronavirus en la provincia hace que para tener habilitada la pileta y la temporada se mantenga a flote hay que respetar un rígido protocolo.
Con un móvil y una transmisión vía Facebook, El Tribuno recorrió ayer las instalaciones de la pileta. Ni bien llegan a la puerta, a los vecinos se les toma la temperatura y se les pone alcohol en gel en las manos. Y se dirigen a la enfermería, donde son revisados. Todos ingresan con barbijo. Hay mucha organización, la gente ingresa por una puerta, mientras que la salida es por otro sector, que da a la avenida Roberto Romero.
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El termómetro marcaba 31 grados y parecía que todo se derretía en la tarde del sábado. Decenas de personas llegaron ayer hasta el natatorio Nicolás Vitale de barrio El Tribuno para disfrutar de la pileta.
La nueva normalidad exige nuevas reglas y costumbres. Es por eso que de entrada el gran complejo de la zona sur de la ciudad está habilitado solo para 300 personas, que de antemano tienen que sacar un turno vía web, para poder concurrir al natatorio, de otra forma es imposible.
Los trabajadores del natatorio, nostálgicos, recuerdan cuando antes podían ingresar hasta 800 personas a esta pileta. No entraba ni un alfiler, pero el avance del coronavirus en la provincia hace que para tener habilitada la pileta y la temporada se mantenga a flote hay que respetar un rígido protocolo.
Con un móvil y una transmisión vía Facebook, El Tribuno recorrió ayer las instalaciones de la pileta. Ni bien llegan a la puerta, a los vecinos se les toma la temperatura y se les pone alcohol en gel en las manos. Y se dirigen a la enfermería, donde son revisados. Todos ingresan con barbijo. Hay mucha organización, la gente ingresa por una puerta, mientras que la salida es por otro sector, que da a la avenida Roberto Romero.
Carlos Calderón, encargado del natatorio, dialogó con este diario y dio detalles de cómo es el movimiento en el lugar. Contó que hay dos piletas: una para los niños, que tiene una profundidad máxima de 1 metro. Mientras que el lugar para los más grandes arranca con 1,20 m y tiene su zona más profunda en los 3,30 metros.
Una vez que ingresan las personas en el pasto hay lugares demarcados para que se asienten y no estén todos mezclados. Son una especie de burbujas para resguardar a cada una de las familias.
En cuanto a la seguridad, en el complejo hay seis guardavidas: cinco para la pileta grande y uno que controle la que está ocupada por niños. Los guardavidas señalaron que las personas se portan muy bien y respetan los protocolos.
Este natatorio cierra los lunes. El domingo por la tarde se ponen los productos de limpieza en la pileta y ya el martes por la mañana se realiza una saneamiento profundo.
El complejo inaugurará la semana próxima una rampa para personas con movilidad reducida y se reabrirá los baños que fueron refaccionados. Hoy se utilizan los sanitarios de la cancha de básquet.
“La gente conoce las pautas, ya saben que se puede hacer y no tenemos inconvenientes”, expresó Mauricio Pérez, el jefe de los bañeros; y recordó que “por protocolo se atiende con un cupo máximo de 350 personas, muy lejos de lo que el natatorio recibe años anteriores, entre 800 a 1000 personas”.
Sin lluvia
Cuando parecía que ayer por la tarde se iba a largar una tormenta, no pasó nada. Un poco de viento y la temperatura bajó un poco hacia la noche.
Con los 148 milímetros de lluvia que cayeron hasta ahora, este enero se está despidiendo sin haber tenido su cuota media de lluvia de 200 milímetros. El intenso calor de los últimos días ya se tornó muy agobiante.
Teniendo en cuenta el pronóstico, hoy bajará la temperatura y la máxima se ubicará en 24, mientras que la mínima será de 18. Se esperan tormentas fuertes en la madrugada, mientras que durante el día habrá lluvias aisladas.
Mañana la temperatura seguirá baja: 20 de máxima y 15 de mínima, con lluvias aisladas. El martes, en tanto, subirá un poco con una máxima de 27 y una mínima de 16. Seguirán las lluvias.
El miércoles las condiciones seguirán iguales: máximas de 25 y lluvias aisladas.