Los números hablan por sí solos: Salta es el principal destino turístico del NOA. El posicionamiento no fue mágico: implicó años de visión, trabajo, promoción y estrategia. Pero el Gobierno nacional, ya sea del tinte político que se quiera, poco aportó para dotar de mejor infraestructura al complejo internacional Martín Miguel de Güemes. Lo que pasó ayer demuestra el desinterés por la Provincia, la conectividad aérea, el turismo y hasta la vida de los pasajeros. Una autobomba dejó de funcionar y paralizó al aeropuerto. Lo graves es que desde hace seis meses está otra autobomba abandonada, sin reparar. Los protocolos en aviación son muy estrictos. Así, es alarmante la irresponsabilidad de la ANAC.
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Los números hablan por sí solos: Salta es el principal destino turístico del NOA. El posicionamiento no fue mágico: implicó años de visión, trabajo, promoción y estrategia. Pero el Gobierno nacional, ya sea del tinte político que se quiera, poco aportó para dotar de mejor infraestructura al complejo internacional Martín Miguel de Güemes. Lo que pasó ayer demuestra el desinterés por la Provincia, la conectividad aérea, el turismo y hasta la vida de los pasajeros. Una autobomba dejó de funcionar y paralizó al aeropuerto. Lo graves es que desde hace seis meses está otra autobomba abandonada, sin reparar. Los protocolos en aviación son muy estrictos. Así, es alarmante la irresponsabilidad de la ANAC.
Los salteños y los que vienen a esta provincia no merecen tal nivel de desidia o negligencia. Los trabajadores lo dicen sin rodeos: hay desinversión. Y eso impacta en la actividad turística, que hasta antes de la pandemia representaba cerca del 10 por ciento del producto bruto geográfico (PBG).
En abril de 2018 el aeropuerto Martín Miguel de Güemes cerró por más de un mes por la reconstrucción de las pistas principal y secundaria. Todo "re" se podría decir al mirar los proyectos que se ejecutaron en el complejo del sur capitalino. ¿Suena residual no? No solo hubo reconstrucción, sino también "reacondicionamiento de los espacios" o readecuación. En concreto: apenas retoques. La última obra transformó el aeropuerto data de fines de los noventa.
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En 2018 informaron montos de inversión por 50 millones de pesos para infraestructura interna, lo que supuestamente dio más comodidad a los pasajeros, con nuevos ascensores, escaleras mecánicas y baños. En ese entonces se anunciaron trabajos para ampliar la zona de estacionamiento de vehículos. No hubo grandes cambios en verdad.
Salta llegó a tener casi 120 frecuencias semanales, superando ampliamente a provincias vecinas. Había conexiones internacionales a Perú, Panamá y Paraguay. Además de los vuelos de cabotaje a Aeroparque y Ezeiza, estaba el Corredor Federal y un servicio a Rosario de Santa Fe.
Mientras en Salta se hacían magros retoques en Jujuy se invirtieron más de 1.500 millones de pesos para el aeropuerto. Incluso el expresidente Macri fue a la inauguración 2019. La Casa Rosada definió que "pasó a ser el más moderno del noroeste argentino".
Durante el gobierno anterior también se destinaron fondos para el aeropuerto Benjamín Matienzo, para la restauración del edificio, la plataforma comercial y la instalación de un nuevo sistema de balizamiento, entre otros trabajos.
Ni hablar de la transformación del Aeroparque, aunque se trata del principal aeropuerto del país con vuelos de cabotaje. Ayer el ministro de Turismo de Salta, Mario Peña (h), tras conocerse el desperfecto de la autobomba, tiuteó: "Nos pusimos a disposición desde distintas áreas del gobierno para poder colaborar y solucionar los problemas que se estaban ocasionando. El equipamiento que mantiene los dispositivos de seguridad depende directamente de Nación, no teniendo ningún tipo de injerencia el Gobierno de Salta". Es imperante que ante este hecho el Grand Bourg reclame obras e inversión para el aeropuerto que Salta se merece.
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