"Yo no acompañé ni apoyé a ningún candidato, para que los salteños pudieran elegir libremente a los representantes de Salta que van a estar en el Congreso", volvió a insistir el gobernador Gustavo Sáenz tras emitir su voto a media mañana, en el ex-Colegio Nacional.
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"Yo no acompañé ni apoyé a ningún candidato, para que los salteños pudieran elegir libremente a los representantes de Salta que van a estar en el Congreso", volvió a insistir el gobernador Gustavo Sáenz tras emitir su voto a media mañana, en el ex-Colegio Nacional.
Una multitud de periodistas, incluso de medios nacionales cubrieron el sufragio del mandatario provincial. En diálogo con la prensa, manifestó estar "contento y tranquilo" con la jornada democrática.
Ante la baja concurrencia a los centros de votación durante la mañana gris, y lluviosa en algunas zonas de Capital y los alrededores, el gobernador Sáenz resaltó que principalmente desde Buenos Aires se generó gran expectativa de las elecciones nacionales "como si mañana (por hoy) los problemas pudieran resolverse como por arte de magia. La gente tiene que salir mañana a trabajar, otros a buscar trabajo", ironizó. Prosiguió: "He visto muchos gobiernos. Y puedo decir que las cosas cambian cuando hay grandezas y humildad en la clase política. Necesitamos que se sienten en una mesa a resolver los problemas de la gente".
Cuando le preguntaron sobre las opiniones de Martín Grande que lo tildó "de ser cada vez más K", el gobernador fue duro. "Él (Martín Grande) puede decir lo que quiera. Yo trabajo por Salta porque soy salteño", dijo en referencia al diputado nacional.
"Es una pelea de porteños"
En varias oportunidades, el gobernador puso de relieve las expectativas que se generaron desde algunos sectores y medios respecto de esta elección. Sobre este punto en particular señaló que nada va a cambiar si es que no se dejan los odios y rencores de ambos lados de la grieta. "Hay que resolver temas importantes como la inflación y la desocupación", señaló y dijo que para eso hay que ponerse de acuerdo y trabajar en conjunto con los argentinos. Lo demás "es una pelea de porteños", cerró Sáenz.