Este lunes, desde las 20, se presentan Flor Bobadilla Oliva, María Paula Godoy y Nadia Szachniuk en un concierto por el Día de la Música. Se concretará en Pro Cultura Salta, Mitre 331. Estarán también en el escenario Juan Martín Angera, Seva Castro y David Quiroga. “Va a ser un espectáculo donde confluimos tres proyectos artísticos musicales, de música argentina, tanto interpretativa como compositiva”, dice Nadia Szachniuk en diálogo con El Tribuno.
inicia sesión o regístrate.
Este lunes, desde las 20, se presentan Flor Bobadilla Oliva, María Paula Godoy y Nadia Szachniuk en un concierto por el Día de la Música. Se concretará en Pro Cultura Salta, Mitre 331. Estarán también en el escenario Juan Martín Angera, Seva Castro y David Quiroga. “Va a ser un espectáculo donde confluimos tres proyectos artísticos musicales, de música argentina, tanto interpretativa como compositiva”, dice Nadia Szachniuk en diálogo con El Tribuno.
“Proyectos emergentes, pero con bastante trayectoria ya y es una suerte esta conjunción, porque venimos todas a participar del Mercado del NOA, ya que muchas veces es muy difícil movilizar a tantos músicos y hemos podido aprovechar que todos nos encontramos aquí en Salta”, agrega la cantante salteña.
La tucumana María Paula Godoy se presenta con sus músicos Martín Angera y David Quiroga, de Catamarca. Godoy vivió muchos años en Brasil y en ella se da esa confluencia. “Trae esa mezcla entre norteño tucumano y lo brasilero. Es maravillosa, con una trayectoria enorme, premios, reconocimiento”, cuenta Nadia. Sobre Flor Bobadilla Oliva, dice la salteña: “Es una cantante enorme y con una trayectoria importante y varios discos, clásicos ya, de música del Litoral. Toca el piano y canta y trae su espectáculo ‘Solita mi alma’”.
La tercera de las cantantes que estará en el escenario de Pro Cultura es Nadia. La intérprete y compositora actúa junto con Seva Castro. “Otro salteño pero que vive en Buenos Aires como yo también vivía hace un tiempo”, dice, y agrega: “Tenemos un proyecto desde hace unos cuantos años de compartir una música en la que está mezclada la música del noroeste argentino con algunas canciones mías, algunas de él, canciones que tienen letra mía y músicas de otras personas... Música popular argentina donde hay mucho de folclore tradicional y algunas cosas propias”, ilustra Nadia.
Sobre lo que se verá esta noche, dice: “Vamos a hacer cada una un pedacito de nuestros repertorios. Con Seva, vamos a hacer un par de canciones folclóricas bien tradicionales y un par de composiciones propias. Vamos a hacer cuatro o cinco canciones de cada proyecto y después vamos a hacer unos cinco temas compartidos, de música de Latinoamérica. Alguna brasilera, alguna chilena, algún guaro colombiano y un par de cosas del noroeste argentino. Nos vamos a dar el lujo compartir música entre todos y todas”, completa.
El panorama
En el diálogo con este medio, Szachniuk se refirió a los temas y modos que atraviesan a los intérpretes de su generación. “Hay una inquietud constante de los músicos y las músicas por empezar a discutir sobre todo algunas cuestiones de la poesía o de los textos o de la lírica de todas las músicas. No quisiera ceñirme solo al folclore, que tiene mucho de machismo y una historia en la que podemos encontrar ideas políticas con las que tal vez no estamos de acuerdo, por lo menos yo y este grupo de músicos que nos vamos a juntar ahora, y estamos cuestionando. Pasa en el rock, en el jazz, en todos lados; no es algo necesariamente del folclore”, señala Szachniuk.
“Es cierto también que somos muy respetuosos y curiosos por conocer la música que nos antecede: los músicos y los poetas que nos anteceden, porque, justamente, creemos que es desde ahí que se cambian las cosas y no negándolo o queriendo imponer una originalidad que muchas veces queda vacía de contenido, de historia, de memoria cultural”, enfatiza la cantante a propósito de las búsquedas estéticas.
“Hay algo de contexto que siempre nos hace sentir que tenemos que ser vanguardistas, pero también la vanguardia no se sostiene si no tiene una raíz”, argumenta.
Las propuestas que subirán al escenario tienen una identidad. “Esa es nuestra línea. Los tres proyectos son muy afines, la línea tiene que ver, justamente, con que nos interesa traer las tradiciones y renovarlas”, dice Nadia, y ejemplifica: “María Paula -si bien tiene toda la tradición de la música brasileña, de la música del norte- ahora se lanzó a componer canciones y sus canciones hablan de feminismo, de ecología, de cómo cuidar los lugares que amamos, los paisajes que veneramos; ya no hablamos del paisaje como una cosa meramente contemplativa, buscamos cuestionar, generar preguntas... Siempre de una manera artística, con el arte, sublimada, de alguna forma, con nuestra forma de expresarnos, buscando la trascendencia de algunas temáticas”.
“Y hay canciones que las dejamos como están, como las aprendimos, porque es -no lo vamos a negar- una memoria. Y, a partir de allí, en nuestras creaciones más propias sí podemos agregar algunas situaciones más contemporáneas, más afines al contexto que vivimos” describe la salteña.
“Por supuesto que el feminismo nos atraviesa por completo como movimiento político, ideológico que atraviesa todas las otras temáticas actuales como la ecología, por ejemplo, o los derechos de las comunidades originarias”, evalúa, y opina: “Me parece que el feminismo abarca todo eso, así que en esa estamos”.
Mujeres y folclore, un camino con memoria
“Vidala en mi zamba” es la última placa que tiene a Eva Sola y Nadia Szachniuk como intérpretes. El primer disco del dúo, “Vidala”, ganó el premio Gardel en 2012. En este nuevo álbum se reúne material de los primeros tiempos del folclore, en recopilaciones de un valor estético y documental relevante. Chayas, zambas, chacareras, huaynos se dan cita en la propuesta.
Hay un tema en quechua, “Sauteñita”, El Tribuno quiso saber el por qué de esa inclusión. “Las lenguas siempre son la culminación avanzada de una cosmogonía, de una forma de pensar... y también está la forma de dejar el pensamiento puesto en el arte... en lenguajes. Creo que por eso es tan importante la lengua en una sociedad, y nosotras en este último trabajo (‘Vidala en mi zamba’) que hicimos con Eva, quisimos bordear un poco, porque cuando decíamos ‘música del noroeste argentino’ sí, es verdad, desde el vamos nosotras abordamos músicas como la vidala, la copla, los cantos con cajas que están en la periferia del folclore; entonces, de alguna forma, estando en la periferia quisimos ir un poquito más a ese borde... y con esa canción traer algo que está presente, porque en Salta también está presente el quechua como idioma”, cuenta Nadia Szachniuk, y reflexiona: “El quechua muchas veces está eclipsado o puesto en una vidriera. Y entonces pasa a ser algo exótico a algo que no existe, algo negado”.
Y volviendo sobre el tema elegido, dice: “Nos encantó la canción. Antes que nada, nos gustó. Es una canción que recopiló Isabel Aretz hace un montón de años, en los 50, 60. Y tiene algo particular, se llama ‘Sauteñita’, no es “salteñita”, y, en la traducción, su letra es muy divertida... Habla de una chica que va a pedir la mano a los padres de su novio, el permiso para casarse, cosa que ya nos pareció innovadora: no era el hombre que iba a pedir la mano, sino que era ella. Todo eso hizo que esa canción quede en el disco, y el quechua fue también una forma de incluir esa cosmogonía andina, que es parte de nuestra cultura del noroeste argentino, absolutamente”.
“Y también aparece en el disco una estrofa en el quichua de Santiago del Estero, en una chacarera que tiene otro tono. Es quichua mezclado en la forma con el castellano. Nuestro interés tiene que ver con que andamos siempre buscando esas joyas, esas cositas que hablan de nuestra cultura desde lo más profundo”, completa.
Sobre el trabajo de rescatar piezas tradicionales de los orígenes del folclore, la compositora dice: “Estas canciones tienen un poder de emoción y de llegar a las personas muy profundo. Así como nos afectaron y nos emocionaron a nosotras suelen tener ese mismo efecto en muchas personas y eso termina siendo algo del por qué pueden llegar a ser masivas”.
Referentes
El camino desplegado en la música folclórica por mujeres tiene valiosos antecedentes. El trabajo de Leda Valladares, de la misma Isabel Aretz en el registro de la música popular argentina contribuyeron para dibujar un mapa del país. En nuestros lugares, otras mujeres han sido valiosas por su arte. “Melania es una referencia de una generación en la que era menos común y sobresalió como cantante”, dice Szachniuk cuando este medio le pregunta por las referentes en Salta.
“Esa es una de las grandes virtudes de Melania, haber tenido una carrera muy significativa desde el comienzo, y siendo mujer... Escuchaba la entrevista que le hizo a Ana Issa Patricia Patocco, en ‘Gemas’, y ella contaba algo que también yo recuerdo: las Cinco Voces fue una referencia de mujeres que se lanzaron a hacer música vocal y ellas tocaban la guitarra, el bombo, todos los instrumentos... cantaban. Si bien tenían un director que hacía los arreglos, ellas fueron referencia femenina y abrieron camino para otras cantantes que venimos, que vinieron después. ‘Después’ digo por una cuestión generacional”.
“Cantantes salteñas hay un montón, mujeres que son muy destacables... mi hermana Mara que ahora está viviendo en Francia... Hay muchísimas de calidad en varios ámbitos de la música, no solo en el folclore. La Agustina Vidal, Ana Issa... un montón”, señala. “La Melania, la Mariana Carrizo y la Balvina Ramos, copleras hay muchas... Hay un montón de mujeres haciendo cosas hace tiempo y cada vez tienen más visibilidad, pero todavía falta muchísimo”, concluye.