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El IPV busca bajar la morosidad en las cuotas sociales con un criterio de solidaridad

Casi la mitad de los beneficiarios no paga la mensualidad de su vivienda social. El organismo intensifica las tareas en terreno para el recupero y la reinversión
Martes, 23 de noviembre de 2021 00:00

Con un firme planteo de recupero de cuotas para poder seguir avanzando en la construcción de viviendas sociales y la aplicación de nuevos sistemas constructivos, el Instituto Provincial de Viviendas hizo una proyección y balance de su tarea a casi dos años de la nueva gestión de Gobierno.

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Con un firme planteo de recupero de cuotas para poder seguir avanzando en la construcción de viviendas sociales y la aplicación de nuevos sistemas constructivos, el Instituto Provincial de Viviendas hizo una proyección y balance de su tarea a casi dos años de la nueva gestión de Gobierno.

Convertido en una de las dependencias estatales de mayor demanda social en Salta, el IPV transcurre sus 40 años de existencia con un panorama expectante de la política habitacional en medio de la crisis económica y con cierto horizonte de reactivación.

Atrás quedaron, hace poco tiempo, las propagandas demagógicas que divulgaban falsamente una explosión en la construcción de viviendas sociales en Salta. Los números actuales son irrebatibles y hablan claramente de una demanda insatisfecha que no pudo ni siquiera desequilibrar la ecuación de casas construidas versus la necesidad habitacional de los últimos años.

Déficit e historia

En efecto, el déficit habitacional en la provincia se ubica actualmente en las 70 mil unidades, que es justamente la cantidad de viviendas que el Instituto pudo construir en sus 43 años de historia en Salta. Se construyeron 75 barrios hasta la fecha, lo que significan unas 65 mil unidades, cifra algo menor que la actual demanda.

El presidente del IPV, Gustavo Carrizo, aseguró que se han cometido errores y que "siempre se trabaja con la demanda por detrás", aunque este año se pudieron programar unas 5.200 unidades en toda la provincia, desde viviendas hasta edificios, que lógicamente deben contemplar la totalidad de los servicios.

La proyección técnica del Instituto apunta a mejorar los índices de recupero de cuotas y bajar la morosidad con el objetivo de retroalimentar el financiamiento del organismo y avanzar con la construcción de nuevas viviendas.

La morosidad en el pago de cuotas es alta; llega al 41,8 por ciento, aunque es sensiblemente menor a la del año pasado, cuando se ubicaba en el 49 por ciento. Casi la mitad de los adjudicatarios no pagaban las cuotas de sus casas. Aunque la pandemia fue el argumento, la morosidad se sostiene desde hace tiempo casi por una "cuestión cultural" de pensar que por ser una vivienda social es gratis. Carrizo señaló que este es un pensamiento que es necesario erradicar. "Está establecido entre la gente que la vivienda social no se debería pagar, pero forma parte de un trabajo de concientización para darle el valor de solidaridad a nuestra tarea. Cuando llegamos al terreno siempre decimos que esto es totalmente solidario y que a medida que se pagan las cuotas vamos a poder avanzar con la construcción de más viviendas", sostuvo el funcionario.

Existen planes con cuotas que quedaron desactualizadas de 100 pesos mensuales pero que, pese a ello, mantienen una alta morosidad. Cuando el IPV recupera ese valor la tasa de retorno es mínima y despreciable para reactivar la construcción de nuevas unidades.

Actualmente el sistema para financiar a los adjudicatarios contempla ingresos de hasta 8 salarios mínimos. Por debajo de esa escala se desarrollan otros programas, como soluciones habitacionales. 

Actualmente el IPV financia a 30 años la unidad y la infraestructura, con un coeficiente de variación que por el momento está vinculado a los salarios. Este sistema está vigente desde 2018.

El IPV se sostiene hoy con fondos provinciales y nacionales, aunque estos últimos constituyen la mayor parte. Con la denominada "cuota goteo" o cuota Fonavi que la Nación deposita todos los meses como coparticipación de un impuesto al combustible. Ese monto se ubica hoy en los 17 mil millones de pesos anuales.

Los planes nacionales de vivienda contemplan el financiamiento del 100 por ciento del valor de la vivienda, pero no así la infraestructura. Esos fondos son aportados por la Provincia. "Hay que considerar que un pozo de agua sale 20 millones de pesos, más la luz y todas las redes para las viviendas", indicó Carrizo.

Nuevos sistemas de construcción

El IPV comenzará a explorar nuevos sistemas constructivos con materiales innovadores que buscan garantizar el mejor estilo y la calidad de vida.
Una de esas alternativas es el sistema en seco o “steel framing”, que resulta toda una novedad en la provincia y que ya es utilizado en el sector privado.
 “Estamos analizando y tratando de aplicar el steel framing. Está aprobado por ley como sistema de construcción en Argentina y estamos trabajando para incorporarlo”, adelantó Carrizo.
No solo por la rapidez en el tiempo de construcción sino también para mejorar las condiciones de habitabilidad y optimizar el uso de la energía tanto para calefaccionar como para acondicionar, el sistema muestra ventajas que podrían ser determinantes para su aplcación en las viviendas sociales.
“La parte privada, el Estado y la gente empezó a ver los beneficios. En Salta responde muy bien, sobre todo por el sistema antisísmico que incorpora”, indicó el funcionario.

 Rapidez y prestación

Tradicionalmente el IPV adopta nuevas tecnologías y nuevos procesos de construcción. 
El análisis hasta ahora es que el sistema tradicional (ladrillo hueco y cemento) otorga más prestaciones, pero el otro se hace más rápido y esto es un punto determinante para la construcción en base a la alta demanda.
Para estas nuevas viviendas, desde el IPV modificaron los prototipos e incorporaron, según la región, sistemas bioclimáticos para el ahorro de energía, pero al mismo tiempo se busca en el caso del interior de la provincia respetar la idiosincrasia de los pueblos. Un gran porcentaje de las viviendas a construir serán en altura, con planta baja y dos pisos para aprovechar los espacios al máximo, permitiendo que más familias accedan al beneficio de la casa propia. Asimismo, se continúa con la ejecución de dúplex y casas de una planta, serán más amplios que las que se venían entregando, tendrán 62 m2.
“Seguramente será un proceso. Pasamos del ladrillo, al ladrillo hueco y costó, y seguramente esto va a costar también”. analizó Carrizo.
 

Un poco de historia del organismo

El Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y Vivienda (IPDUV) fue creado por la ley el 24 de agosto de 1977. Hasta entonces el organismo ejecutor era la Dirección Nacional de la Vivienda. El IPV es una entidad autárquica cuya primera sede fue en calle Buenos Aires 63. Desde 1980 funciona en Belgrano 1349.

En la década del 70 empezó la construcción de dos urbanizaciones de más de mil unidades cada una en capital: Ciudad del Milagro, en la zona norte, y barrio El Tribuno, en la zona sur.

 

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