Una estafa millonaria sufrió una compañía agropecuaria de Chaco al decomisar el Senasa la carga que habían adquirido en una finca de Rosario de la Frontera por la suma de casi cinco millones de pesos que desembolsaron en efectivo, entregando los vendedores instrumentos públicos falsificados o adulterados.
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Una estafa millonaria sufrió una compañía agropecuaria de Chaco al decomisar el Senasa la carga que habían adquirido en una finca de Rosario de la Frontera por la suma de casi cinco millones de pesos que desembolsaron en efectivo, entregando los vendedores instrumentos públicos falsificados o adulterados.
Los denunciantes Cristian Samite y su padre de 77 años dijeron que jamás pensaron que iban a ser estafados de esa manera y que el vendedor no les responde hoy ni siquiera el teléfono. La estafa, sin precedentes en nuestra provincia, se logró mediante un ardid delictivo de alta sofisticación y con mucha impunidad, dijeron los denunciantes. Estos explicaron que el vendedor de la hacienda, a quien identificaron como Guillermo Scarafia, les vendió un total de 130 animales vacunos, entre estos 48 vacas, 32 terneros al pie, 1 toro, 3 novillos grandes y 42 terneros/novillos y otros animales, los que acusaron un peso de más de 26.000 kilos de ganado en pie.
Todos los animales se cargaron en la finca de Guillermo Scarafia y se pesaron los camiones en una finca vecina.
“A nosotros el señor Scarafia nos entregó el DTE, que es el documento absoluto de propiedad de los animales y que a la vez posibilita su tránsito por la rutas argentinas. Este es un instrumento público que no puede ser fraguado o adulterado. Lo cierto es que le pagamos una suma cercana a los cinco millones de pesos y él en persona nos entregó los DTE a nombre de nuestra empresa, obviamente ya como propietarios de la carga. Así salieron los camiones a la ruta con esa documentación que supuestamente habilitaba para la travesía a la provincia de Chaco. Ya sobre ruta 34, en el cruce con ruta 81, en el norte de Salta, el Senasa detuvo a los camiones (dos en total) y al verificar la documentación que nos entregó el vendedor resultó que el instrumento público había sido adulterado, que no correspondía a Scarafia sino a una tercera persona y que como propietario de la carga surgió un frigorífico de Palpalá, Jujuy, por lo que el personal del Senasa sin más trámite decomisó los 130 animales en pie y ordenó que sean trasladados al frigorífico Bermejo de Pichanal, donde supuestamente debían ser sacrificados los 32 terneros y sus respectivas madres y los demás ejemplares de nuestra propiedad, para ser incinerados”.
Los empresarios del campo dijeron: “No nos dejaron accionar de ninguna manera, no nos dieron explicaciones de nada, nos despojaron de un capital de trabajo enorme. Lo peor es que durante la carga de los animales, en la finca de Scarafia había al menos 15 personas que sabían perfectamente lo que estaban haciéndonos, pero nadie nos advirtió. Poco después nos enteramos de que esta persona es familiar directo de una funcionaria de la Justicia de ese distrito judicial, por lo que, como se ve, tenemos un gran problema. Exigimos justicia y seguridad jurídica para los negocios”, explicaron.
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