En la revista Science se dio a conocer recientemente un comportamiento esencial de las proteínas descubierto por Frederick Sanger, John Kendrew, y Max Perutz. Está basado en que la inteligencia artificial es capaz de conocer la estructura del comportamiento de las proteínas, motores básicos de la vida en una de las claves fundamentales de la biología. Al tiempo de haberse aplicado ello, pero a través de la inteligencia humana, hubiera demandado miles de años comprenderlo.
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En la revista Science se dio a conocer recientemente un comportamiento esencial de las proteínas descubierto por Frederick Sanger, John Kendrew, y Max Perutz. Está basado en que la inteligencia artificial es capaz de conocer la estructura del comportamiento de las proteínas, motores básicos de la vida en una de las claves fundamentales de la biología. Al tiempo de haberse aplicado ello, pero a través de la inteligencia humana, hubiera demandado miles de años comprenderlo.
Las proteínas se pliegan y a través de las instrucciones del ADN, construidas por 20 aminoácidos, y totalizando unas 300.000 en el cuerpo humano vg., proporcionan el contenido de nuestra naturaleza biológica. De dichos plegamientos comprobados, además, se verificó que muchas enfermedades proceden precisamente de proteínas defectuosamente plegadas, como en el caso del Alzheimer, Parkinson, diabetes, o fibrosis quística.
La inteligencia artificial es capaz de conocer la estructura y el comportamiento de estos motores básicos de la vida, y este logro difundido por la Compañía Deep Mind y el equipo de David Backer, biólogo computacional de la Universidad de Washington, sorprendió por la importancia que conllevan dichos plegamientos de las proteínas, que se constituyen como operadores esenciales de casi todas las funciones biológicas, siendo responsables de muchos y variados problemas biomédicos, incluido el de la COVID-19, ya que una proteína es la espícula del coronavirus que logra penetrar en el cuerpo humano, provocando esta pandemia en el Siglo XXI. Las proteínas con sus aminoácidos ponen entonces en marcha a toda la cadena de montaje del cuerpo humano. Los ribosomas pliegan esa fila de aminoácidos para cumplir las complejísimas funciones. Las proteínas se construyen combinando únicamente los aminoácidos en innumerables distribuciones y longitudes. Y la computación producida por la cibernética, logró descifrar en un rato una combinación que llevaría millones de años, en ser accedido y descifrado por el cerebro humano.