Feriantes de las denominadas ferias americanas de la ciudad están preocupados por la brutal caída en las ventas durante la pandemia, que pese a los esfuerzos no logran repuntar. Afirman que hoy la situación es crítica, en muchos casos no llegan a juntar ni para la comida del día. Piden que el municipio salteño realice un censo, que no se habiliten nuevas ferias, que no se permitan feriantes de otras provincias y reflotaron el reclamo de un espacio donde poder trabajar debido al incremento de los alquileres, que cada vez se les hace más difícil sostener.
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Feriantes de las denominadas ferias americanas de la ciudad están preocupados por la brutal caída en las ventas durante la pandemia, que pese a los esfuerzos no logran repuntar. Afirman que hoy la situación es crítica, en muchos casos no llegan a juntar ni para la comida del día. Piden que el municipio salteño realice un censo, que no se habiliten nuevas ferias, que no se permitan feriantes de otras provincias y reflotaron el reclamo de un espacio donde poder trabajar debido al incremento de los alquileres, que cada vez se les hace más difícil sostener.
"No hay gente, no hay movimiento, estamos parados, la pandemia nos perjudicó un montón, lamentablemente a veces no llegamos ni para el pan", describió Hilda Silva, presidenta de la feria La Saladita, de avenida Chile y República del Líbano. Allí, de 130 puestos quedan 45. Sin palabras.
En la misma línea se manifestó Juan Benítez, referente de la feria La Bora, de barrio Bancario: "Las ventas bajaron muchísimo, un 90 por ciento seguro, y no estoy exagerando. No estamos vendiendo nada, hay días que ni salvamos la comida diaria".
Uno de los grandes problemas que hoy afrontan los feriantes es que la ropa subió una "barbaridad" por el precio del dólar, por lo que no pueden traer como antes. Al mismo tiempo, tampoco está llegando mercadería por un cúmulo de cuestiones, una de ellas las restricciones por el coronavirus.
A todo esto los feriantes deben pagar alquileres, monotributo, luz, agua, servicio de seguridad del predio y lo que demande el mantenimiento en general del mismo. "Es mucho para pagar, por lo que la gente prefiere irse y tirar una manta o ponerse una o dos mesas en alguna vereda. Están por todos lados sin pagar ningún impuesto y a nosotros nos han exigido tanto, todo lo que nos costó y cuesta montar en los espacios privados", expresó Silva, advirtiendo que de seguir así se corre el riesgo de cerrar y volver a los espacios públicos.
"Los funcionarios no controlaron nada. Nosotros hacemos el esfuerzo de seguir manteniendo los predios para mantener la fuente de trabajo, pero ahora cualquiera puede poner una feria en cualquier lugar y día", añadió la referente.
En la ciudad de Salta hay por lo menos 17 ferias americanas habilitadas legalmente en distintos predios privados. La atención al público arranca el jueves (en algunos casos), le sigue viernes, sábados, domingos y lunes. En el marco de los protocolos sanitarios establecidos por la COVID-19 se redujeron las puertas de ingreso para un mayor control, toma de temperatura y colocación de alcohol en gel. No se ingresa sin barbijo.
Algo paradójico que se da con las ferias americanas es que cada uno de los feriantes tiene habilitado legalmente su puesto y es monotributista, pero la mercadería que venden es ilegal. "Queremos sentarnos a charlar con el Gobierno para ver qué solución nos da, porque somos legal en la feria, pero te agarran con la ropa en la ruta y te quitan toda la mercadería", comentó Benítez.
En la lucha para que no se autoricen más ferias americanas aparte de las 17 que ya funcionan en la ciudad, el feriante contó que una mujer que está en la política junto con su esposo planean abrir un predio de 150 puestos en inmediaciones de la ruta 21. "Están ofreciendo a los feriantes alquilarle puestos con tres meses de gracia, ellos no son feriantes como nosotros, que la venimos remando hace añares, ellos son pícaros, vieron el negocio, dicen que tienen poder y quieren aprovecharse", manifestó Juan Benítez. Anticipó que saldrá a las calles si esto sucede. "Esto nos perjudicaría un montón, Salta no da para más ferias", dijo.
Proyecto de ley
Los referentes de las ferias americanas de la ciudad le solicitaron en su momento a la Cámara de Diputados de la Provincia la creación de un proyecto de ley por un espacio donde poder trabajar. “Queremos que nos otorguen un lugar que nosotros podamos pagar, no pedimos nada gratis, pero preferimos pagarle a la Municipalidad o al Gobierno provincial en lugar de los privados, porque los alquileres están por las nubes”, plantearon desde la feria La Saladita.
Los vendedores de ropa americana también aclararon que no tienen nada en contra de los manteros ni de las ferias barriales, pero sí pidieron más controles.