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Un maestro vuelve caminando de los cerros, tras repartir las tareas a sus alumnos

Muchos de los chicos no cuentan con conexión a internet. Las clases presenciales no comenzaron en las escuelas de Las Cuevas y Chañi, por falta de personal de maestranza.
Domingo, 07 de marzo de 2021 09:32

Caminando por un costado de la ruta bajo el sol de la Quebrada, Ricardo Ruiz, director de la escuela del paraje Las Cuevas regresa de un recorrido por las casas de sus alumnos, a quienes les entregó unas cartillas para que trabajen en sus casas. Es que muchos de ellos carecen de las posibilidades de conectarse a internet para participar de las clases virtuales. 

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Caminando por un costado de la ruta bajo el sol de la Quebrada, Ricardo Ruiz, director de la escuela del paraje Las Cuevas regresa de un recorrido por las casas de sus alumnos, a quienes les entregó unas cartillas para que trabajen en sus casas. Es que muchos de ellos carecen de las posibilidades de conectarse a internet para participar de las clases virtuales. 

 


Tanto en ese establecimiento educativo como en el de Potrero de Chañi, ambas del departamento Rosario de Lerma, no pudieron iniciar las actividades presenciales por falta de personal de maestranza. Esta situación no es nueva, pero se va profundizando con los años.
"Sin embargo, Ruiz ya tiene todo preparado para recibir a los niños: alcohol en gel, sanitizante, cartera de prevención y bancos distanciados unos de otros", contó Carlos Figueroa, de la Fundación Alfarcito, quien recorrió la zona. Así se trabaja en los cerros, para prevenir el Covid 19. No hay quejas, al contrario, existe un clima de trabajo y entusiasmo.

 


Asistir a la escuela para los chicos de esta zona alejada de los centros urbanos es de gran importancia para su educación integral, les brinda además la posibilidad de socializar y de recibir una dieta alimentaria adecuada. Allí son los directivos de las escuelas y los padres quienes suelen colaborar con la limpieza y la cocina. Sin dudas, escuela y familia configuran una vida comunitaria intensa, que requiere del Estado las herramientas mínimas para poder desarrollarse.

 


Días atrás, voluntarios de la Fundación Alfarcito visitaron Las Cuevas y se ofrecieron a poner en marcha un proyecto de clases prácticas de mantenimiento de huertas e invernaderos. Un oficio y una práctica de gran importancia para los estudiantes, que puede contribuir a generar sus propios alimentos. "La iniciativa fue recibida con entusiasmo, pero no podrá materializarse hasta tanto no haya un retorno a las clases presenciales", concluyó Figueroa. 


Fuente: con Fundación Alfarcito

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