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Vivían sin dirección: Por fin los vecinos de la Banda de Arriba podrán dar su domicilio

Tras seis años se promulgó la ordenanza que oficializa las calles y pasajes de esta zona con nombres alusivos a la cultura, la flora y fauna calchaquí. Y por fin los vecinos tendrán una dirección postal.
Lunes, 26 de abril de 2021 01:44

Bohemios, filántropos, guardianes de la cultura, de su preservación y de la transmisión de su valor a través del tiempo. Son los vecinos de la Banda de Arriba de Cafayate que no descansan para lograr que la identidad calchaquí vibre fuerte y nunca se apague. Desde 2015 elevan propuestas al municipio y al Concejo Deliberante para lograr que las calles y pasajes de la Banda de Arriba lleven nombres asimilables a la cultura de estos altos valles salteños, plagada de indigenismo ancestral, y de su flora y su fauna autóctonas. Para algunos puede parecer algo trivial, pero si no fuera por vecinos como estos, con su visión del futuro, las generaciones venideras transitarían por ciudades sin raíz, huérfanos de historia, vacíos de significado cultural. Es la sabiduría simple y perdurable de esta gente, la que interpelará a los vecinos cafayateños del mañana sobre quién es Coquena, o qué representa la Pachamama, qué cosa es una pasacana o una apacheta, solo porque esas palabras nombrarán con toda su carga de significado las calles que habitan.

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Bohemios, filántropos, guardianes de la cultura, de su preservación y de la transmisión de su valor a través del tiempo. Son los vecinos de la Banda de Arriba de Cafayate que no descansan para lograr que la identidad calchaquí vibre fuerte y nunca se apague. Desde 2015 elevan propuestas al municipio y al Concejo Deliberante para lograr que las calles y pasajes de la Banda de Arriba lleven nombres asimilables a la cultura de estos altos valles salteños, plagada de indigenismo ancestral, y de su flora y su fauna autóctonas. Para algunos puede parecer algo trivial, pero si no fuera por vecinos como estos, con su visión del futuro, las generaciones venideras transitarían por ciudades sin raíz, huérfanos de historia, vacíos de significado cultural. Es la sabiduría simple y perdurable de esta gente, la que interpelará a los vecinos cafayateños del mañana sobre quién es Coquena, o qué representa la Pachamama, qué cosa es una pasacana o una apacheta, solo porque esas palabras nombrarán con toda su carga de significado las calles que habitan.

Los vecinos de la Banda de Arriba estaban en inferioridad de condiciones con el resto de los vecinos de Cafayate al no tener una dirección ubicable al momento de solicitar una ambulancia, un móvil policial, bomberos, un envío postal, un delivery, ya que no contaban con calles y numeración a dónde dirigir estos servicios, muchos de ellos vitales.

Tras seis años, entre períodos de tratamiento y otros de indiferencia, finalmente los concejales cafayateños promulgaron la ordenanza 36/20 que considera las notas con las propuestas remitidas desde 2015, una de la señora Ramona Zambrano y otra de Santiago Haro Galli, que llevan las firmas de los vecinos de la Banda de Arriba, quienes solicitan que se nombren a las calles y pasajes de esa zona de Cafayate con referencia a la cultura, la flora y la fauna calchaquí.

Los ediles consideraron además para promulgar esta ordenanza, que urgía nombrar a las calles ya que el domicilio postal de los vecinos es imposible de ubicar al no estar ordenada la localización por calles y números de casas. En consonancia, los vecinos de la Banda de Arriba estaban en inferioridad de condiciones con el resto de los vecinos de Cafayate al no tener una dirección ubicable al momento de solicitar una ambulancia, un móvil policial, bomberos, un envío postal, un delivery, ya que no contaban con calles y numeración a dónde dirigir estos servicios, muchos de ellos vitales.

La ordenanza también explica que junto con los vecinos se dispusieron los nombres de las calles en un plano de la Banda de Arriba proporcionado por el Geoportal de Idesa, avalado por la Dirección General de Inmuebles con lo que, por fin, los habitantes de la Banda de Arriba podrán ser ubicados por el nombre de la calle donde viven y el número de sus casas.

Santiago Haro Galli, ceramista, pequeño productor y vecino de la Banda de Arriba, explicó que "luego de años de gestiones llegaron a un consenso entre concejales y vecinos para poner los nombres uniendo ambas propuestas (cultura, y flora y fauna calchaquí) a las calles y pasajes. La importancia que tiene esto a nivel cultural, social y turístico es enorme porque se trata de una zona rural muy amplia con nuevos loteos, que se esta urbanizando rápidamente y es muy rica en hallazgos arqueológicos desde los años 80".

Haro Galli destacó el hallazgo de cerámica de la cultura de la Aguada, de etnias que habitaron la zona hace más de mil años. La cultura de la Aguada fue reconocida a fines del siglo XIX a partir de objetos cerámicos en los que se destacaba la imagen del felino. Los hombres de la cultura de la Aguada produjeron el máximo desarrollo de las culturas agroalfareras en el noroeste argentino. Su epicentro era Catamarca con expansión en La Rioja y San Juan. Se caracterizaban por tener recintos de acabada construcción en piedra, donde vivía la elite, mientras los demás ocupaban casas de paja y barro.

"Es una zona con morteros, con andenes de cultivos, y los loteos se hacen considerando el valor arqueológico del terreno. Se puede construir pero si se hace un hallazgo, hay que comunicar a las autoridades para preservar, porque se encontraron también muchas urnas funerarias grandes".

Haro Galli tiene el anhelo de poder hacer la cartelería en cerámica para todas las calles, empleando materiales de la zona y técnicas tradicionales de la alfarería calchaquí, con lo cual tendría más carácter el proyecto que llevan adelante entre los vecinos y las autoridades del municipio, con el objeto de lograr un área netamente cultural, que hable de la compleja identidad calchaquí.

"Esto de hacer los carteles en cerámica horneada, con tierra de la zona, pintada con pigmentos naturales, con el nombre e incluso con el dibujo correspondiente, por ejemplo del suri para la calle que lleve ese nombre, es un proyecto que ya he presentado a nivel municipal, pero se necesitan fondos para llevarlos a cabo y quizás sea difícil obtenerlos en este momento donde todo es complicado. Si alguien quiere aportar a este proyecto sería una gran cosa y, en todo caso, los vecinos que quieran poner esta cartelería en los pilares de luz que marcan sus calles y sus casas, pueden contactarse conmigo", comentó el artista.

 

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