La ciudadana ilustre, Norma Aguilar, dio una conferencia y lamentó no poder debatir con el profesor Eduardo Poma.
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La ciudadana ilustre, Norma Aguilar, dio una conferencia y lamentó no poder debatir con el profesor Eduardo Poma.
Acompañada por el intendente de Metán, José María Issa, otras autoridades e invitados especiales, la profesora y especialista en historia argentina, Norma Estela Aguilar, brindó una conferencia en la Casa Natal Federico Gauffin, denominada: "Sin escudos ni blasones. Metán en 454 años de una historia que no te contaron".
En la presentación la ciudadana ilustre agradeció el apoyo y la oportunidad que le brindó el intendente Issa. Lamentó no poder debatir con el profesor y presidente de la Junta de Estudios Históricos, Eduardo Poma, a quien se refirió en varias oportunidades para marcar lo que considera errores en sus publicaciones y ordenanzas municipales.
"Aunque lo que compartí con ustedes no se amolde a ninguna de las estructuras o creencias con las que crecieron. Aún así, si después de escuchar sienten tener más dudas que certezas, he cumplido mi objetivo. Dudar será el principio para volver a leer la historia y formarse una idea propia, ajena a intereses mezquinos. Una historia nuestra, sin divisiones ni egoísmos", destacó Aguilar.
La profesora viajó hace algunos años a España, por eso durante su disertación expuso los resultados obtenidos en consultas realizadas por ella en el Archivo General de Indias.
En la conferencia destacó que el nombre de Metán aparece tempranamente hacia 1611. En un auto del Oidor Alfaro del 1 de febrero de 1611, esto es una orden, incluido en un expediente civil del Archivo Nacional de Bolivia, se hace referencia a Metán como un paraje al que toman como referencia. Se explica que Esteco estaba enmarcada por cuatro cursos de agua; una de sus caras, "la que cae de la ciudad abajo de la parte del río", daba al río de las Piedras. La otra considerada "la entrada de la dicha ciudad por cima de ella hacia la acequia camino de Metán", tomaba sus aguas del mismo río y una tercera, "al principio de la ciudad viniendo por el camino del Perú", se enfrentaba a Manantiales, con naciente en un ojo de agua y desembocadura en el Pasaje, la cuarta "al fin de la ciudad camino de la Gobernación" fue la excepción. Su uso tan temprano lleva a pensarlo como un nombre originario, al modo de Yatasto o Culicas como los partidos de la ciudad.
Por otra parte, se refirió a lo que consideró aciertos y desaciertos en la interpretación del gobierno de Alonso de Mercado y Villacorta. "El riesgo de revisar la historia a la luz de fuentes secundarias; el caso de Metán Viejo", denominó.
"En Metán Viejo existe un portal avisando al visitante que allí Alonso de Mercado y Villacorta fundó el pueblo de Metán y creó un fuerte en 1666. Un dato erróneo que procede de un hecho tan simple pero a la vez complejo como es el que los historiadores trabajemos con fuentes primarias (relatos de los protagonistas o de sus coetáneos) o utilicemos fuentes secundarias, testimonios de segunda mano, elaborados con posterioridad a los hechos ocurridos y basados en las fuentes primarias", dijo Aguilar.
Explicó que cuando asume por segunda vez la gobernación del Tucumán en 1665 Mercado y Villacorta debe resolver los problemas generados por los ataques de los aborígenes chaqueños y los del Valle Calchaquí. "Tomo, para afirmar que Mercado y Villacorta no creó el pueblo de Metán y el fuerte en Metán Viejo, al relato del padre Hernando de Torreblanca, jesuita que acompañó a Villacorta en sus campañas. Él explicaba que a Esteco fueron llevados ciento cincuenta indios ocalianos (sic) para que se dispusiera de sus servicios y se les repartiera tierras en Metán, en el río de la Almona y en Manantiales para que hicieran sus sembrados. Estos indios estuvieron sitiados durante algunos meses y luego ayudaron a proteger el fuerte que se construyó en plena plaza, para asegurarse de noche contra los ataques de los mocovíes".