Allá, en el Chaco salteño, donde los aborígenes nacen, crecen, se multiplican y mueren desde hace centurias manteniendo su ritmo de vida y costumbres ancestrales, así como las carencias de siempre, habrá dentro de poco un cambio fundamental en 2 comunidades.
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Allá, en el Chaco salteño, donde los aborígenes nacen, crecen, se multiplican y mueren desde hace centurias manteniendo su ritmo de vida y costumbres ancestrales, así como las carencias de siempre, habrá dentro de poco un cambio fundamental en 2 comunidades.
Es que la Provincia consiguió que Nación gestione un beneficio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que consiste en la provisión e instalación de biodigestores.
Una de ellas es la comunidad Pacará, ubicada a 42 kilómetros al este de Tartagal, sobre la ruta nacional 86, en proximidades de Tonono, perteneciente al pueblo wichi. La otra es comunidad Colonia Fiscal 8, ubicada a unos 20 kilómetros al sur de Tartagal y a unos 10 hacia el este de la ruta nacional 34, en jurisdicción de General Mosconi, y que pertenece al pueblo guaraní.
La presentación del proyecto se concretó primero en Pacará, donde viven unas 300 personas. Allí, el subsecretario de Ambiente, Normando Zúñiga, explicó los alcances y el objetivo de la instalación de un biodigestor. "Se trata de un proyecto piloto que busca generar energía limpia y al mismo tiempo reducir el volumen de residuos orgánicos generados por las comunidades", dijo.
Miembros de la comunidad hicieron consultas, despejaron dudas sobre el funcionamiento del equipo y celebraron la iniciativa que, entre otras ventajas, alimentará de energía la bomba de agua.
"Estamos muy contentos de poder traer esta tecnología a dos comunidades de Salta, que serán las primeras del país. Este sistema tiene una triple ventaja: se reducen los residuos orgánicos, genera biogás y el desecho del equipo es un gran fertilizante", explicó Zúñiga.
En diálogo con El Tribuno, Zúñiga detalló que "buscamos las comunidades que reúnan las condiciones necesarias para contar con estos equipos".
Entre las condiciones detalló que deben contar con agua suficiente y "alguna necesidad que sea satisfecha por el biodigestor. Y la Colonia Fiscal 8 tiene un pozo de agua y tiene una bomba pero no cuenta con energía. Ellos ahora podrán mover el motor de la bomba con la energía que genere el biodigestor a partir del biogás que se produce al descomponer la materia orgánica", dijo.
Si la bomba funciona tres horas por día llenarán la cisterna y tendrán agua potable. Además, la energía restante podrá ser utilizada para tener iluminación en las viviendas un par de horas por noche.
Otra ventaja del proyecto
Zúñiga explicó que "dentro del mismo proyecto vamos a bajar un adaptador para cargar celulares y pilas, porque los originarios utilizan sus radios para estar informados. Así vamos a evitar la generación de residuos peligrosos. Y también incluye la provisión de un televisor o una PC completa, y una antena satelital paga por dos años", dijo el funcionario.
Qué es un biodigestor
Un biodigestor es un contenedor hermético que permite la descomposición de la materia orgánica en condiciones anaeróbicas y facilita la extracción del gas resultante para tener energía. El biodigestor cuenta con una entrada para el material orgánico, un espacio para su descomposición, una salida con válvula de control para el gas (biogás), y una salida para el material ya procesado (bioabono).
La temperatura es muy importante para la producción de biogás, ya que los microorganismos que realizan la biodigestión disminuyen su actividad fuera de estas temperaturas. La temperatura en la cámara digestiva debe estar entre los 20º C y 60º C.