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Sergio Vargas y Nicolás Cajal, ¿culpables o inocentes?

Hoy, a partir de las 14, el Tribunal de Juicio de la Sala VII dictará el fallo.Alguna de las claves de las acusaciones y las defensas en los imputados.
Miércoles, 26 de mayo de 2021 01:28

Desde las 14 en el Salón de Grandes Juicios, subsuelo del Poder Judicial de esta capital, los jueces integrantes del tribunal dictarán el veredicto en el juicio por el crimen de Jimena Salas, asesinada de 57 puñaladas el 27 de enero de 2017 en su casa del barrio San Nicolás, en Vaqueros. Los imputados Sergio Vargas, como partícipe secundario del homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento, criminis causae y violencia de género, y Nicolás Cajal, llegó acusado por encubrimiento agravado, sabrán hoy si son culpables o inocentes.

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Desde las 14 en el Salón de Grandes Juicios, subsuelo del Poder Judicial de esta capital, los jueces integrantes del tribunal dictarán el veredicto en el juicio por el crimen de Jimena Salas, asesinada de 57 puñaladas el 27 de enero de 2017 en su casa del barrio San Nicolás, en Vaqueros. Los imputados Sergio Vargas, como partícipe secundario del homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento, criminis causae y violencia de género, y Nicolás Cajal, llegó acusado por encubrimiento agravado, sabrán hoy si son culpables o inocentes.

El viernes se desarrolló una extensa jornada donde las partes expusieron sus alegatos, audiencia que se llevó a cabo desde las 9 hasta las 18.30 aproximadamente, luego los magistrados anunciaron un cuarto intermedio hasta hoy a las 14. Antes de que los jueces Francisco Mascarello, Federico Díaz y Javier Armiñana ingresen a deliberar, los acusados tendrán la oportunidad de pasar al frente y decir sus últimas palabras, luego los integrantes del Ministerio Público Fiscal y los defensores podrán efectuar las réplicas y contrarréplicas.

Según se ventiló en las audiencias de debate orales y públicas desde el lunes 3 del corriente mes, el salvaje crimen de la vecina de Vaqueros se cometió entre las 12.40 y la 13 del viernes 27 de enero de 2017. Para ello hubo al menos dos homicidas de quienes aún no se tienen rastros, solo existen dos ADN que en la investigación fueron signados como H1 y H2, los hombres que asesinaron a Jimena Salas de 57 puñaladas. Acerca de las lesiones, y según indicaron los encargados de realizar la autopsia del cuerpo, varias fueron superficiales; además, el mismo cadáver tenía heridas semejantes a acciones de defensa que realizó la víctima en el cruento momento del ataque, varias de ellas en la zona de las manos y antebrazos.

A todo esto, ¿qué tienen que ver Sergio Vargas y Nicolás Cajal? El primero está sindicado como el hombre que marcó la casa de la víctima, fue detenido hace dos años y medio. Defienden a Vargas los letrados Luciano Romano y Marcelo Arancibia, y Marcos Rubinich defiende al imputado en relación a la acusación de la querella y la actoría civil. Mientras que Cajal, pareja de Jimena Salas en el momento del crimen, llegó acusado de encubrimiento agravado, actos que según el órgano acusador cometió después del asesinato de su mujer. Su abogado defensor es el doctor Pedro Javier Arancibia, ambas defensas pidieron la absolución lisa y llana el viernes último, mientras que desde el MPF solicitaron 12 años de prisión para Vargas y cinco años y seis meses para Cajal. La querellante Marta Aguilar adhirió a la pena de los fiscales, al igual que la asesora de Incapaces 2, Claudia Mariela Flores Larsen, en representación de las hijas de la víctima.

* Contenido del maletín. Para la unidad fiscal integrada por Ana Inés Salinas Odorisio, Gustavo Torres Rubelt y Ramiro Ramos Ossorio, quedó demostrado que el día del hecho los autores del crimen ingresaron a la casa de Cajal y Jimena Salas a buscar el contenido del maletín, divisas y/o narcóticos, que finalmente se llevaron.

* Pruebas científicas. Para los fiscales no se trata de interpretaciones sino se sustenta en una base de prueba genética, evidencia digital y odorológica.

* Directo al maletín. Luego de matar a Jimena Salas los homicidas se dirigieron directo al maletín, así lo indican las manchas sanguinolentas. No revolvieron nada y quedó prácticamente todo en su lugar: caja fuerte, PC, cartera, tablet, televisor, etc.

* Alteró la escena del crimen. Los investigadores señalan que Cajal desde el momento que encontró el cuerpo sin vida de su mujer, se percató de esa situación y alteró la escena del hecho arrojando un alhajero para simular un robo frustrado, también ocultando el manojo de llaves y realizando llamadas necesarias para poner en conocimiento a sus superiores del entorno laboral de la situación.

* La investigación. Desde el Ministerio Público Fiscal, y en especial desde la unidad que se conformó para la investigación, el reproche contra el imputado y viudo de la víctima es que si él hubiera manifestado que se llevaron el contenido del maletín la lógica de la investigación cambiaba. En ese sentido el daño a la investigación fue irreparable.

* Revictimizar a la víctima. Entienden que al haber orientado la causa hacia un robo frustrado en un primer momento las líneas investigativas profundizaron en la vida íntima de Jimena Salas buscando en ella alguna causa, y el de su entorno de manera innecesaria.

Pedro Arancibia, defensor de Nicolás Cajal, apuntó que su cliente es totalmente inocente, que se trata de una causa armada solo para satisfacer la inacción que desde un primer momento hubo en la investigación pero sobre todo el capricho del procurador general de la Provincia, el doctor Abel Cornejo, con quien mantuvo una disputa mediática importante, incluso con acusaciones legales en contra. En sus alegatos, el letrado señaló: "Ojalá este sea un caso paradigmático para que nunca se impute a personas arbitrariamente, sin evidencia objetiva y seria, para que nunca más se genere un sensacionalismo perverso, nunca más se eleve a juicio a personas sin evidencias, sin fundamentos y con falacias. Para que nunca más se juegue con el dolor de las víctimas y sus familiares quienes buscan justicia". Resaltó tres puntos: 1) No existe ni existió en ningún momento evidencia alguna que vincule al señor Cajal con el crimen de quien fuera su concubina. 2) La acusación penal efectuada por el MPF es totalmente ilógica, arbitraria, sensacionalista y falaz. 3) En el proceso penal Nicolás Cajal tuvo y tiene que enfrentarse a la injusticia, la mentira e impunidad.

"¿Quién es y quiénes asesinaron a Jimena Salas? Es la pregunta que Nicolás Cajal se hace desde el primer día", apuntó el defensor. Acerca del contenido del maletín el defensor señaló que se trata de una "total falacia" porque por Cajal no puede "decir algo que no existió". En ese sentido, dice que la acusación de la Fiscalía se basa en una mentira, en consecuencia la investigación posterior se cae a pedazos.

Acerca de Vargas

Para el MPF hay dos hipótesis acerca de la situación de Sergio Vargas: por un lado lo que hacía Vargas en el barrio San Nicolás, es una conducta criminal vinculada a un hecho base que es el homicidio triplemente calificado. Por otro lado, se encuentra la postura que el imputado y sus defensores sostienen que ese día él se encontraba "cándidamente vendiendo un par de sandalias, luego de eso fue objeto de una enorme conspiración donde están incluidos fiscales, jueces de garantía, de impugnación, empresas como Telecom, Personal, Saeta, psicólogos, el CIF, un puñado de vecinos todos alineados en perjudicar a un presunto inocente", sostuvo Ossorio.

* Llegó al barrio. Vargas llegó después de las doce del mediodía a San Nicolás, con un par de sandalias y habló con la víctima, Jimena Salas. Acerca de ese diálogo los investigadores afirman que el imputado se contradice, ya que en su primera declaración describió cómo estaba vestida Jimena Salas y luego, en sus declaraciones del jueves pasado, negó haberla visto.

* No fue a vender nada. Para el fiscal, lo que hacía el imputado en el barrio no era vender, no intentó vender porque ningún mecanismo de venta implicaría cruzar toda la ciudad para vender un par de sandalias. Además, nunca se supo a quién se las vendió.

* Un conocido de Vargas. Uno de los testigos, Matías "Bebeto" Vilca, señaló haber visto a Vargas antes del mediodía, sin embargo el imputado dijo haberse encontrado con su amigo recién cerca de las 15.

* El señor del perro. En el momento que el individuo del perro estaba operando en el barrio, Vargas también lo hacía. Es imposible que no haya observado al sujeto con el caniche toy, "todo el barrio vio menos Vargas", sostuvo el fiscal Ossorio.

Marcelo Arancibia, de manera magistral, expuso parte de la defensa de Vargas, aludiendo que su defendido jamás "negó" haber estado en el barrio San Nicolás, se puso a disposición desde un primer momento, describió el escenario como alguien que conoce el lugar porque en más de una oportunidad estuvo trabajando en Vaqueros. "Contó, palabras más palabras menos, lo mismo que en su indagatoria", sostuvo acerca de las declaraciones del imputado.

Y añadió: "Los investigadores desde el inicio de la causa ni siquiera aportaron pruebas indiciarias, las mismas fueron carentes de seriedad, por ello jamás podremos arribar a una verdad de quién o quiénes asesinaron a la señora Salas. Los señores fiscales efectuaron totalmente lo contrario a lo que dicen los manuales elementales a una correcta investigación. Aportaron un común denominador: argumentos carentes de seriedad y frente a la realidad fácilmente rebatidos. Aportaron indicios que nunca se transformaron en pruebas".

 

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