La situación de Esteban Andrada es la mayor preocupación que mantiene por estas horas la dirigencia de Boca, más allá de la derrota ante Barcelona en Ecuador, ya que el arquero no regresó esta mañana con el resto de la delegación a Buenos Aires y permanece en Guayaquil, tras dar positivo en coronavirus, mientras se gestiona un avión sanitario para su viaje.
En el medio, los reclamos de la esposa de Andrada, Nerina Galasso -madre de sus dos hijos-, y también el pedido público del entrenador Miguel Ángel Russo tras el encuentro, se hicieron escuchar y sirven de presión para resolver una situación tensa.
Andrada está aislado en una habitación de 42 metros cuadrados en un hotel en Guayaquil, asintomático, aunque positivo de COVID- 19 en los testeos PCR que se le realizaron a la delegación xeneize el martes, cuando arribó a esa ciudad ecuatoriana para jugar la tercera fecha de la Copa Libertadores.
“Yo ayer hablé con Raúl (Cascini) al mediodía y me dijo que se está encargando del tema, aunque no es nada sencilla la gestión en otro país”, expresó el representante del arquero, Luciano Nicotra, en declaraciones al programa ‘¿Cómo te va Benedetto?‘, que conduce Marcelo Benedetto por radio AM 550.
Y agregó: ‘Esteban está bien, asintomático, no tiene ningún dolor. Obviamente preocupado por estar allá, por la incertidumbre, porque no sabe cómo está el país y quiere volver a la Argentina”.
Durante las horas previas al partido, se especuló con la posibilidad de que Andrada pudiera retornar incluso antes del juego, pero las autoridades sanitarias de Ecuador, y también las de Argentina, impiden subirse a un avión a una persona positiva en coronavirus.
En ese sentido, Juan Zapata, del Centro de Operaciones de Emergencias del Ecuador, señaló que la autorización para que Andrada pueda viajar ‘es determinación del Ministerio de Salud del Ecuador, aunque es posible que pueda regresar en un avión sanitario‘.
Andrada ya había tenido coronavirus en septiembre pasado, y la semana pasada acusó un contacto estrecho, pero los diferentes testeos hasta el domingo le dieron negativo, por lo que pudo viajar autorizado por la Conmebol.
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La situación de Esteban Andrada es la mayor preocupación que mantiene por estas horas la dirigencia de Boca, más allá de la derrota ante Barcelona en Ecuador, ya que el arquero no regresó esta mañana con el resto de la delegación a Buenos Aires y permanece en Guayaquil, tras dar positivo en coronavirus, mientras se gestiona un avión sanitario para su viaje.
En el medio, los reclamos de la esposa de Andrada, Nerina Galasso -madre de sus dos hijos-, y también el pedido público del entrenador Miguel Ángel Russo tras el encuentro, se hicieron escuchar y sirven de presión para resolver una situación tensa.
Andrada está aislado en una habitación de 42 metros cuadrados en un hotel en Guayaquil, asintomático, aunque positivo de COVID- 19 en los testeos PCR que se le realizaron a la delegación xeneize el martes, cuando arribó a esa ciudad ecuatoriana para jugar la tercera fecha de la Copa Libertadores.
“Yo ayer hablé con Raúl (Cascini) al mediodía y me dijo que se está encargando del tema, aunque no es nada sencilla la gestión en otro país”, expresó el representante del arquero, Luciano Nicotra, en declaraciones al programa ‘¿Cómo te va Benedetto?‘, que conduce Marcelo Benedetto por radio AM 550.
Y agregó: ‘Esteban está bien, asintomático, no tiene ningún dolor. Obviamente preocupado por estar allá, por la incertidumbre, porque no sabe cómo está el país y quiere volver a la Argentina”.
Durante las horas previas al partido, se especuló con la posibilidad de que Andrada pudiera retornar incluso antes del juego, pero las autoridades sanitarias de Ecuador, y también las de Argentina, impiden subirse a un avión a una persona positiva en coronavirus.
En ese sentido, Juan Zapata, del Centro de Operaciones de Emergencias del Ecuador, señaló que la autorización para que Andrada pueda viajar ‘es determinación del Ministerio de Salud del Ecuador, aunque es posible que pueda regresar en un avión sanitario‘.
Andrada ya había tenido coronavirus en septiembre pasado, y la semana pasada acusó un contacto estrecho, pero los diferentes testeos hasta el domingo le dieron negativo, por lo que pudo viajar autorizado por la Conmebol.