Salta muestra una larga trayectoria de desencuentros. En los momentos cruciales (y este es uno de ellos) tendemos a encerrarnos dentro de nosotros mismos y resistir las tempestades.
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Salta muestra una larga trayectoria de desencuentros. En los momentos cruciales (y este es uno de ellos) tendemos a encerrarnos dentro de nosotros mismos y resistir las tempestades.
Es, pienso, un comportamiento equivocado.
Como enseña la experiencia nacional e internacional, las grandes dificultades demandan mesas de diálogo, sentido de la responsabilidad y sensibilidad para comprender al otro. A los que están fuera de nuestros círculos habituales.
Los motores salteños que producen bienes y servicios funcionan a media máquina o están directamente parados. Crece el desempleo, se achican las oportunidades, miles de familias padecen hambre y van perdiendo las esperanzas. Nuestros niños están sufriendo daños impropios de una sociedad del siglo XXI.
El actual Gobernador, más allá de sus intenciones, difícilmente pueda resolver las urgencias ni los problemas con incidencia en el futuro. No puede hacerlo solo, ni dentro de su círculo de asesores y ministros. Necesita escuchar la voz de todos los salteños.
La idea de que los poderes del Estado provincial dialogan (de vez en cuando) con lobbistas o representantes de los intereses económicos no funcionó al servicio del interés general. Ni funcionará en el actual contexto de crisis y de demandas acuciantes de integración y justicia social.
La CGT Regional Salta, que viene moviéndose con una estrategia que apunta a unificar a las representaciones de los trabajadores y a conectar con los movimientos sociales, está en condiciones de aportar diagnósticos y soluciones.
Hemos comenzado reuniendo a los principales actores obreros que producen energías y combustibles. Este encuentro nos ha permitido conocer las dificultades (y las tensiones) que se viven en las sedes de la producción de gas y petróleo en el norte salteño. Saber de las dificultades que soportan los trabajadores del azúcar y biocombustibles. Poner sobre la mesa las oportunidades y restricciones que presenta la minería. Conectar estas realidades con el mundo de la construcción y del transporte ferroviario. Analizar el presente y el futuro de nuestra producción de energía eléctrica.
Percibimos un ambiente de declinación productiva. De prácticas antisindicales y de trabajo no registrado. De ineptitud de ciertas áreas del gobierno provincial prontas a ceder ante las presiones centralistas.
Para darle una segunda vuelta a este tema, en el mes de julio realizaremos una jornada especial para abordar la realidad de las energías y combustibles.
Y luego seguiremos con el problema del empleo municipal y de los sectores más postergados de la Administración Pública provincial.
Nuestros equipos técnicos trabajan para proponer caminos que integren a las trabajadoras y trabajadores de la inmensa área informal, en donde reina la injusticia.
Nos queda tiempo también para que la Confederación -como es nuestra responsabilidad- apoye a los trabajadores del campo.
Exhortamos al Gobierno de la Provincia a convocar a todos los sectores con una agenda adecuada a la emergencia, y a consensuar un plan de trabajo que prepare las medidas imprescindibles.