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Chocobar: “Los derechos humanos son de los policías también y es triste sentirse desprotegidos”    

Luis Chocobar es salteño y policía de la Provincia de Buenos Aires. Se hizo conocido por el incidente en el que falleció Juan Pablo Kukoc, uno de los responsables de haberle dado 12 puñaladas al turista estadounidense Joe Wolek en La Boca, el 8 de diciembre de 2017, para robarle una cámara de fotos. 
Lunes, 28 de junio de 2021 19:41

Recientemente el efectivo, después de siete meses de juicio, fue condenado a 2 años de prisión y cinco de inhabilitación para ejercer como funcionario público por aquel incidente. A fin de año se van a cumplir 4 años de ese hecho, y Luis Chocobar dialogó con El Tribuno sobre aquel día que lo marcó para el resto de su vida y en el que asegura que cumplió con “el objetivo de defender a un ciudadano”.

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Recientemente el efectivo, después de siete meses de juicio, fue condenado a 2 años de prisión y cinco de inhabilitación para ejercer como funcionario público por aquel incidente. A fin de año se van a cumplir 4 años de ese hecho, y Luis Chocobar dialogó con El Tribuno sobre aquel día que lo marcó para el resto de su vida y en el que asegura que cumplió con “el objetivo de defender a un ciudadano”.

¿Qué recuerda de ese día?
Ese día salí a trabajar y me encuentro con este suceso donde tomo intervención. En todo momento se trató de hacer las cosas correctamente, de llamar al 911, de pedir refuerzos. Creo que fue muy necesaria mi intervención para que hoy Joe Wolek esté con vida porque le estaban propinando 12 puñaladas. Me siento muy tranquilo porque cumplí con mi objetivo de defender a un ciudadano.

Después de tanto tiempo ¿hay algo que hubiese hecho distinto o se arrepiente de algo?

Yo a esto no lo provoqué, yo salí a trabajar, a hacer un adicional y me encuentro con ese suceso, así que arrepentido creo que no estoy porque cumplí con mi deber como policía y mucho más estando de civil porque podría haber dado vuelta la cara y caminar para otro lado y no involucrarme. Yo decidí involucrarme. 

Tras el fallo, Wolek expresó que estaba “decepcionado”, y le envió un mensaje: “Hay gente buena en el mundo y vos sos uno de ellos”. ¿Qué significa Wolek en su vida?
La verdad fue sorprendente, me sentí muy halagado con sus palabras. Yo soy un muchacho provinciano, de La Merced (Salta) que viajó a Buenos Aires a buscar un futuro mejor. Son muy importantes sus palabras porque él es la víctima realmente en todo esto. Me siento muy contento porque como le digo, cumplí con mi trabajo, con mi deber y verlo sonreír, la verdad que para mí es impresionante.

Hubo una colecta en la que se recaudaron más de $2 millones y tengo entendido que por eso decidió realizar su fundación. ¿Qué pasó por su cabeza cuando vio que se había recaudado tanto dinero?
Hoy en día la sociedad está despertando. Muchos empezaron a poner su granito de arena cuando sucedió la sentencia y en ese momento fue creada la Fundación Chocobar. De una u otra manera ese dinero no era mío y yo lo tenía que devolver a la sociedad. Para mí fue sorprendente y al mismo tiempo pensé que era una broma. Yo jamás le pedí nada a nadie, siempre me gané la vida trabajando honradamente. Fui jardinero, estuve limpiando baños mucho tiempo y las cosas siempre las hice con los valores que me inculcó mi familia. Cuando sucedió esto, la verdad que me sorprendió. Muchísima gente me dice por qué no me iba para afuera, pero todavía yo no tengo una sentencia firme y es por eso que sigo trabajando, sigo siendo personal policial y creo que en esta Argentina que tenemos hay muchísimas cosas por hacer, entonces por eso decidí no irme y no huir de nada porque no tengo que estar huyendo de nada. Si la Justicia falla a favor o en contra tendremos que atravesar ese proceso, pero hoy en día me siento tranquilo con mucha fuerza de mi familia, la gente, la sociedad me está apoyando muchísimo. De esa manera y con buenos pensamientos se crea la fundación donde quiero que a ningún policía le pase lo mismo que me pasó a mí de tener que salir peor que una rata corriendo, de no poder volver, estar con amenazas.

¿Lo amenazaron?
Si, iban a mi casa y entraban a buscarme y los vecinos me decían. Entonces no quiero que pase más eso a un personal policial y mucho menos la familia. Muchas veces la institución misma te da la espalda.

¿Le pasó? 
En mi caso yo tuve la suerte de que la institución estuvo y está al lado mío y es muy importante el apoyo de nuestro jefe, de nuestros compañeros. Realmente empezar a atravesar todo ese proceso también me trajo enfermedad. Tuve un coma diabético, me agarró diabetes nerviosa y es triste no tener para dónde ir y la verdad que me siento un bendecido gracias a Patricia Bullrich, que me dio su apoyo y estuvo siempre acompañándome. 

¿Piensa que hubo un aprovechamiento político?
Todo el mundo me dice que todo esto es política y yo no lo tomé de esa manera.

 

¿Por qué?
Porque una persona cuando es política está en ese momento y después te abandona. Esta señora (Bullrich) todos los días me llamaba me preguntaba cómo estaba, que necesitaba. Yo lo tomé más del lado humano y sensible de la señora. 

Dijo que se sintió abandonado... ¿por quién?
Por la justicia porque nosotros somos servidores públicos y estamos a disposición las 24 horas, somos personal policial y estamos a disposición de la sociedad. Es muy importante que la sociedad te apoye, que te cuide, que te proteja también así como nosotros damos nuestra vida por ellos. 

En una entrevista dijo que ahora los policías van a pensar dos veces antes de actuar...
Yo no puedo responder por todo el personal policial, cada uno tiene su manera de pensar, pero muchas veces el personal policial al sentirse abandonado también tiene un poco de miedo. Es muy difícil cuando te sucede un procedimiento y después tenés que afrontar abogados, toda tu familia queda desamparada.

El jueves pasado se reunió con el secretario de Seguridad de la Provincia, Benjamín Cruz, y el jefe de la fuerza de seguridad local, José Ibarra. Organismos de derechos humanos que se manifestaron en contra de ese suceso.
Yo estoy de vacaciones y desde hace varios años que no me las tomo. Vine especialmente a ver a mi familia, a la poca familia que me queda por estos todos lados y necesitaba ese cálido abrazo de ellos. Después de tanto tiempo que estuvimos sentado en el banquillo de los acusados con un destino incierto, sin saber para donde vamos a ir, necesitaba un poco el cálido abrazo de mi tierra, de mi gente de donde yo nací. Cuando llegamos tuvimos una entrevista con el jefe de Policía y el secretario de Seguridad y vinimos a ofrecer nuestro servicio también porque la Fundación Chocobar está destinada a nivel nacional. 

¿Le molestó ser señalado por los organismos de DDHH?
El que opina diferente, que siga opinando diferente, no voy a cambiar la cabeza de nadie. Vinimos a ofrecer nuestra ayuda, así como el personal policial decide si quieren que los ayudemos o no, nosotros estamos como una opción más. A lo negativo que nos pasó tratamos de darle una vuelta y decir acá estamos y vamos a ir luchando por ustedes. No queremos ni lastimar a nadie, ni que los derechos humanos se sientan como que estamos en contra de ellos. Los derechos humanos son de los policías también y es triste que los policías se sientan desprotegidos y hablan de los derechos humanos solo para los delincuentes. La sociedad misma necesita los derechos humanos.

¿Quién es Luis Chocobar?
Vengo de una familia muy humilde, de mucho corazón. Me crié con mis abuelos paternos desde el año y medio y para mí fue muy lindo encontrar una familia porque la verdad que nosotros vivíamos en un hogar de niños. Tengo dos hermanos y cuando me acogen mis abuelos fue encontrar un hogar. Trabajaba, estudiaba, nunca me llevé una materia, siempre tratando de progresar y por eso me voy a Buenos Aires a los 18, a buscar un futuro. No la pasé bien pero siempre con el corazón adelante. Ingresé a la policía, egresé. El que me conoce sabe lo que soy, la gente que habla mal les doy bendiciones. Soy un agradecido de la vida y gracias a Dios me siento completo, me siento fuerte. 

¿Es creyente?
Soy muy creyente.

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