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Pieve aclaró sobre la confusión de cuerpos en la clínica Cruz Azul

La clínica entregó el cuerpo de un afiliado de Pieve a la empresa de sepelios Romano, que no se fijó quién era y lo enterró.
Miércoles, 28 de julio de 2021 02:27

En una nota publicada ayer, este diario relató la odisea de dos familias de apellido Flores, a quienes el sábado, coincidentemente, se les murió un pariente en la clínica Cruz Azul, donde por lo general van a parar los jubilados y pensionados que tienen PAMI.

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En una nota publicada ayer, este diario relató la odisea de dos familias de apellido Flores, a quienes el sábado, coincidentemente, se les murió un pariente en la clínica Cruz Azul, donde por lo general van a parar los jubilados y pensionados que tienen PAMI.

La empresa de sepelios Romano se llevó el cuerpo de Simón Flores Apaza, afiliado a Pieve, haciendo gala de una desaprensiva negligencia en complicidad con la clínica, que no verificó la identidad del cuerpo que se llevaban. Era Flores y punto. Lo llevaron al cementerio de la Divina Misericordia en un cajón cerrado y lo enterraron, dando por hecho que era el otro Flores, don Mauricio.

"Para mí son unos irresponsables e irrespetuosos todos. La clínica por no ver qué cuerpo entrega, Romano por no fijarse qué cuerpo se lleva, y Pieve por decirnos que iban a buscar el cuerpo de mi papá en dos horas el sábado al mediodía e ir recién el domingo. Nada de esto hubiese pasado si lo buscaban el sábado, como habíamos quedado", expresó el desconsolado hijo de don Simón, Juan López.

Al enterarse de este insólito hecho, la otra familia Flores, deudos de Mauricio, tuvieron que firmar la autorización para desenterrar a don Simón, a quién habían llorado en el cementerio sin conocerlo.

De todo este lío se tuvo que hacer cargo Romano: buscar el cuerpo de don Maurcio de la clínica, llevarlo al cementerio, enterrarlo, desenterrar a don Simón, abrir el cajón para corroborar que era él, y llevarlo a Pieve para que lo condujeran al crematorio en Güemes.

Según Juan Flores, en este disparate trágico, a la empresa Pieve le cabe la responsabilidad de no haber buscado el cuerpo de Simón Flores Apaza el sábado a las 14 horas, tal como habían acordado.

Al respecto, la coordinadora ejecutiva del Grupo Pieve, María Inés Pieve, en diálogo con El Tribuno, aclaró: "Es lo que la familia Flores dice y su molestia es totalmente comprensible. Nuestro empleado dice que le dijo que retirarían el cuerpo en el transcurso de la tarde o noche, si Juan Flores dice otra cosa es algo que habrá que aclarar. Me informaron que a las 14 del sábado se terminó de registrar el servicio del señor Simón Flores, así que materialmente era imposible retirarlo a esa hora de la clínica porque teníamos en curso 35 servicios. Intentamos retirarlo el domingo a las 7.30 de la mañana porque como es muerte por COVID-19, va directamente al servicio crematorio en Güemes, pautado para las 9 de la mañana del domingo. Pero lamentablemente Romano retiró al afiliado de nuestra empresa el sábado y tengo entendido que a las 18 horas ya estaba inhumado".

"Reconocemos que retiramos el cuerpo del afiliado el domingo, pero no por eso es válido imputarle a Pieve el error de la empresa Romano y de la clínica Cruz Azul, que no verificaron qué cuerpo se llevaron. Seguramente si llegábamos antes que Romano esto no hubiese ocurrido, pero no podemos hacernos cargo de la negligencia de ellos. El cuerpo de nuestro afiliado debió estar en la clínica cuando lo fuimos a buscar el domingo", expresó Pieve.

La empresaria agregó: "El señor Juan Flores dejó una nota en Pieve esta tarde (por ayer) reclamando algún resarcimiento por parte de la empresa y este pedido se va a considerar a nivel gerencial".

Sobre la urna para las cenizas, comentó que "aún cuando consideramos no tener responsabilidad en este triste hecho porque nosotros no hemos retirado un cuerpo equivocado, le hemos entregado una urna de mayor valor a la que incluía el servicio contratado por el afiliado".

Finalmente, María Inés Pieve advirtió que "en casos de fallecidos por COVID-19, conforme al protocolo dispuesto por el COE, la familia puede ser autorizada a ingresar a reconocer a la persona fallecida en la sala de aislamiento de la clínica u hospital, previo al encapsulamiento. El personal de la empresa fúnebre no tiene la posibilidad de realizar dicha identificación, toda vez que al retirar a la persona fallecida ya debe estar cerrada la bolsa estanca por razones de bioseguridad".

 

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