Luego de nueve semanas con muchos casos de COVID-19 en Salta, la situación epidemiológica mejora y son menos las personas con síntomas que se acercan a los servicios de salud para hacerse el hisopado.
La directora general de Coordinación Epidemiológica, Analía Acevedo, contó que desde fines de julio, mientras la cantidad de pruebas se mantiene más o menos estable, son muchas menos las personas con síntomas que se acercan a consultar y a hacerse el testeo para detectar el virus.
Este jueves se confirmaron 304 casos nuevos de COVID-19 en la provincia. Hay 179 personas internadas en terapia intensiva y 91, con respirador. Hasta ayer habían fallecido 2.251 personas a causa de esta enfermedad.
Acevedo consideró que la “situación epidemiológica es buena” y mencionó que la positividad -la cantidad de resultados positivos sobre el total de testeos que se realizan- disminuyó: a mediados de julio era del 21 por ciento y a mediados de agosto llegó a ser del 14 por ciento.
“Hay menos personas que se acercan. Bajó la demanda”, evaluó la especialista. Mientras entre fines de mayo y principios de junio había un promedio de 567 casos diarios, la semana pasada hubo 232 casos por día, en promedio.
Según reveló Acevedo, hubo un descenso brusco en la cantidad de casos alrededor del 20 de julio, que se sostuvo -aunque cada vez en menor proporción- hasta la semana pasada.
La funcionaria advirtió que los números de la segunda ola fueron “mucho más altos” que los de la primera, en el segundo semestre del año pasado.
El porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva también disminuyó los últimos días. Este jueves por la mañana, en la provincia estaban ocupadas el 72,95 por ciento de las unidades de cuidados intensivos y, en Capital, el 81 por ciento.
La subsecretaria de Gestión en Salud de la Provincia, Silvia Cardozo, explicó que los pacientes pasan unos 20 días, en promedio, en terapia intensiva y que hay personas que necesitan más tiempo por las secuelas neurológicas, respiratorias y cardiológicas que deja la COVID-19. La semana pasada dieron de alta a una persona que estuvo 100 días internada.
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Luego de nueve semanas con muchos casos de COVID-19 en Salta, la situación epidemiológica mejora y son menos las personas con síntomas que se acercan a los servicios de salud para hacerse el hisopado.
La directora general de Coordinación Epidemiológica, Analía Acevedo, contó que desde fines de julio, mientras la cantidad de pruebas se mantiene más o menos estable, son muchas menos las personas con síntomas que se acercan a consultar y a hacerse el testeo para detectar el virus.
Este jueves se confirmaron 304 casos nuevos de COVID-19 en la provincia. Hay 179 personas internadas en terapia intensiva y 91, con respirador. Hasta ayer habían fallecido 2.251 personas a causa de esta enfermedad.
Acevedo consideró que la “situación epidemiológica es buena” y mencionó que la positividad -la cantidad de resultados positivos sobre el total de testeos que se realizan- disminuyó: a mediados de julio era del 21 por ciento y a mediados de agosto llegó a ser del 14 por ciento.
“Hay menos personas que se acercan. Bajó la demanda”, evaluó la especialista. Mientras entre fines de mayo y principios de junio había un promedio de 567 casos diarios, la semana pasada hubo 232 casos por día, en promedio.
Según reveló Acevedo, hubo un descenso brusco en la cantidad de casos alrededor del 20 de julio, que se sostuvo -aunque cada vez en menor proporción- hasta la semana pasada.
La funcionaria advirtió que los números de la segunda ola fueron “mucho más altos” que los de la primera, en el segundo semestre del año pasado.
El porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva también disminuyó los últimos días. Este jueves por la mañana, en la provincia estaban ocupadas el 72,95 por ciento de las unidades de cuidados intensivos y, en Capital, el 81 por ciento.
La subsecretaria de Gestión en Salud de la Provincia, Silvia Cardozo, explicó que los pacientes pasan unos 20 días, en promedio, en terapia intensiva y que hay personas que necesitan más tiempo por las secuelas neurológicas, respiratorias y cardiológicas que deja la COVID-19. La semana pasada dieron de alta a una persona que estuvo 100 días internada.
Situación sanitaria
Hasta la semana pasada, en la provincia había 17 departamentos en riesgo medio; 4, en riesgo alto y 2, en riesgo bajo.
Se detectaron 32 casos de la variante de Manaos; 29 casos de la variante Andina; 11 de la del Reino Unido; 1 de la de Río de Janeiro y 1 de la Delta.
En la Dirección General de Coordinación Epidemiológica aguardan los resultados de 160 muestras que enviaron al Instituto Malbrán, en Buenos Aires, para saber si se trata de variantes nuevas o de la tradicional, de Wuhan.
Acevedo manifestó que no se detectaron más casos de la variante Delta que la de un hombre que llegó desde Europa la primera quincena de julio. Contó que se hizo el seguimiento de 30 contactos estrechos que tuvo esta persona y señaló que ninguno resultó positivo para COVID-19 con la variante Delta.
Desde la Central Operativa de Control y Seguimiento (COCS) realizan el control de aislamiento de las personas que vienen del extranjero.
La variante detectada por primera vez en la India se caracteriza por la alta transmisibilidad. La médica señaló que es importante contar con las dos dosis de la vacuna contra la COVID-19 para que sea mucho menor la probabilidad de cursar un cuadro grave de la enfermedad y de fallecer.
Sobre vacunación
En la actualidad, el 80 por ciento de las personas mayores de 18 años ya recibió al menos una dosis de la vacuna. En relación con la población en general, el porcentaje es menor, del 52 por ciento.
Hasta este jueves por la mañana, 15.610 personas habían combinado la Sputnik V con Moderna y 8 mil adolescentes con factores de riesgo recibieron la primera dosis de este biológico. La jefa del Programa de Inmunizaciones, Adriana Jure, aseguró que la combinación de vacunas es “segura y eficaz para disminuir formas graves e internaciones”.