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Razas caninas: el Mastín Napolitano

Con una historia milenaria, esta raza cuenta hoy con una gran vigencia y popularidad en el mundo.
Sabado, 21 de agosto de 2021 18:39

Es una de las razas italianas más características y conocida. Su aspecto puede definirse como “cargado de historia”, porque su origen es muy remoto. Perro de guarda por excelencia, encontró en la Cuenca Partenopea su cuna natural que lo defendió del tiempo, los acontecimientos e incluso de los hombres. Con una altura de hasta 72 centímetros y un peso de 70 kilos, prefiere los espacios al aire libre donde puede moverse a gusto. Fue el símbolo de la exposición mundial canina de Verona en junio de 1980.
Orígenes
Su origen se pierde en la noche de los tiempos. Desciende ciertamente del Mastín del Tíbet que, a través de los Molosos criados por los griegos, llegó en los tiempos de la magna Grecia a las costas de la región de la Campania italiana. Estos perros fueron criados con pericia por los romanos que los emplearon para el combate y como guardianes, se ahí la conocida definición de “belicosos” (pugnaces).
La historia de esta raza sigue los pasos de la del imperio romano y, con su caída, estos colosos casi desaparecieron. Solo se salvaron poco ejemplares conservados muy celosamente por algunos criadores entusiastas, gracias a los cuales este “monumento” ha podido llegar hasta nosotros. 
El último “toque” ha sido dado por el conocido cinólogo y escritor Piero Scanziani que, en la inmediata post guerra, recuperó espléndidos ejemplares que, seleccionados con cuidado y pericia, dieron notables resultados. Desde entonces, no resulta exagerado decir que el Mastín Napolitano ha experimentado un cierto auge, especialmente en Italia, que ha llegado también a atravesar sus fronteras.

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Es una de las razas italianas más características y conocida. Su aspecto puede definirse como “cargado de historia”, porque su origen es muy remoto. Perro de guarda por excelencia, encontró en la Cuenca Partenopea su cuna natural que lo defendió del tiempo, los acontecimientos e incluso de los hombres. Con una altura de hasta 72 centímetros y un peso de 70 kilos, prefiere los espacios al aire libre donde puede moverse a gusto. Fue el símbolo de la exposición mundial canina de Verona en junio de 1980.
Orígenes
Su origen se pierde en la noche de los tiempos. Desciende ciertamente del Mastín del Tíbet que, a través de los Molosos criados por los griegos, llegó en los tiempos de la magna Grecia a las costas de la región de la Campania italiana. Estos perros fueron criados con pericia por los romanos que los emplearon para el combate y como guardianes, se ahí la conocida definición de “belicosos” (pugnaces).
La historia de esta raza sigue los pasos de la del imperio romano y, con su caída, estos colosos casi desaparecieron. Solo se salvaron poco ejemplares conservados muy celosamente por algunos criadores entusiastas, gracias a los cuales este “monumento” ha podido llegar hasta nosotros. 
El último “toque” ha sido dado por el conocido cinólogo y escritor Piero Scanziani que, en la inmediata post guerra, recuperó espléndidos ejemplares que, seleccionados con cuidado y pericia, dieron notables resultados. Desde entonces, no resulta exagerado decir que el Mastín Napolitano ha experimentado un cierto auge, especialmente en Italia, que ha llegado también a atravesar sus fronteras.

Características generales

La impresión que da esta raza es la de un perro de gran tamaño, fuerte, vigoroso, muy valiente, de aspecto tosco, pero al mismo tiempo majestuoso. La piel es abundante, pero no adherente, formando en la cabeza una serie de pliegues muy marcados y presentando en el cuello una gran papada. Extremidades fuertes y potentes, bien aplomadas. Las características de la cabeza son de fundamental importancia; cráneo ancho y corto, hocico muy potente, corto y con fuerte dentadura, stop marcado y labios muy carnosos, orejas cortadas casi completamente, ojos ovalados, distanciados entre sí, presentando el conjunto una serie de arrugas y pliegues bien marcados. 
Cuello macizo y muy musculoso, con una papada abundante, bien dividida, pecho ancho con musculatura desarrollada, tórax amplio y redondeado. La línea superior es sólida, las extremidades potentes. 
Otra característica del Mastín Napolitano es su andar, contorneado y lento al paso y elástico al trote, cubriendo mucho terreno. Con frecuencia, cuando se mueve lentamente, el perro ambla, es decir, avanza simultáneamente las dos extremidades del mismo lado. Este es un andar que podemos definir como de “descanso”, típico de algunos grandes mamíferos como elefantes y osos. La capa es densa, con pelo corto, uniforme sobre todo el cuerpo, vítreo al tacto. 
Sus colores son el negro, el plomo, el gris, el caoba, el leonado y el atigrado. Está admitida una estrella blanca en el pecho, siempre que no sea muy extensa.

Estándar

Altura: de 65 a 72 centímetros en los machos y de 60 a 68 centímetros en las hembras.
Peso: de los 50 a los 70 kilos.
Cabeza: maciza, corta, con el cráneo ancho en los pómulos. Nariz voluminosa con fosas nasales bien abiertas y grandes, de color negro, oscuro o marrón, según la capa. Caña nasal rectilínea. Labios abundantes y pesados. Mejillas que caen sobre los labios. Mandíbulas robustas y bien desarrolladas. Los incisivos superiores cubren a los inferiores.
Ojos: en posición subfrontal, bastante distanciados entre sí. Color del iris igual al de la capa.
Orejas: pequeñas con relación a la cabeza, triangulares, insertas muy por encima de la arcada de los pómulos, colgantes.
Cuello: corto, tosco, muy musculoso. Papada que llega hasta la mitad del cuello.
Extremidades anteriores:  hombros largos, ligeramente inclinados. Brazos bien unidos al tronco con músculos muy fuertes. Desde el codo, la longitud de la extremidad anterior es aproximadamente la mitad de la alzada a la cruz. Pie con forma ovalada, dedos bien unidos entre sí y arqueados. Uñas fuertes, curvadas y pigmentadas.
Cuerpo: pecho ancho, bastante abierto, con músculos muy desarrollados. El esternón está situado a nivel de las uniones con los hombros. Amplio tórax que desciende hasta el nivel del codo o un poco más abajo, con costillas largas y bien redondeadas. El perfil superior del dorso es recto y solo la cruz se eleva netamente por encima. La línea renal ligeramente convexa, visto de perfil, con musculatura bien desarrollada a lo ancho. Perfil interior del vientre casi horizontal.
Extremidades posteriores:  presenta fuerte osamenta y musculatura bien marcada con una longitud menor que la del muslo. Metatarso perfectamente vertical. Muslo ancho y muy musculoso. Pie menos ovalado que el anterior y más pequeño.
Cola: se inserta en la grupa con una base ancha ahusándose hacia el extremo, larga hasta la articulación del corvejón.
Pelaje: fino, liso y corto.
Color: negro, plomo, gris-ceniza, atigrado.
 

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