Desde el 2 de julio desaparecieron los rastros con vida de Abel Burgos, el lugareño de Cerro Negro de Tirao que salió a buscar unos animales y jamás volvió. La búsqueda fue abandonada en estos días por la falta de posibilidades de hallarlo sano y salvo. En el cerro las cosas son así. A pesar de los esfuerzos, si la desgracia perdura en el tiempo, hay que dejar las expectativas de lado.
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Desde el 2 de julio desaparecieron los rastros con vida de Abel Burgos, el lugareño de Cerro Negro de Tirao que salió a buscar unos animales y jamás volvió. La búsqueda fue abandonada en estos días por la falta de posibilidades de hallarlo sano y salvo. En el cerro las cosas son así. A pesar de los esfuerzos, si la desgracia perdura en el tiempo, hay que dejar las expectativas de lado.
Son 51 días sin saber qué ocurrió con Burgos. Desde que se reportó su extravío los vecinos y familiares salieron a buscarlo junto a un grupo de policías de la zona de Payogasta. Estos cerros pertenecen al municipio de Rosario de Lerma; sin embargo, entre distancias, el Valle Calchaquí es el más cercano a este paraje enclavado a unos 4 mil metros sobre el nivel del mar.
Los lugareños comunicados con El Tribuno deben buscar señal en un cerro próximo, dieron cuenta sobre los rastrillajes del mes de julio y sobre algunas teorías de la desaparición de Burgos de 41 años de edad. "No hay rastros de nuestro vecino. No sabemos qué le pudo haber pasado. Salió esa mañana y jamás volvió".
Según la Policía, el lugareño extrañamente salió con una escopeta esa mañana. Los días venideros fueron muy fríos, a tal punto con temperaturas bajo cero y con nieve persistente. "No sabemos por qué salió esa mañana con una escopeta". Se rastrilló la zona de pastoreo frecuentada por Burgos. No faltan animales y ni hay huellas de pisadas de humanos ni de animales salvajes, como los pumas que suelen sorprender en esta época.
No se descarta un posible accidente de Abel. "Quizás pudo haber caído en algún precipicio de la zona. Las altas cumbres de Tirao superan los 4 mil metros". El lugareño era intrépido ascendiendo las alturas cercanas a Puyil, con cumbres entre 3 y 4 mil metros. Esa zona era la elegida por Burgos para los puestos de pastaje de cabras.
Con 41 años, no dejó mensajes
Su familia está resignada. Sin ayuda y logística, saben que hallarlo con vida sería un milagro.
Casi dos meses sin saber si sufrió un accidente o fue víctima de un ataque de un puma.
La escasa señal de la zona y el único camino de montaña que comunica a la seccional más cercana en la localidad de Payogasta demoraron los aprestos de la búsqueda en los primeros días de ser denunciada su desaparición.
Se realizó un gran rastrillaje a pie y con un dron de la Dirección de Investigación a cargo del comisario general Rosendo Tolaba. Las pericias dieron resultados negativos.