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Enérgico pedido de libertad para Cuba y Venezuela

Presidentes de Ecuador, Paraguay y Uruguay reclamaron por los DDHH.  En la cumbre de la Celac, los jefes de Estado también apuntaron a Nicaragua.
Domingo, 19 de septiembre de 2021 01:59

Entre diferencias políticas e ideológicas, los representantes de 18 países de América Latina y el Caribe dieron comienzo a la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada ayer en la Ciudad de México.

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Entre diferencias políticas e ideológicas, los representantes de 18 países de América Latina y el Caribe dieron comienzo a la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada ayer en la Ciudad de México.

Con México como anfitrión, la reunión alojó importantes temas, incluidos el cambio climático, las estrategias para combatir el coronavirus y el plan para atender la crisis financiera.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, eligió territorio amigo para hacer su primer viaje oficial desde que la Justicia norteamericana lo acusara de narcoterrorismo, incluso ofreciendo una recompensa de US$15 millones por su captura, y también decidió por primera vez desde 2018 visitar un país democrático (había viajado a Cuba, claro): el dictador chavista decidió viajar a México para la cumbre de la Celac porque le prometieron que iba a estar cómodo.

La visita de otro dictador a tierras mexicanas, el cubano Miguel Díaz -Canel, le daba pistas de que sería arropado. Sin embargo, tres presidentes latinoamericanos se diferenciaron y denunciaron mirándolos a la cara la brutalidad de sus regímenes.

El primero en diferenciarse fue el ecuatoriano Guillermo Lasso, que hizo su debut presidencial en cumbres regionales. En su intervención advirtió que el futuro común de la región solo puede construirse a través de la libertad. "Libertad para nuestros ciudadanos, para abrir nuevos mercados , para comerciar, soñar y crecer juntos en una plena democracia donde existan elecciones transparentes, donde se respete la libertad de expresión, donde se respeten los derechos humanos y las libertades políticas de los opositores a nuestros gobiernos", pidió.

Más duro y directo aún fue el paraguayo Mario Abdo: "Mi presencia en esta cumbre en ningún sentido ni circunstancia representa un reconocimiento al gobierno del señor Nicolás Maduro. No hay ningún cambio de postura de mi gobierno y creo que es de caballeros decirlo de frente".

"La legitimidad democrática se va construyendo día a día, honrándola con nuestro actuar, no inmiscuyéndose en otros poderes, no manipulando la Justicia. Yo quiero esto para toda la región. No hay otro camino que no sea la democracia", sentenció. Y finalmente, el uruguayo Luis Lacalle Pou, con su tono sereno pero determinado, reivindicó la democracia y puso nombre y apellido a las dictaduras de la región. "Nuestro país integra este foro porque la Celac amplió su relacionamiento con otros países del mundo, pero esto no significa que caiga en desuso la participación en al OEA. Hay que ser bien claros al respecto", empezó su discurso el uruguayo. Y recalcó: "Los gobiernos nacionales, como los gobiernos de las organizaciones son esencialmente criticables, y son materia de cambio y por eso se puede discrepar con una conducción pero no se puede desvirtuar el organismo".

Y afirmó: "Compartimos la autodeterminación y la no intervención, pero uno de los elementos que impulsa la Celac es la democracia, el mejor sistema que tienen los individuos para ser libres".

Lacalle interpeló: "Participar de este foro no significa ser complaciente. Y con el respeto debido, cuando uno ve que en determinados países no hay una democracia plena, cuando no se respeta la separación de poderes, cuando se utiliza el aparato represor para callar las protestas, cuando se encarcelan opositores, cuando no se respetan los DDHH, nosotros en voz tranquila pero firme debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela".

Habló Maduro

Maduro habló inmediatamente después del uruguayo. Enfurecido, comenzó su intervención con un desafío directo a quienes denunciaron la brutalidad de su régimen: "Le digo al presidente de Paraguay: Ponga usted la fecha, el lugar y la hora para un debate sobre democracia. En Paraguay, en Venezuela y en América Latina. Y estamos listos para darlo. Ponga usted el lugar", comenzó. Y siguió: "O ponga Lacalle la fecha y el lugar".

 

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