Medios de toda la provincia y hasta la fundación Volviendo a Casa que lucha contra la violencia machista, se hicieron eco de las desafortunadas expresiones del interventor de la localidad de Salvador Mazza, Adrián Zigarán, quien al ser entrevistado por una periodista de la localidad fronteriza, usó expresiones descalificantes, intentó burlarse de la jóven y le espetó: "A vos te encanta hacer puteríos".
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Medios de toda la provincia y hasta la fundación Volviendo a Casa que lucha contra la violencia machista, se hicieron eco de las desafortunadas expresiones del interventor de la localidad de Salvador Mazza, Adrián Zigarán, quien al ser entrevistado por una periodista de la localidad fronteriza, usó expresiones descalificantes, intentó burlarse de la jóven y le espetó: "A vos te encanta hacer puteríos".
Todo sucedió cuando la periodista local Natalia Camacho lo entrevistaba, o al menos intentaba hacerle una nota al funcionario puesto por el gobernador de Salta después de que el Ejecutivo provincial decidiera la intervención del exintendente Rubén Méndez Salazar, envuelto en un escándalo por supuesto desvío de recursos del municipio hacia su propio patrimonio.
Aparentemente, al no poder dar una respuesta, Zigarán arremetió contra la joven periodista descalificándola y adjetivando como "puterío" el trabajo de la comunicadora norteña que quería saber sobre el reparto de agua en las comunidades de ese municipio, que carecen del vital elemento.
La fundación Volviendo a Casa que preside la tartagalense Isabel Soria, no dejó pasar el incidente y se ponunció en duros términos contra Zigarán. "Como Fundación Volviendo a Casa conocemos el trabajo que realiza desde hace años la señora Camacho, su responsabilidad y compromiso a la hora de informar y por sobre todo, su profesionalismo. Informar a la población evidentemente le molesta al interventor y no solo agrede a una profesional sino que violenta a toda una comunidad amenazando con amarse por la supuesta peligrosisad de la ciudad".
Agrega la nota: "En toda la entrevista la periodista lo trató con respeto, dirigiéndose a la persona de "Usted" pero este señor, en forma despectiva, la empezó a tutear sin pedir autorización, como lo tendría que haber hecho una persona que está ocupando el cargo de la máxima autoridad del municipio. Ya sabemos que los violentos, ante la falta de respuestas, siempre prefieren agredir y descalificar porque no tienen argumentos para responder. No es la primera vez que el interventor responde con violencia, ya fue protagonista de las mismas tácticas en el anterior municipio. Sus expresiones fueron totalmente vulgares, fuera de lugar, tanto verbales como en su lenguaje corporal, apuntando y levantando el dedo hacia la señora en forma agresiva e intimidante".
Finaliza el comunicado: "Desde la Fundación esperamos que el Foro de Intendentes junto al ejecutivo Provincial tomen una posición de repudio en cuanto a esta situación, y que la Fiscalía correspondiente tome cartas en el asunto, el cual claramente configura un acto de violencia de género, y evidencia la asimetría de poder y la posición de superioridad en la que se coloca el ejecutivo municipal".
¿Un cowboy en la frontera?
Zigarán ya había dado la nota semanas atrás cuando expresó que por encontrarse al frente del Ejecutivo municipal en Salvador Mazza, iba a pedir autorización para portar armas ya que no sentía que tuviera garantías para trabajar porque el comisario del pueblo nunca había ido a visitarlo, según sus propias expresiones. También se quejó por el accionar de la Justicia por no haber detenido a los exintendentes de Salvador Mazza, Rubén Méndez, y Enrique Prado de Aguaray.
En la zona, el interventor que antes ocupó el mismo cargo, pero en Aguaray después del escándalo del robo de los caños del GNEA y que produjeron la intervención del entonces intendente Jorge Enrique Prado, es tomado más bien como un personaje pintoresco por sus expresiones y sus actitudes. De hecho, apenas se hizo cargo del municipio de Aguaray quiso tomarlo a golpes de puño al delegado departamental de ATE, Fermín Hoyos, quien le reclamaba el pago de salarios atrasados y otras actualizaciones para el personal municipal.
Pero sus descalificaciones a una mujer a quien no le pudo responder una pregunta periodística y se dirigió a ella con expresiones desafortunadas como "hacer quilombo al pedo", "a vos te encanta hacer puteríos", claramente cruzaron la barrera de lo pintoresco.