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Vergüenza: abuelos pasan hambre y se duermen en la cola para comprar remedios

En el departamento de Orán una sola farmacia respeta los descuentos del 100% de PAMI. No los atienden en las clínicas y ellos solo aspiran a “morir con dignidad”.
Sabado, 08 de enero de 2022 01:13

Hace mucho tiempo que PAMI suena como una mala palabra. Será quizás porque es como un látigo que emprende su furiosa injusticia contra los más vulnerables, los que no pueden, los que no tienen. Rehenes de este Programa de Atención Médica Integral, como indican sus siglas, los jubilados y pensionados no tienen escapatoria a un mejor destino que padecer la espera, la imposición de médicos y centros sanitarios, y si tienen suerte, alguna botica que se atreva a reconocerles el descuento en los remedios que, por edad, en general son muchos y de vida o muerte. Penar, sufrir, no disponer de lo indispensable cuando más se necesita. Esas sensaciones de indignidad son las que abruman a los abuelos subyugados por el programa de Salud del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, donde las políticas nunca se direccionan en un sentido humanitario.

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Hace mucho tiempo que PAMI suena como una mala palabra. Será quizás porque es como un látigo que emprende su furiosa injusticia contra los más vulnerables, los que no pueden, los que no tienen. Rehenes de este Programa de Atención Médica Integral, como indican sus siglas, los jubilados y pensionados no tienen escapatoria a un mejor destino que padecer la espera, la imposición de médicos y centros sanitarios, y si tienen suerte, alguna botica que se atreva a reconocerles el descuento en los remedios que, por edad, en general son muchos y de vida o muerte. Penar, sufrir, no disponer de lo indispensable cuando más se necesita. Esas sensaciones de indignidad son las que abruman a los abuelos subyugados por el programa de Salud del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, donde las políticas nunca se direccionan en un sentido humanitario.

A pocos días de que el juez Federal de Orán Gustavo Montoya dictaminara a favor de un amparo presentado por los afiliados del PAMI del departamento Orán para que desde la obra social impartan todas las acciones necesarias a fin de que los abuelos dejen de peregrinar y suplicar por servicios y asistencia de salud, esta semana se pudieron ver largas colas de abuelas que desde la madrugada esperan en la vereda de la farmacia Pieve (la única en todo el departamento Orán que les reconoce los descuentos que por ley les corresponden en los remedios), para conseguir un turno.

En el lugar, las abuelas relataron que en los últimos días se redujo la atención en la farmacia ya que antes daban 100 turnos y ahora solo 30 números por la mañana. Los que no llegaron a conseguir un número de esos 30, se quedaron en la vereda hasta la tarde, como una abuela que se dormía parada contra la pared y otra, desde su reposera, contó que es de Pichanal y llegó a las 7 de la mañana pero no tuvo suerte y se quedó a esperar los turnos de la tarde con un sandwich que pudo comprar para el almuerzo.

Y ante este dantesco espectáculo de vergenza y sometimiento de las personas que sin sus remedios probablemente morirían como cualquier humano con enfermedades, nos preguntamos, ¿dónde están los funcionarios y legisladores encargados de regular la venta de medicamentos con justicia; de garantizales a todos los que tienen obra social el acceso a los centros privados de Salud? ¿Cómo es posible que una sola farmacia en todo el departamento Orán cumpla con la ley? No venden caramelos, venden la posibilidad de seguir viviendo. Pero está claro que cuando se trata de PAMI, el desprestigio es tan grande que nadie, ni farmacias ni clínicas, quieren hacer trato. Y el pato de la boda son los abuelos que según expresaron con desesperanza y resignación: "Solo aspiramos a morir con dignidad".

En el amparo al que dio lugar el juez Montoya, los jubilados solicitaron "Poder acceder a la atención de los médicos especialistas y a las clínicas, ya que esto afecta en forma directa en lo físico, psíquico y mental a los adultos mayores".

Recalcaron que llevan "tres años sin tener atención en las clínicas y el problema continúa, van más de dos años sin farmacias, nuestra salud empeora día a día y nos sentimos defraudados por las autoridades del PAMI ante tanto abandono después de realizar aportes toda una vida".

Lo que dictaminó el juez

El amparo 3058 fue realizado por abandono de persona y maltrato institucional, falta de clínicas, farmacias y profesionales. Según expresa la resolución del juez, el PAMI deberá presentar en un plazo de 10 días (ya cumplidos) un esquema de trabajo que describa las medidas concretas que asumirá para cumplir con lo requerido por la Justicia y posteriormente deberá presentar informes cada 15 días sobre el avance del plan de trabajo. La obra social tendrá, inmediatamente, que:
1) Realizar las gestiones conducentes a la suscripción de convenios prestacionales con las farmacias de la localidad de Hipólito Yrigoyen (cobertura al 100%) y con las clínicas privadas Sagrado Corazón y Santa Catalina de la ciudad de Orán y añadir farmacias prestadoras en Orán.

2) Adoptar las medidas necesarias para la reanudación, a su cargo y en el Centro San Joaquín, de los servicios de podología, enfermería, asistente social y fisioterapeuta.

3) Designar un delegado para que concurra al menos una vez a la semana a la localidad de Yrigoyen para atender las consultas y trámites de los afiliados.

4) Adoptar medidas concretas para garantizar una atención y trato igualitario, respetuoso y digno a los adultos mayores afiliados, acorde con su derecho a la vida digna, a la integridad psicofísica, a la salud y a la inclusión social.
“La resolución que logramos es ejemplificadora y única a nivel nacional”, manifestó José Guerrero, del Centro San Joaquín. Pero los abuelos aún esperan que cese el destrato diario desde la obra social.
Guerrero expresó: “Es triste lo que nos toca vivir. Este problema viene de hace años, incluso fuimos a verla a la directora del PAMI Salta y recién en ese momento la funcionaria se enteró por nosotros que no contábamos con farmacias en el norte, es lamentable”.
 

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