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El cantautor de rap y hip hop que gestiona recursos para los sueños de los cacheños

Leandro Giménez comenzó con sus rimas en la adolescencia y luego se hizo experto en conseguir financiamiento. 
Domingo, 23 de octubre de 2022 01:51

Leandro Giménez tiene 31 años y su lugar de trabajo está en la oficina de Informes Turísticos de la Municipalidad de Cachi. Sin embargo, su tarea va mucho más allá.

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Leandro Giménez tiene 31 años y su lugar de trabajo está en la oficina de Informes Turísticos de la Municipalidad de Cachi. Sin embargo, su tarea va mucho más allá.

Todos saben en el pueblo que Leandro es rapero y hace un poco de trap también. Eso es algo extraordinario en los Valles Calchaquíes; pero no tanto. Son muchos los jóvenes que se dedican a ensayar letras en las calles coloniales de Cachi y de las zonas cercanas.

Leandro se define como un cantautor, difusor del hip hop y del arte. Si bien comenzó desde adolescente con sus rimas y letras de profunda deconstrucción social, fue recién en 2016, a los 23 años, cuando decidió "formalizar" su situación.

Su perspectiva se amplió gracias a que empezó a investigar sobre cómo se concursaba para obtener recursos, fondos, financiamiento. Así se interiorizó sobre las exigencias, los papeles y los requisitos.

Se empezó a informar sobre tasas, devoluciones, porcentajes, accesibilidad y todos esos conceptos extraños para la gran mayoría. Estos términos se hicieron parte del vocabulario habitual de Leandro.

Empezaron así a realizarse encuentros de traperos, raperos, bailarines de hip hop con break dancing, copleros, bagualeros, grafiteros, folcloristas payadores, poetas y todo tipo de expresiones musicales y artísticas que revolucionaron la tranquilidad de río Calchaquí.

"Tanto el hip hop como el free style, un grafiti o el rap reflejan la vida urbana de un barrio. Del mismo modo que un payador o una coplera la vida en el campo. Pero tienen algo en común y es que ambos son movimientos que reflejan lo político. Ambos le ponen letra a lo que acontece en el país, en la región y eso es un movimiento social, pero también político. Entonces lo que hicimos fue tender puentes. No pretendemos un choque cultural, sino trazar puntos de encuentro", dijo.

Leandro reconoce que, para el rap, es bastante difícil en Cachi ocupar la calle, las esquinas, las plazas. Cuando se suman las competencias de poesías, con payadores y copleros, la cosa se ablandaba más. Los encuentros de poesía improvisada ganaban las calles y todo se desarrollaba en completa armonía y respeto.

De pronto, en las calles se comenzó a escuchar sobre cómo la Pachamama sigue siendo el centro de la ancestralidad, pero dicho de otra forma: con las rimas, con sus demandas, con chicos y chicas que escuchan y pueden también comenzar a explicar su cosmovisión desde una cultura urbana que se va modificando con la dinámica del tiempo.

Ese sincretismo se volvió genial, un intersticio que descomprime la presión social; un cable a su propia tierra.

Indigenismo y rap

La gran pregunta para Leandro es sobre su autopercepción como habitante calchaquí. "Yo mantengo mis raíces indígenas, pero nada es puro. Acá hay rituales y costumbres como el Día de las Almas, el mes de la Pachamama, el carnaval y las coplas que fueron históricamente invisibilizadas. Nosotros tomamos eso, nos hacemos cargo, y lo vamos retransmitiendo a nuestra manera", explicó.

Por supuesto que consiguió financiamiento para sus proyectos culturales, que ahora se pueden ver en su cuenta de LB-16 en YouTube. Consiguió muchos recursos para armar los encuentros, pero también para sus propios proyectos. Comenzó a ser reconocido en el pueblo.

Luego el intendente Américo Liendro tuvo la idea de convocarlo para que trabaje para la Municipalidad haciendo lo segundo que mejor hace: conseguir recursos. Empezó a ocuparse del tema sin tener una secretaría específica, con el privilegio de ser independiente en la tarea de ayudar a todo aquel vecino u organización cacheña que busque financiamiento. Leandro es un eterno buscador de fondos y es por eso que es el mejor en esa tarea.

Esta ayuda es para los campesinos, artesanos, artistas, productores de lo que se imagine. Hay que tener una idea y acudir a Leandro. Con él, el municipio se asegura el acompañamiento en el desarrollo del proyecto.

Leandro busca los recursos, analiza las potencialidades, ordena los papeleos y los requisitos y gestiona. No sabe si en otras municipalidades habrá otra oficina con alguna tarea parecida, pero lo que sí es seguro es que Cachi ayudó y acompañó a muchos de sus vecinos con el desarrollo de sus ideas. En la Oficina de Turismo de Cachi, Leandro informa, asesora y hasta hace de guía. También trabaja de administrativo en el IES (Instituto de Educación Superior) 6047.

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