Expertos revelaron que la edad de detección de la diabetes tipo 2 es cada vez más temprana. Mientras hace unos años esta enfermedad se solía diagnosticar en personas mayores de 40 años, hoy en día hay una alta incidencia en jóvenes de entre 20 y 25 años.
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Expertos revelaron que la edad de detección de la diabetes tipo 2 es cada vez más temprana. Mientras hace unos años esta enfermedad se solía diagnosticar en personas mayores de 40 años, hoy en día hay una alta incidencia en jóvenes de entre 20 y 25 años.
Este fenómeno estaría asociado "al problema endémico, que es la obesidad, el sedentarismo y la mala alimentación", según explicó el médico endocrinólogo Antonio de los Ríos, quien es jefe del Programa de Diabetes de la Provincia de Salta. El experto observó que hay niños de 9, 10 u 11 años con obesidad, que empiezan a hacer cuadros de prediabetes. A muchos se les detecta la enfermedad cuando son adolescentes. "Con la obesidad infantil hay un problema muy serio", aseguró.
En el marco del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el 14 de noviembre, desde el Ministerio de Salud Pública buscan concientizar sobre el diagnóstico oportuno y la prevención, ya que la diabetes tipo 2 es una enfermedad prevenible. De los Ríos dijo que buscan prevenir los factores de riesgo modificables que pueden desencadenar la patología, como el sedentarismo, la obesidad y la mala alimentación.
Explicó que este es un problema a nivel mundial, que tiene un impacto "muy grande" en todos los sistemas de salud. "Más aún en el nuestro, que no contamos con suficientes recursos para hacerle frente", expresó.
El profesional señaló que esta situación se agudizó luego de la pandemia: hace unos años la prevalencia era del 8%, mientras ahora es del 10% a nivel mundial. Esto significa que 1 de cada 10 personas tiene diabetes. El especialista observó que la pandemia generó mucho estrés y angustia, e implicó que la gente esté encerrada, haga poca actividad física y, en muchos casos, se alimente mal.
De los Ríos contó que esta enfermedad produce mucha discapacidad y afecta órganos nobles, como el riñón, el corazón y la vista. Explicó que es la principal causa de pacientes en diálisis.
Señaló que esta patología tiene mucho impacto en lo económico: es la principal causa de amputaciones no traumáticas en pacientes con diabetes tipo 2, que generan largas internaciones, con altos costo a los sistemas sanitarios. A su vez, repercute en la vida y en los ingresos de los pacientes y de sus familias.
En la actualidad, hay 8.500 pacientes sin obra social dentro del Programa de Diabetes de la Provincia: cuentan con seguimiento y con medicación e insumos gratuitos, como tiras reactivas, medidores de glucemia e insulina, entre otros. Ellos representan el 60% de los pacientes diabéticos que hay en Salta.
De los Ríos reconoció que "hay un subregistro" de pacientes con diabetes y, por eso, invitó a toda la comunidad a hacerse un análisis de sangre que está disponible en todos los centros de salud y hospitales, a fin de detectar o descartar la presencia de esta enfermedad.
Explicó que deberían estar atentas las personas con síntomas, las que tienen sobrepeso o algún antecedente familiar. Los síntomas para sospechar son: pérdida de peso, ganas de orinar seguido, ganas de tomar mucho líquido, cansancio fácil, decaimiento, infecciones urinarias o respiratorias recurrentes, entre otras.
Una vez detectada la diabetes, dos pilares fundamentales del tratamiento son la actividad física y la alimentación.
De los Ríos reconoció que, en general, el tratamiento tiene poca adherencia y que en el contexto económico actual es más difícil hacer una dieta saludable, ya que muchas personas recurren a las harinas, que son alimentos más económicos y aportan muchos hidratos de carbono y pocas vitaminas y minerales. Invitó a "tratar de usar todo el ingenio posible" y a comer frutas y verduras de estación, intercaladas con proteína magra, como carnes, huevos y lácteos.