El Gobierno nacional a través de su ministro de economía, Sergio Massa, anunció como lanzamiento de un "plan de estabilización" (?) un congelamiento de precios por cuatro meses (diciembre/22, enero/23, febrero/23 y marzo/23) sobre productos que representan el 86% del consumo masivo (entre 1.400 y 1.500 artículos de marcas líderes).
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El Gobierno nacional a través de su ministro de economía, Sergio Massa, anunció como lanzamiento de un "plan de estabilización" (?) un congelamiento de precios por cuatro meses (diciembre/22, enero/23, febrero/23 y marzo/23) sobre productos que representan el 86% del consumo masivo (entre 1.400 y 1.500 artículos de marcas líderes).
Mientras el Gobierno nacional anunciaba estas Irracionales medidas, desde el sector empresarial crecía la preocupación, la sorpresa y el malestar al tomar conocimiento de la preparación de un plan de estabilización de precios para una canasta básica de productos. Pese al anuncio, hasta los primeros días de este mes, las empresas no fueron convocadas para analizar el tema.
Esta estrategia elegida por el Gobierno para combatir la inflación es fuertemente cuestionada por los especialistas (economistas) y por empresarios, por las graves consecuencias económicas y jurídicas que genera. Entre ellas:
* "Este escenario lo que hace es incrementar el desequilibrio, desincentiva la producción e incentiva la demanda". Por lo tanto, el desequilibrio tiende a incrementarse, con lo que el Gobierno aumenta el gasto y el déficit fiscal; aparecen mercados informales y se producen situaciones de desabastecimiento, por cuanto el precio fijado no cubre los costos de producción y, por lo tanto, disminuye la producción" (Estudio Arriazu).
* "El congelamiento o control de precios (o el nombre que le quieran poner) no es la solución al problema de la Inflación" (José de Mendiguren – secretario de Industria y Desarrollo Productivo de la Nación). "Esta medida no tiene sentido aplicarla".
* "Es una medida que nunca funcionó, desde que se aplicó por primera vez (año 1939), ni en Argentina ni en el mundo. Fundamentalmente, en nuestro país, falta confianza y cuando esta no existe, no hay previsibilidad y cuanto hay ausencia de esta, los empresarios no invierten. Por lo tanto, no sirve como medida de contención de la inflación" (Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios – C.A.C.).
Hasta aquí, las opiniones de algunos referentes sobre el tema en cuestión.
Desde el punto de vista económico, me pregunto:
¿Qué pasa con la ecuación económica de cualquier unidad de negocio, que no puede aumentar sus precios de ventas por el congelamiento de los mismos, si por ejemplo: aumenta la luz, el agua, el teléfono, el alquiler, los sueldos, etc., etc.?
Cabe recordar que la Estructura Económica de un negocio, de cualquier naturaleza y tamaño, es: INGRESOS = COSTOS + BENEFICIOS.
Si el primer término de la ecuación (ingresos) no se puede modificar por el congelamiento de precios y sus costos se incrementan, es indudable que la variable de ajuste serán los beneficios de ese negocio que se verían disminuidos.
Aquí surge otra pregunta: ¿Es justo que esto suceda por el accionar erróneo del Gobierno? Terminantemente no, por cuanto la herramienta utilizada para reducir la inflación no es la correcta. Además de afectar el beneficio esperado de ese pequeño empresario, puede generar el desabastecimiento y la creación de mercados negros marginales.-
Sigo con las preguntas
¿Es justo que un pequeño empresario, que arriesga todo su capital y ahorros en un emprendimiento comercial, se vea "intervenido" por el Estado en la dirección económica de su unidad de negocios, por una política errónea del Gobierno? ¿No saben que la causa principal de la inflación está en los excesos de los gastos públicos y, por ende, en la emisión monetaria que no tiene límites para el gobierno del Dr. Alberto Fernández?
Demostración: días pasados publiqué por este mismo medio un artículo referente a las "auditorias de planes sociales" prometidas por el Ministerio de Economía de la Nación. Al respecto, yo decía que esperaba no fuera una promesa más del Gobierno. La semana anterior se conoció que 253.000 beneficiarios de planes sociales al cobrar el beneficio se volcaron a la compra de dólares. Esto demuestra que las auditorias eran un anuncio político, porque de haberse concretado las mismas hoy no estaríamos hablando de un verdadero despilfarro de plata (253.000 x 30.000 = $ 7.590.000.000,00) que surge del Estado y que se financian con emisión monetaria.
Es indudable que la economía en la Argentina está en manos de personas "poco útiles" para conducir este campo minado. Ya es un clamor de todos los argentinos para que se tomen medidas para reducir la inflación, por el bien de los ciudadanos (que no llegan a fin de mes), de los pequeños y medianos empresarios (que ven como sus negocios se derrumban) y de las grandes empresas (que ven como en sus estructuras económicas impactan negativamente en sus beneficios necesarios). Sr. Presidente, Sr. Ministro de Economía de la Nación: por favor reaccionen, aún queda una luz de esperanza.