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14 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Innovar es enseñar para un mundo nuevo

Miércoles, 02 de noviembre de 2022 02:48

Hay un camino de la educación lleno de esperanza y de oportunidades. Un camino posible y necesario para un país que, a pesar de las incertidumbres, siempre está reinventándose en busca de oportunidades, con el esfuerzo de todos.

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Hay un camino de la educación lleno de esperanza y de oportunidades. Un camino posible y necesario para un país que, a pesar de las incertidumbres, siempre está reinventándose en busca de oportunidades, con el esfuerzo de todos.

Semanas atrás, los jóvenes que participaron de un nuevo ciclo de "Hablemos de lo que viene", el espacio de encuentro propuesto por El Tribuno, hicieron oír sus voces y experiencias como protagonistas y demostraron que es posible recorrer ese camino y hacerlo realidad. Aún en lugares donde las necesidades del orden económico, social y educativo son un desafío pendiente y latente. Mostrar lo que se hace y cómo se logran esos sueños, también es una forma de hacer educación.

La transformación tecnológica aún desafía a las escuelas, a la sociedad y trae consigo un cambio cultural que ya es inevitable y para el que debemos estar preparados. El Estado, como garante de la sociedad, debe asegurar la infraestructura, las políticas certeras que aseguren la participación y el desarrollo humano en todas sus potencialidades, resarciendo las evidentes desigualdades de un sistema muchas veces excluyente, articulando a futuro, educación, trabajo y oportunidades para todos.

No alcanza con poner la mirada en la educación como una herramienta para hacer y desarrollar el potencial de cada uno, mejorar los sistemas de información y las carreras docentes como claves para elevar el sistema educativo, sino también transmitir la educación sin miedos, con pasión y con coraje. Para ello es necesario reconocer que debemos consolidarla para rescatar los saberes perdidos, encontrar espacios para padres, recuperar a los alumnos que abandonan, garantizar calidad educativa, fortalecer la confianza y la autoestima de quienes conforman el sistema.

El poder de decisiones para cambiar la realidad fue un factor que unió los discursos de estos jóvenes emprendedores e innovadores. Trabajo en equipo, experiencias en redes, todas con un propósito: atender a las necesidades de las personas y los contextos y mejorar la calidad de vida.

Perseguir sueños sin desalentarse en ese recorrido, sin desistir, aunque lleve tiempo y miles de pruebas; donde el volver a empezar no sea desaliento, sino motivación, fueron los ejes de esas experiencias compartidas. Todos rescataron la importancia de contar con universidades, con asesores y empresarios que luego contraten a los alumnos.

Escuchar y compartir estos espacios y experiencias de jóvenes inquietos y con ganas de más, son sumamente enriquecedores para quienes transitamos las aulas, escuelas y universidades.

Sentir que hay deseo y vocación genuina, más allá de los contextos geográficos, de las limitaciones económicas, de los tiempos y el hacer y rehacer, nos muestra que la esperanza es más que un sueño por alcanzar.

Es una realidad y debe motivarse. Por eso es muy importante transitar un espacio educativo donde se enseñe a mirar y a detectar necesidades y problemáticas; se despierte la curiosidad y se habilite la posibilidad de hacerse preguntas y buscar respuestas para cambiar. Somos los docentes, desde el Nivel Inicial hasta la Universidad, los que sembramos esto en el tránsito educativo de cada alumno.

Sigamos escuchando y aprendiendo. Los espacios están abiertos: innovar desde el aula es otro gran desafío.

 

 

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