Y se hizo la fiesta. Los últimos minutos del segundo tiempo parecían interminables. En la esquina de Caseros y Mitre, los hinchas de la Selección rogaban porque los minutos corran más rápido y que finalmente el partido -que los tuvo con los nervios a flor de piel- termine.
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Y se hizo la fiesta. Los últimos minutos del segundo tiempo parecían interminables. En la esquina de Caseros y Mitre, los hinchas de la Selección rogaban porque los minutos corran más rápido y que finalmente el partido -que los tuvo con los nervios a flor de piel- termine.
Y cuando el silbato finalmente dio por terminado el encuentro Argentina-México en Qatar, la fiesta fue única.
Saltos, gritos, abrazos, bailes, banderas que no dejaban de sacudirse. Y el canto de Argentina no paró.
Con una gran emoción se vivió el encuentro que para muchos de los hinchas fue sufrido. "El primer tiempo estuvo mal. Sufrimos mucho, pero el segundo, como siempre los argentinos, la remamos y salimos adelante", expresó uno de los hinchas que llegó a festejar a la plaza 9 de Julio junto a su familia. Con los hermanos, los primos y su papá, este hincha no dudó en afirmar que el próximo encuentro, el del 30 de noviembre, Argentina gana. "Pero repetimos todos. Nos encontramos en la casa mi viejo y con la misma ropa. Y vamos a salir a festejar todos juntos", aseguró.
Para los más pequeños, fiesta fue única, cargada de emociones, libres de correr y gritar en la calles que rodean la plaza 9 de Julio y sin dudarlo, aseguraron que Argentina no solo gana el próximo partido con Polonia sino que se ganará el Mundial 2022. "Vamos a salir campeones del Mundial", aseguró la hinchada más joven de la plaza.
Con el paso de las horas, la fiesta sumó más miembros y por supuesto llegó la batucada, la nieve, las vuvuzelas, los bailes, y la vuelta a la plaza de los campeones. Con una bandera extensa, la marcha de los hinchas comenzó y todos siguieron esta fiesta, con cantos, con la llegada de los parecidos a Lionel Messi, y las fotos de las fans, que aunque saben que el modelo no era el capitán de la Selección, se ilusionaron con estar lo más cerca de él, con un parecido.
Pasadas las 19,30, la vuelta de la plaza cerró frente al Cabildo, con cientos de fans que no pararon de llegar por calle Buenos Aires, por España, por la peatonal Alberdi.
Un encuentro para celebrar, para olvidar todo lo que pueda opacar el día, y dejar de lado las preocupaciones, los disgustos, las diferencias de pensamiento. Hoy todo se unificó, todos fueron uno, todos fueron simplemente argentinos.