Tras la protestas de padres de los niños y niñas sordos e hipoacúsicos de la escuela Efeta, en El Huaico, por falta de agua, hubo respuestas por parte de las autoridades. Los manifestantes, cansados del problema, cortaron la calle. La protesta evidenció las condiciones de la escuela para acceder al agua.
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Tras la protestas de padres de los niños y niñas sordos e hipoacúsicos de la escuela Efeta, en El Huaico, por falta de agua, hubo respuestas por parte de las autoridades. Los manifestantes, cansados del problema, cortaron la calle. La protesta evidenció las condiciones de la escuela para acceder al agua.
A la empresa, desde el Ministerio de Educación de la Provincia confirmaron que la conexión de agua de la escuela depende de la red de la Iglesia cercana y que en las próximas semanas se realizarán las obras para que Efeta tenga su medidor y servicio individual. Al mismo tiempo, señalaron que el establecimiento tiene bombas pero que hay una llave de encendido que se baja. Ayer la revisaron y no encontraron un problema concreto.
Asistencia
Desde la empresa Aguas del Norte comunicaron que "el problema que tenían es que no les andaba la bomba que les lleva el agua al tanque. Al margen de este inconveniente, que es interno, la escuela no está conectada a la red, sino que se abastece del agua de la iglesia que está atrás". Agregaron que se asistió con camiones cisterna a la escuela, y se les indicó cómo hacer los trámites para conectarse a la red y regularizar su situación.
Según dijeron los padres, desde hace aproximadamente un mes se encuentran sin el servicio, lo que genera innumerables inconvenientes a la comunidad educativa.
El reclamo
En diálogo con El Tribuno, Beatriz Chauqui, directiva de la institución, contó que la problemática es constante y viene desde hace varios años, pero que desde el 14 de octubre último directamente están sin agua. "Los papás están reclamando una solución definitiva. Es fundamentalmente una cuestión de higiene. Los chicos van al baño, tenemos que hacer funcionar un comedor y de las canillas no cae una gota", relató Chauqui.
Señaló que ya se hicieron todas las gestiones para pedir que se normalice el servicio y que, en más de una oportunidad, se presentaron los operarios y trabajaron en el lugar, pero siguen sin agua. "Ayer, sin ir más lejos, vino un plomero. A la tarde comenzó a salir agua, pero hoy cuando comenzamos las actividades ya se había cortado nuevamente", detalló la directiva.
Por el momento se aprovisionan de un caño que se halla en el patio. Se trata de la única boca que funciona. Piensan que debe estar conectada a una red distinta a la del edificio. En ese caño llenan los baldes y tachos para usar en los baños. Pero no hay con qué lavarse las manos.
En cuanto a los chicos, toman el agua que llevan en botellitas desde sus casas. A la escuela asisten chicos desde pocos meses de edad hasta los 13 años. Son 35 en la sede y 68 de inclusión, que van rotando. Es decir, son alrededor de 45 alumnos que a diario ocupan las instalaciones desde las 8 hasta las 15.30, por lo que la falta de agua resulta un problema grave. Esta situación se agravó en las últimas semanas, en las que se vivieron jornadas de altísimas temperaturas.