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Homenaje a las mujeres indígenas

Martes, 27 de diciembre de 2022 00:00

Mi homenaje en este fin de año a las mujeres indígenas del norte argentino.

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Mi homenaje en este fin de año a las mujeres indígenas del norte argentino.

De todas las etnias, puesto que a las que no conozco personalmente, sí por sus haceres.

Mujeres curtidas por el sol, por el trabajo por las carencias, violentadas por la violencia institucional que no las atiende debidamente en su salud; mucho menos en su educación.

Mujeres que nacieron y trabajan todo el día para dar de comer a sus hijos y a toda la familia, para sus artesanías, para traer agua a sus viviendas.

Los Derechos Humanos no las alcanzó más que en el papel de la Declaraciones.

No las respetan ni los gobiernos ni los funcionarios ni las empresas ni los hombres en general.

Me dirán que hay excepciones, pero de lo que se ve diariamente: muertes por desnutrición, cortes de ruta por falta de agua, de salud de educación. A esto me refiero cuando digo no se las respeta como seres humanos.

Las he visto con el cariño que atienen de sus niños; las he visto trabajar sin quejarse; ser violentadas por propios y por ajenos.

Cuando hablamos de vulnerables, estamos hablando de ellas, seres humanos tan valiosos como cualquier blanco, citadino, o criollo.

¿Qué hacemos y qué se debe hacer?

En primer lugar, capacitarlas, en derechos, empoderarlas para que sepan defenderse.

Capacitarlas en ciencias y artes, al igual que a cualquier otro ciudadano, porque tienen idénticas condiciones para el saber, la razón y el discernimiento.

Capacitarlas en el cuidado de la salud, además de sus saberes ancestrales, en la moderna ciencia que les puede salvar la vida.

Capacitarlas en el uso debido del agua, para que el consumo sea correcto y tomen agua segura. También en las diferentes capacidades para comercializar sus artesanías. Para que no sean explotadas por quienes adquieren por dos pesos lo que en la ciudad venden por 2.000.

La mujer indígena es solidaria con las pares y con los jóvenes, pues he visto como las mayores proporcionan ayuda escolar para las tareas escolares diarias y para los exámenes.

Las he visto trabajar en grupo en el cuidado de sus huertas. Tanto en la plantación como en cuidado y riego.

He visto a los y las jóvenes interesarse en internet, computación, fotografía, pintura y los medios digitales.

Los he visto realizar mapeos, en la zona del Chaco salteño con exactitud, y trabajar en taller junto a otros jóvenes de otras etnias de Brasil, Paraguay y Centroamérica en el proyecto DAKI.

Si las etnias en nuestro país han sido perseguidas, y tuvieron que recurrir a un Tribunal internacional para que reconozcan sus derechos, los derechos reales, en concreto todavía no se han visibilizado totalmente.

¿Cómo puede ser que tengan que cortar una ruta para ser atendidos en un hospital, para que se cree una escuela, y que esta funcione? ¿Para que les den agua?

Y esto ya viene desde hace muchísimos años. ¿Cómo se puede admitir que sean las organizaciones de la sociedad civil las únicas que los escuchen los acompañen, les den capacitación, agua, y salud?

Este homenaje se lo merecen, por ser campeonas de las luchas, de la vida.

Por el solo hecho de ser mujer ya sufren una disvalía, que se agrava por ser indígena. Las animo a seguir trabajando. Nosotros las seguiremos acompañando.

Son batallas diarias que se transmiten de generación en generación, con la salvedad que ahora están más acompañados, y las nuevas generaciones, más capacitadas.

Deseo que el nuevo año 2023. sea con logros de vida.

(*) La Fundación para el Desarrollo en Justicia y Paz -FUNDAPAZ- es una organización civil, sin fines de lucro, que desde 1973 trabaja por el desarrollo rural sustentable, con organizaciones indígenas y campesinas en el norte argentino.

 

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