La dirigencia de Boca Juniors está preocupada por el estado del campo de juego la Bombonera y en estas horas se evalúa la posibilidad de cambiar el escenario para el partido ante Rosario Central del próximo domingo, decisión que no es fácil por la cantidad de abonados y socios que posee el club.
Desde el 13 de diciembre pasado comenzaron las obras para arreglar el drenaje del campo de juego, que llevaron 50 días pero que ayer por lo que se observó llego al límite, ya que varios sectores del terreno estuvieron cubiertos por arena y se comprometió el estado físico de los futbolistas.
La dirigencia xeneize se privilegió jugar de local en su estadio la primera fecha para darle lugar a los socios y abonados que estaban ansiosos de ver a su equipo en su propia casa y encima con el regreso de Darío Benedetto.
“El campo de juego estaba malo para los dos”, declaró anoche el entrenador Sebastián Battaglia en rueda de prensa, cuando se le preguntó si eso perjudicó el rendimiento de su equipo tras empatar 1 a 1 ante Colón.
Ahora, se presenta otra realidad con un campo de juego que se mostró en varias partes en malas condiciones y con un próximo partido, ya que el domingo venidero debe recibir a Rosario Central.
Un allegado de los dirigentes comentó que la parte que maneja el fútbol que encabeza Juan Román Riquelme tiene deseos de cambiar la localía, pero la evaluación no es fácil porque hay encontrar otro estadio que compense a la cantidad de abonados y socios que tiene el club.
En la actualidad Boca posee 20 mil abonados sin sumar los palcos y más de 90 mil socios con posibilidades de ingresar, aparte está el tema de los estacionamientos y los servicios de seguridad para trasladar el encuentro a otra ciudad. Se habla del estadio Único de la Plata como una alternativa.
Por ahora, es un tema a resolver en las próximas horas, aunque habría tiempo hasta el miércoles para que se tome una resolución.
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La dirigencia de Boca Juniors está preocupada por el estado del campo de juego la Bombonera y en estas horas se evalúa la posibilidad de cambiar el escenario para el partido ante Rosario Central del próximo domingo, decisión que no es fácil por la cantidad de abonados y socios que posee el club.
Desde el 13 de diciembre pasado comenzaron las obras para arreglar el drenaje del campo de juego, que llevaron 50 días pero que ayer por lo que se observó llego al límite, ya que varios sectores del terreno estuvieron cubiertos por arena y se comprometió el estado físico de los futbolistas.
La dirigencia xeneize se privilegió jugar de local en su estadio la primera fecha para darle lugar a los socios y abonados que estaban ansiosos de ver a su equipo en su propia casa y encima con el regreso de Darío Benedetto.
“El campo de juego estaba malo para los dos”, declaró anoche el entrenador Sebastián Battaglia en rueda de prensa, cuando se le preguntó si eso perjudicó el rendimiento de su equipo tras empatar 1 a 1 ante Colón.
Ahora, se presenta otra realidad con un campo de juego que se mostró en varias partes en malas condiciones y con un próximo partido, ya que el domingo venidero debe recibir a Rosario Central.
Un allegado de los dirigentes comentó que la parte que maneja el fútbol que encabeza Juan Román Riquelme tiene deseos de cambiar la localía, pero la evaluación no es fácil porque hay encontrar otro estadio que compense a la cantidad de abonados y socios que tiene el club.
En la actualidad Boca posee 20 mil abonados sin sumar los palcos y más de 90 mil socios con posibilidades de ingresar, aparte está el tema de los estacionamientos y los servicios de seguridad para trasladar el encuentro a otra ciudad. Se habla del estadio Único de la Plata como una alternativa.
Por ahora, es un tema a resolver en las próximas horas, aunque habría tiempo hasta el miércoles para que se tome una resolución.