¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

21°
26 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

¿Qué esperaban los protagonistas del arte y la cultura de hace medio siglo?

Los pedidos de darle relieve a la producción local reflejaban el clima de época de 1972.
Domingo, 27 de febrero de 2022 02:11

En marzo de 1972, ante la cercanía de una nueva temporada artística cultural, El Tribuno hizo una consulta entre los principales artistas y hombres de letras de nuestro medio, preguntándoles concretamente: “¿Qué hacemos este año?”

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

En marzo de 1972, ante la cercanía de una nueva temporada artística cultural, El Tribuno hizo una consulta entre los principales artistas y hombres de letras de nuestro medio, preguntándoles concretamente: “¿Qué hacemos este año?”

El sondeo duró buena parte de marzo y la lista fue larga, razón por la cual, hoy solo podremos transcribir la opinión de contados artistas. De todos modos resulta interesante conocer pareceres, críticas y propuestas de quienes hace cincuenta años eran los verdaderos protagonistas del clima cultural que vivía la Salta de entonces. 
Lamentablemente, entre los consultados no hay una mujer como podría haber sido el caso de Delia Vargas, Elsa Salfity, Zenaide Lisi, Norma Buccianti o Normita Contreras. En fin, así eran aquellos tiempos. 

La política cultural

Luis Andolfi (1939/2019), poeta y periodista “salteño de pura cepa malbec” como jocosamente repetía, decía que desde la órbita oficial “debe impulsarse la creación de una sólida y real infraestructura que permita el desarrollo de una política cultural para la provincia, porque quienes opinan que hacer cultura es ofrecer una serie de conferencias o actos aislados, está fuera de la realidad”. 
En realidad, lo que hacía falta según “es poner en práctica una política cultural que contemple las necesidades de los todos los sectores, de los artistas e intelectuales y que sea constante y coherente. En cuanto a problemas vinculados con mis inquietudes, vuelvo a insistir en la necesidad de brindar mayores posibilidades para que los autores, poetas o escritores puedan editar sus obras”.
Luis “Luchín” Andolfi había publicado hasta 1972 “Canciones a Rosalba”, “El pan que se ha caído” y “Oda al ocio”.

Escuela de Música y Sinfónica

Para don Moises Zevi, escritor y músico: “Salta no puede seguir postergando la creación de la Escuela de Música que se podría instalar con muy poco presupuesto. Esa escuela y la organización de la Orquesta Sinfónica de Salta, son realizaciones que le otorgarían a esta ciudad la indiscutible jerarquía de gran centro artístico cultural”. 
De don Moises Zevi no hay mayores datos biográficos. Escribió “Cuarto Creciente. Narraciones y leyendas” (1938) y “Nieblas de las abras” (Novela histórica regional). Se cree que murió en Tucumán. Integró la Orquesta de Música Clásica de Radio Belgrano, la Orquesta de Cámara de Rodríguez Fauré, y participó de conciertos de violín en Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y Salta.

Universidad y algo más

Los deseos de José Juan Botelli (1923/2010) fueron: “Que este año se concrete la Universidad Nacional de Salta; que la Dirección de Cultura funcione para los artistas e intelectuales, salteños o no. Que el Fondo Nacional de las Artes, del cual soy delegado en la provincia, me haga sentir en forma más efectiva en Buenos Aires una conciencia de la gran proyección cultural de Salta en el país, y estimule a nuestros artistas, más merecedores algunos, de un reconocimiento nacional que muchos del mismo Buenos Aires”.
Por 1972, don José Juan era un hombre múltiple: músico, prolífico compositor, escritor, poeta, imprentero, periodista, exdirector de Cultura de la Provincia y para más, delegado en Salta del Fondo Nacional de las Artes. 


A grito pelado

La respuesta textual del Dr. Gustavo Leguizamón (1917/2000) fue: “Por de pronto, debemos ponernos a llorar a grito pelado por esta realidad cultural salteña de ribetes verdaderamente trágicos, que tan cariñosamente nos recuerda el canibalismo africano. Pienso que a renglón seguido debiéramos encomendarnos a la Pachamama, para que ella logre que nuestros poderosos y solemnes cotopolitanos, se sientan seducidos, de pronto, por la cultura y se les desate, de solo estar, la gran locura de comprar cuadros, libros y asistir a conciertos y conferencias.

Y ampliando el pacto con los dioses de la tierra, habría que rogarle a Viracocha, para que ilumine a nuestros gobernantes con el objeto de que estos consigan, a la postre, algo de la importancia que tiene la cultura, y dejen de creer que gastar dinero en ella es pecado, sino más bien obligación ineludible para con nuestro sufrido y postergado pueblo.

Si, por la vía del encantamiento, se lograran estos propósitos, justificaríamos en algo el presumido mote de ciudad culta del que disfruta nuestra bella aldea, superando con ello el batuque infernal de esta orquestación cerrada y crónica de nuestro analfabetismo burocrático”.

Gustavo “Cuchi” Leguizamón fue un prolífico compositor salteño que también supo cultivar la poesía y la prosa, Por 1972, la prensa aun no acostumbraba llamarle “Cuchi”. 

Ley de Fomento Artístico

La propuesta del poeta y escritor José Hernán Figueroa Aráoz (1900/1991) fue extensa y dividida en puntos que transcribimos muy sucintamente. Su primera inquietud fue “que en un libro se reúnan anualmente las obras premiadas en los concursos literarios de la Dirección de Cultura”. Otra:“Puesta en vigencia de la Ley de 3.772/61 (Ley de Fomento Artístico), que hasta la fecha es letra muerta para todos los gobiernos”. Otra propuesta: “La creación del Conservatorio Provincial (Centro de Altos Estudios Musicales). 
Las restantes inquietudes fueron: la organización del Archivo Histórico Provincial, con una discoteca que guarde las placas ejecutadas por los artistas salteños; Que la Municipalidad capitalina hermosee avenidas y plazas con obras escultóricas de distintos tipos y que se concrete la anunciada compra del edificio de la exemisora Radio Güemes, para que nuestra ciudad tenga un salón para charlas y recitales, entre otras.
Don José Hernán Figueroa Aráoz fue colaborador de los más importantes suplementos literarios del país, entre ellos La Nación, Clarín y Caras y Caretas. Aquí en Salta fue colaborador de El Tribuno. De su rico trabajo literario podemos recordar: “El escuadrón de los escopeteros”, “Cuentos del Norte”, “Provincia”, “Tiempo Fugado” y “Cuentos y Relatos”, entre otros.

También fueron consultados el poeta José Ríos, el plástico y periodista Luis Ortín, el periodista y escritor Jorge Flores, el poeta y escritor Raúl Aráoz Anzoátegui, el presidente del Coro Polifónico de Salta don Augusto Lafuente, el plástico Miguel A. Biazzi, el poeta José Fernández Molina, el actor de teatro José Vides Bautista, el plástico Miro Barraza, Benito Crivelli y el poeta y abogado Santiago Sylvester. 

 Apertura a los marginados

Consultado por El Tribuno, el escultor Roberto Maehashi (1939/1997) respondió: “Me parece que para estructurar una política cultural coherente, hay que conocer los problemas económicos y sociales del país y la región. Ningún pueblo que viva una época de economía restringida, puede elaborar una política cultural de vasto alcance”.

“Pienso agrega Maehashi- que Salta necesita más apoyo del centralismo de Buenos Aires. Especialmente por su situación geográfica, que le permite tener un activo intercambio cultural con varios países limítrofes”.

Más adelante el escultor sugiere: “un plan cultural en Salta debería contemplar la apertura de los medios artísticos de esta capital hacia los sectores marginados de estas inquietudes”.

Roberto Maehashi fue un escultor reiteradamente galardonado en salones provinciales y nacionales. Algunas de sus obras son el monumento a Manuel J. Castilla, el relieve a “Pajita” García Bes, el Vía Crucis en la Catedral de Orán. Falleció en Salta a los 58 años, el 24 de febrero de 1997. 

 
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD