Dos refugios tuvieron que habilitarse para recibir a las familias damnificadas por las lluvias en la ciudad desde la madrugada del jueves. Hasta ayer había 32 personas refugiadas en el Dispositivo Territorial Comunitario (DTS) de San Benito, en la zona sudeste de la capital, y 60 en el centro vecinal de Ciudad del Milagro, en la zona norte. Silvia Varg, secretaria de Desarrollo Humano de la Municipalidad, dijo que es fundamental realizar un relevamiento de las familias que viven cerca del río Vaqueros y necesitan ser reubicadas.
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Dos refugios tuvieron que habilitarse para recibir a las familias damnificadas por las lluvias en la ciudad desde la madrugada del jueves. Hasta ayer había 32 personas refugiadas en el Dispositivo Territorial Comunitario (DTS) de San Benito, en la zona sudeste de la capital, y 60 en el centro vecinal de Ciudad del Milagro, en la zona norte. Silvia Varg, secretaria de Desarrollo Humano de la Municipalidad, dijo que es fundamental realizar un relevamiento de las familias que viven cerca del río Vaqueros y necesitan ser reubicadas.
"Esta problemática va a tener que ser atendida por el IPV (Instituto Provincial de Vivienda) o Tierra y Hábitat. Hay que censar a las familias y reubicar a las que lo necesitan. El río ha tragado más de 30 metros. Perdieron todo porque están en terrenos no aptos", expresó Silvia Varg ayer a El Tribuno.
La funcionaria habló del tema en el centro vecinal de Ciudad del Milagro, donde permanecían muchos de los que se vieron afectados por una nueva crecida del cauce durante las lluvias. En ese espacio la Municipalidad centralizó la asistencia para la zona norte y les ofrece a los evacuados comida y ropa seca, además de un lugar para pasar la noche y contención.
"Nosotros los asistimos de manera inmediata, pero la salida definitiva de esta problemática es la reubicación de estas familias", insistió la secretaria de Desarrollo Humano.
"Esperamos que pronto puedan volver a sus hogares, están preocupados por las cosas que dejan en sus casas, en su gran mayoría son personas que están asentadas", agregó la funcionaria.
Los que no se quieren ir
En la zona sudeste, en el Dispositivo Territorial Comunitario (DTS) de barrio San Benito, se albergó a 32 personas, de las cuales 19 son adultos y 13 niños y adolescentes.
María Juncosa, directora del DTS, relató a El Tribuno el drama de las familias a raíz de las inundaciones. Además de los que están evacuados, hay muchos que permanecen en sus casas aunque les haya entrado el agua porque temen que, si se van, les roben lo que queda o bien les ocupen sus casas.
"A muchos les cuesta dejar sus hogares. El equipo territorial se acerca para ver la manera de ayudar a los que están en situación crítica y prefieren quedarse en sus viviendas", señaló María Juncosa.
La funcionaria destacó que se instalaron "ollas calientes" en distintos puntos de la ciudad para repartir comida a las familias que no dejaron sus casas pero perdieron todo por la inundación.
En el Dispositivo Territorial Comunitario de la zona sudeste de la ciudad también se brinda contención psicológica y se armaron espacios de entretenimiento para niños y niñas que están viviendo la angustia y la incertidumbre de no saber si van a poder volver a sus casas.
Ayer a la tarde, la intendenta Bettina Romero recorrió los barrios Sanidad II, San Justo y Santa Mónica, en donde acompañó a los vecinos afectados por el temporal.
Teresa Suárez, una vecina de San Justo, expresó: "La pasamos muy mal con la tormenta y estamos agradecidos porque sentimos cerca al municipio".
En San Francisco, los vecinos describieron que la lluvia intensa comenzó cerca de la una de la madrugada del jueves y, en cuestión de minutos, el agua les llegaba hasta la altura de las rodillas. Al menos 15 personas de ese barrio tuvieron que evacuarse en el DTC de San Benito luego de pasar momentos de desesperación.
En tanto, la subsecretaria de Promoción Social, Inclusión y Discapacidad de Salta, Jacqueline Cobos, también recorrió los barrios afectados y aseguró que se está realizando un abordaje social integral en las distintas zonas que se inundaron.
En el barrio Santa Mónica se encuentra ubicado uno de los puntos del Plan Unidos de la ciudad para brindar comida caliente a los vecinos que lo necesitan en esta contingencia.
Además, se está trabajando con máquinas y bombas para sacar el agua de las viviendas y mejorar la circulación en las calles, que en muchos casos son de tierra o quedaron tapadas de barro por el temporal.