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Homenaje a la mujer común

Martes, 08 de marzo de 2022 02:09

Rindo homenaje a la mujer simple, que está contenta con ser mujer, que se pinta los labios, las uñas, que se pone los ruleros, que le encanta estar linda. Que quiere presumir, gustar.

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Rindo homenaje a la mujer simple, que está contenta con ser mujer, que se pinta los labios, las uñas, que se pone los ruleros, que le encanta estar linda. Que quiere presumir, gustar.

Brindo por ella, por su simpleza; por esa mujer que disfruta de las novelas en la TV, le gustan las tortas fritas y no se queja por planchar la ropa.

Aquella que admira a las que se animan a ponerse el pañuelo verde, y también a las que ponen el pañuelo celeste.

La que no se hizo un aborto, y cría a su hija sola, sin complejos ni vergenzas. Solo cría y lava la ropa con alegría.

La que habla ratos largos por teléfono con las amigas y hace gimnasia sola en la casa porque no le alcanza para pagar un gimnasio.

Aquella que llora con las desgracias naturales, le aterran los truenos y ayuda a los que son más pobres que ella.

Admiro a aquellas que intercambian plantas, ropa, muebles usados, y venden los libros que ya no le sirven.

Todas ellas son mujeres que no estudiaron, porque no pudieron o no quisieron, solo quieren vivir tranquilas, sin sobresaltos.

No son heroínas, no son luchadoras, no son intelectuales, pero alegran la vida.

Ellas valoran la paz, generan la paz, amasan y comparten el pan, la comida, y tratan de ser felices.

Esas mujeres que acompañaron a los que lucharon por la independencia y no figuran en ningún libro.

A las que sin ser enfermeras ayudan a los heridos y consuelan a los tristes y los que están solos.

Admiro a las indígenas que aprendieron a escribir y ayudan a los más chicos que sí pueden ir a la escuela.

Admiro a las vendedoras de las tiendas, a las empleadas domésticas, a las cartoneras, a las administrativas, porque sin ellas muchas tareas no se cumplirían.

No serán aplaudidas, seguramente, pero sean extrañadas.

Son las que dan vida, las que debemos homenajear todos los días, son las valientes mujeres que se animan a vivir en esta sociedad que corre, que discute, que compite.

Son las mujeres, que son valientes sin saberlo, y que lo volverían a hacer.

Si están tristes sonríen para que no notemos su tristeza.

Aquella a quien la violencia la horroriza, los abusos la indignan, el atropello las pone fuera de si.

La que aconseja contra la droga a los chicos y la guerra la entristece.

Aquella que aconseja, que enseña a respetar a los mayores y a los maestros.

Que no desprecia a los que tienen una identidad diferente, y que respeta a todos los diferentes y que enseña a respetarlos

Que piensa en un Dios y que reza por todos.

Que quiere a los animales, a todos, y puede convivir con ellos, y respetarlos.

Que tiene una huerta en su casa y le encanta comer su verdura y su fruta sin contaminantes, y ayuda a otros a tener su propia huerta.

Que piensa que todos nos merecemos una vida digna

En este 8 de marzo, las homenajeo por su valor de "ser mujeres".

Levanto una copa y le envío un abrazo grande, grande.

De mi parte, para todas ellas.

 

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