El arzobispo Mario Antonio Cargnello se presentó hoy cerca de las 12 a la Justicia para declarar por la denuncia de violencia de género que realizaron en su contra monjas de la congregación de las Carmelitas Descalzas en abril.
Cargnello había sido citado para el 3 de mayo al juzgado de Violencia Familiar y de Género número 3 pero no había comparecido. La semana pasada asistió a Ciudad Judicial para someterse a una pericia psicológica que había requerido la jueza a cargo de la causa, Carolina Cáceres Moreno, y hoy accedió a declarar sobre las acusaciones en su contra.
A mediados de abril, el arzobispo de Salta fue denunciado por religiosas del Convento San Bernardo. La acusación de las monjas de clausura es por violencia física, psicológica y económica y apunta también contra otros dos sacerdotes: Martín de Elizalde, obispo emérito, y Lucio Ajalla, vicario cooperador de la Catedral de Salta.
La causa se desarrolla bajo secreto de sumario. Tras la declaración de Mario Cargnello, se espera una resolución de Carolina Cáceres Moreno, ya que se completaron las medidas que la magistrada requirió en el expediente.
De manera preventiva, días después de la denuncia la jueza prohibió que los acusados se acerquen al convento y ordenó que haya una consigna policial fija afuera del edificio, ubicado en la calle Caseros. También especificó que Cargnello no puede citar a las monjas “al Arzobispado o a cualquier lugar fuera del monasterio que implique la exposición a nuevas situaciones de violencia física y/o psicológica”.
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El arzobispo Mario Antonio Cargnello se presentó hoy cerca de las 12 a la Justicia para declarar por la denuncia de violencia de género que realizaron en su contra monjas de la congregación de las Carmelitas Descalzas en abril.
Cargnello había sido citado para el 3 de mayo al juzgado de Violencia Familiar y de Género número 3 pero no había comparecido. La semana pasada asistió a Ciudad Judicial para someterse a una pericia psicológica que había requerido la jueza a cargo de la causa, Carolina Cáceres Moreno, y hoy accedió a declarar sobre las acusaciones en su contra.
A mediados de abril, el arzobispo de Salta fue denunciado por religiosas del Convento San Bernardo. La acusación de las monjas de clausura es por violencia física, psicológica y económica y apunta también contra otros dos sacerdotes: Martín de Elizalde, obispo emérito, y Lucio Ajalla, vicario cooperador de la Catedral de Salta.
La causa se desarrolla bajo secreto de sumario. Tras la declaración de Mario Cargnello, se espera una resolución de Carolina Cáceres Moreno, ya que se completaron las medidas que la magistrada requirió en el expediente.
De manera preventiva, días después de la denuncia la jueza prohibió que los acusados se acerquen al convento y ordenó que haya una consigna policial fija afuera del edificio, ubicado en la calle Caseros. También especificó que Cargnello no puede citar a las monjas “al Arzobispado o a cualquier lugar fuera del monasterio que implique la exposición a nuevas situaciones de violencia física y/o psicológica”.