Una veintena de especialistas pasó ayer por el anexo de Diputados para exponer a favor o en contra del proyecto para implementar la boleta única de papel, iniciativa que impulsa la oposición y cuestiona el oficialismo.
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Una veintena de especialistas pasó ayer por el anexo de Diputados para exponer a favor o en contra del proyecto para implementar la boleta única de papel, iniciativa que impulsa la oposición y cuestiona el oficialismo.
La jefa de asesores del Gobierno porteño, Julia Pomares, abrió la ronda y se manifestó a favor, al considerar que el instrumento "les asegura a los votantes que al momento de votar pueden tener todas las opciones". Alejandra Pericola, del Observatorio Electoral de la UBA, dijo que el actual instrumento de votación trae "inconvenientes en "la tarea de las autoridades de mesa y la fiscalización de los partidos". Y enumeró las ventajas de la boleta única: "Elimina el robo de boletas, disminuye el gasto electoral, reduce el consumo de papel, fortalece la transparencia del proceso y agiliza el escrutinio".
Mientras, el politólogo Andy Tow defendió la boleta partidaria, ya que permite "construir coaliciones multinivel y unir fuerzas de diversos niveles de gobierno en una oferta unificada".
En la misma frecuencia, Tomás Aguirre, de la Agencia de Comunicación Monteagudo, dijo que existe "un sistema electoral confiable en Argentina", donde ha habido "elecciones libres, limpias, transparentes y legítimas".
La implementación de la boleta única es un tema en el que JxC viene insistiendo desde hace tiempo. Implica que toda la oferta electoral esté condensada en una única planilla suministrada por el Estado. El voto se realiza marcando con una lapicera los casilleros correspondientes a los partidos o frentes para cada categoría. Solamente se aplicaría para los cargos nacionales y en el caso de los cargos legislativos solo mostraría los primeros cinco candidatos de la lista, ocultando el resto, que es lo que cuestiona el FdT.