El tramo de la ruta provincial 22 que une La Merced con San Agustín permanece a oscuras desde hace varios meses, mientras que la cinta asfáltica se halla profundamente deteriorada.
La situación preocupa a los vecinos, ya que se trata de un sector intensamente transitado no solo por vehículos, sino también por muchos peatones. En los últimos años, la ciclovía que se extiende por la traza de aproximadamente 5 kilómetros se ha convertido en uno de los sectores más utilizados de la localidad para caminar, correr, hacer ejercicio y actividades al aire libre.
“Tenemos miedo, porque la oscuridad es total apenas baja el sol. Cientos de mujeres, jóvenes y chicos andan a diario por ahí. Es un peligro. A mitad de camino también se encuentra una escuela a la que asisten cientos de chicos”, contó María, una vecina de la zona.
Por otra parte, la cinta asfáltica se encuentra muy deteriorada. Los vehículos medianos y pequeños deben hacer maniobras bruscas para esquivar el sinnúmero de pozos que pueblan la ruta. Se realizaron bacheos en los últimos tiempos, pero el material de relleno dura muy poco hasta quedar destapados a los pocos días. “Se necesita una solución de fondo. Cada vez circulan más automóviles por la zona y se necesita un camino en buenas condiciones”, relataron los usuarios.
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El tramo de la ruta provincial 22 que une La Merced con San Agustín permanece a oscuras desde hace varios meses, mientras que la cinta asfáltica se halla profundamente deteriorada.
La situación preocupa a los vecinos, ya que se trata de un sector intensamente transitado no solo por vehículos, sino también por muchos peatones. En los últimos años, la ciclovía que se extiende por la traza de aproximadamente 5 kilómetros se ha convertido en uno de los sectores más utilizados de la localidad para caminar, correr, hacer ejercicio y actividades al aire libre.
“Tenemos miedo, porque la oscuridad es total apenas baja el sol. Cientos de mujeres, jóvenes y chicos andan a diario por ahí. Es un peligro. A mitad de camino también se encuentra una escuela a la que asisten cientos de chicos”, contó María, una vecina de la zona.
Por otra parte, la cinta asfáltica se encuentra muy deteriorada. Los vehículos medianos y pequeños deben hacer maniobras bruscas para esquivar el sinnúmero de pozos que pueblan la ruta. Se realizaron bacheos en los últimos tiempos, pero el material de relleno dura muy poco hasta quedar destapados a los pocos días. “Se necesita una solución de fondo. Cada vez circulan más automóviles por la zona y se necesita un camino en buenas condiciones”, relataron los usuarios.