En 1970 el Gobierno provincial promulgó la Ley de creación de la Obra Social, financieramente autárquica (su patrimonio se compone de retenciones porcentuales sobre honorarios profesionales, y aportes de los afiliados). Luego se tercerizó sus servicios mediante convenios, pero conservando su organización administrativa para continuar afiliando. Es un órgano autárquico dentro de la estructura, pero con relevancia en el funcionamiento del Consejo. En ese sentido el presidente, ingeniero agrimensor Oscar Tanco, con 44 años como matriculado, marca un camino signado por el progreso y la intención de mejorar hacia el futuro.
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En 1970 el Gobierno provincial promulgó la Ley de creación de la Obra Social, financieramente autárquica (su patrimonio se compone de retenciones porcentuales sobre honorarios profesionales, y aportes de los afiliados). Luego se tercerizó sus servicios mediante convenios, pero conservando su organización administrativa para continuar afiliando. Es un órgano autárquico dentro de la estructura, pero con relevancia en el funcionamiento del Consejo. En ese sentido el presidente, ingeniero agrimensor Oscar Tanco, con 44 años como matriculado, marca un camino signado por el progreso y la intención de mejorar hacia el futuro.
¿Cómo han transcurrido estos años en la obra social?
Tranquilos, como se venía trabajando; los organismos deben adaptarse a los entornos y crisis que atraviesa un país. Tuvimos períodos complicados pero nunca se dejó de trabajar, y en mi etapa también hubo que acomodar cosas. Mirando al futuro se logran objetivos sustanciosos que redundan en beneficios.
¿Cuántos profesionales aportan hoy a la OSCOPAIPA?
Contamos con un padrón de 1.200 afiliados que eligen los servicios tercerizados de OSDE, Swiss Medical, SanCor, OSPE, las que son buenas prestadoras de cobertura nacional; y el IPSS para atender la demanda en la provincia. Con todas tenemos convenios beneficiosos para los matriculados y afiliados. La ventaja es venir al consejo y elegir la prestación, distinto a ser afiliado directo. Un 20% de afiliados son profesionales del Colegio de Arquitectos, que originalmente estaban contenidos en nuestra entidad, hasta su separación como colegiatura.
Tuvimos períodos complicados pero nunca se dejó de trabajar, y en mi etapa también hubo que acomodar cosas
¿Se plantea objetivos distintivos dentro de su trabajo?
Sí; buscamos concretar un sistema moderno acorde a las necesidades que surgen, reforzando el cobro a través de pagos electrónicos (tarjetas de crédito y/o débito, código QR, transferencias); no manejamos dinero en efectivo en la sede. Quiero dejar esto en marcha, un sistema mucho más completo.
Hemos realizado en los últimos años préstamos y aportes al COPAIPA para la construcción de los nuevos espacios o la compra de nuevos bienes y su puesta en valor.
¿Tiene algún mensaje para los matriculados?
Saludo a los colegas en estos 60 años; he transcurrido mi historia por el consejo “antiguo”, el “intermedio” y el “nuevo”, muchos ya no están y algunos siguen, y estaré siempre agradecido a quiénes colaboran con el COPAIPA y con su obra social. Valoro lo que la Fundación hace por los matriculados. Somos tres entidades que trabajamos en forma sinérgica.