En San Antonio de los Cobres, lo agreste del paisaje y de los cerros enmarcaron la calidez de su gente. Y una vez más la alegría de los vecinos se transmitía en su amabilidad y generosidad con los visitantes en un día muy especial, el 1 de agosto, la apertura del mes de la Pachamama.
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En San Antonio de los Cobres, lo agreste del paisaje y de los cerros enmarcaron la calidez de su gente. Y una vez más la alegría de los vecinos se transmitía en su amabilidad y generosidad con los visitantes en un día muy especial, el 1 de agosto, la apertura del mes de la Pachamama.
En la plaza, adornada con banderines multicolores, una whipala destacaba esa alegría de lo propio y múltiple de nuestras culturas. Grupos de músicos, con bombos, sikus, erques, charangos, guitarras, daban sonido a un día de regocijo y encuentro. En el centro de la Plaza de la Cultura Andina se realizó la ceremonia de la corpachada. Ofrecieron bebidas -gaseosas, vino, bebidas blancas, chicha- y comidas -papas de toda clase, tistincha, cabezas guateadas, acompañadas con mote, empanadas, tortas fritas, milanesas, bizcochuelos... Y, por supuesto, las hojas de coca y cigarrillos...
"Todos somos un pedacito de Pachamama, de la tierra venimos y a la tierra volveremos, por eso hay que cuidarla, protegerla y honrarla con el corazón", dijo Pedro Lázaro, en una de las ceremonias.
Alegría y emoción
Los pobladores de la Puna viven con fe, emoción y alegría esta fecha. Las familias en San Antonio -como en muchos lugares de nuestra provincia- comenzaron a la medianoche la celebración con el sahumado de las casas y todo lugar que se habita con chacha, una hierba muy especial que perfuma el aire y aleja lo malo.
Los días previos se elaboran las comidas con una dedicación muy especial. En la zona hay asueto, y todo el día se dedica a la Pacha. Se sahuman las oficinas, los lugares de trabajo, las casas, los corrales, no hay lugar que no reciba la visita del chachero con el sahumerio.
En San Antonio de los Cobres, con el típico convite, se vivió el inicio de todo un mes dedicado a la Pachamama.
El senador Leopoldo Salva, que encabezó una de las ofrendas familiares que se realizaron en el pueblo, dijo: "Para nosotros, la Pacha es todo. Es la vida, el alimento diario y es el progreso. Aquí tenemos las mejores riquezas por eso le ofrendamos lo mejor que tenemos. Nos da todo y nosotros a veces ni la cuidamos".